sábado, 18 de mayo de 2013

AMAZONAS NO TIENE AUTORIDADES


Es un lindo sábado soleado en Lima, y un grupo de amazonenses residentes en esta ciudad, “hinchamos” de orgullo el pecho por nuestro departamento y hacemos cola en las puertas de Palacio de Gobierno para participar en el evento de lanzamiento de nuestra gran fiesta del pueblo: El Raymillacta, en la capital del Perú.

No es impedimento el calor fuerte y nos disponemos a disfrutar de nuestras manifestaciones culturales; por allí están los danzantes, jóvenes mujeres y hombres venidos de nuestros pueblos del sur y norte de Amazonas; emocionante ver a los jóvenes, entusiastas ellos para dar a conocer nuestra gran cultura. Es comprensible el numero limitado de invitados, por el mismo protocolo que existe en Palacio; pero bien organizado este evento, hubiese requerido la presencia de un mayor número de amazonenses.

Los artistas amazonenses se disponen en el patio principal de Palacio, los invitados expectantes del inicio y las personas y turistas afuera, están atentos a lo que sucede en el patio. Se inicia el evento y todos esperamos que nuestras más representativas autoridades del Gobierno Regional, encabezado por su Presidente José Arista, inauguren este evento; pues una decepción completa, no estaba nuestro Presidente Regional, estará quizás el Gerente General o una autoridad o consejero regional elegido; NINGUNOS. Bueno esperemos que alguno de los Congresistas de la Región nos represente; pues me equivoque; NO estaban; de seguro que el Congresista Becerril se estará peleando y vociferando en el Congreso y Nayap; la verdad a él, no lo conocemos.

Bueno, imagínense estimado amazonense, si no están presentes nuestros representantes; menos estará algún representante nacional. La verdad los que asistimos ha dicho evento, nos sentimos decepcionados y defraudados de estas autoridades que elegimos. Una autoridad elegida es para que nos REPRESENTE en estos importantes eventos, lamentablemente Amazonas NO tiene autoridades.

Dos o tres alcaldes de nuestros distritos estuvieron en representación de Amazonas, bien y agradecido por ellos; pero este tipo de eventos necesita de sus autoridades más representativas. Hace una semana ocurrió lo mismo en el Congreso, pensábamos que ahora sería diferente y nos equivocamos.

Que sana envidia tiene uno al ver el “peso” de las autoridades de otras regiones. Hace una semana el Gobierno Regional de Loreto, encabezado por su Presidente y Congresistas; y con la presencia del Premier y otros Ministros, nos mostraban un pomposo espectáculo de cultura amazónica, con la presencia de muchos invitados y en este mismo escenario.

Es tan limitado el “peso” de nuestras autoridades y su gestión, que ninguna autoridad nacional estuvo para recibir el presente del Gobierno Regional, una escultura de madera. Nombraron al Edecán del Presidente Ollanta para recibirlo, y adivinen: NO ESTABA. Al final dicho obsequio, lo recibió un agente de seguridad de Palacio, que estaba vestido de civil. Una vergüenza para nosotros, los amazonenses participantes.

Si van a presentar este tipo de espectaculos tan deslucidos y desorganizados, sin la presencia de autoridades representativas; por Dios; mejor no lo hagan, hacen quedar mal a nuestro departamento. Que pensaran los turistas y transeúntes que desde la Plaza Mayor, observan en ese momento. Bueno les digo a ellos como amazonense: EN AMAZONAS NO TENEMOS AUTORIDADES.

Lo que sí quiero rescatar en este artículo, es a los jóvenes y niños/as que presentaron orgullosamente nuestras danzas y manifestaciones culturales; vaya por ellos y ellas un gran aplauso; que culpa tienen estos artistas de NO TENER AUTORIDADES. También un aplauso a los participantes amazonenses radicados en Lima, que a pesar de la desilusión, creen en su Amazonas. Un especial reconocimiento para aquellos amazonenses que no pudieron ingresar a Palacio, debido a problemas de coordinación e inscripción; muy lamentable esta situación que perjudica finalmente a los propios amazonenses.

Amazonas y los amazonenses, no nos merecemos esto. Necesitamos cambios estructurales a nivel institucional y de autoridades. Pero de seguro que los candidatos “con plata en mano”, ya estarán comprando los futuros votos con una lata de atún, un polo, una pollada o una fiesta con Los Cuervos. Queremos candidatos y posteriormente autoridades preparadas, en “gestión del poder” para mejorar la calidad de vida en Amazonas. Verdaderos políticos y técnicos en gestión pública. Lamentablemente, el escenario político regional actual para las futuras elecciones, va de mal en peor; sino veamos a nuestros “candidatos lanzados al rodeo”: unos improvisados y advenedizos. No queremos esta clase de autoridades que ni siquiera quieren representarnos.

Termina el evento de lanzamiento del Raymillacta en Palacio de Gobierno y los amazonenses salimos con el orgullo de nuestro rico folklore, de esos jóvenes danzantes; pero con la sensación generacional que nos acompaña siempre: EN AMAZONAS, NO TENEMOS AUTORIDADES.

viernes, 19 de abril de 2013

¿QUÉ ES LA DEMOCRACIA, EXISTE EN EL PERÚ?


En estos días, vivo “bombardeado” con los análisis parametrados en torno a la situación política de Venezuela, donde nuestros “analistas políticos” y periodistas mencionan que si avalamos o felicitamos al Presidente Nicolás Maduro no somos Demócratas, pero si no lo hacemos somos los baluartes de la Democracia. Nos quieren vender que la democracia solo se construye cuando aceptemos sus “verdades” a medias y estamos de acuerdo a sus posturas, los demás que pensamos diferentes somos anti demócratas, somos los parias de la democracia.
Yo les digo, con todo respeto, que las democracias no solo se construyen en torno a elecciones o el voto del pueblo, o que en los medios de comunicación salgan a “desfilar” los análisis de todo tipo y postura. Pues en el Perú, la democracia si es aceptar el triunfo de Fujimori sobre Toledo con un estrecho margen y el aval de EEUU, más no se es demócrata si se acepta el triunfo de Maduro también con estrecho margen. Se es demócrata en el país, si los periodistas solo presentan a los “analistas políticos” que disciernen en contra del proceso electoral en Venezuela, lo que conviene a los “mandones” de estos medios; mas no se dan cuenta que son anti demócratas al no escuchar un análisis objetivo y desapasionado, porque la otra postura no se escucha en la televisión, la radio o no se lee en los periódicos: que gran mentira es nuestra supuesta Democracia Peruana.
Los “analistas políticos” y periodistas peruanos mencionan que Ollanta ha perdido al apoyar al electo presidente de Venezuela y viajar a ese país. Miren y escuchen los medios de comunicación con analistas subjetivos, alineados y con un solo discurso Pro Capitalista. Allí no veo análisis, lamentablemente, no veo democracia. Se preguntan: ¿qué ha ganado Piñera en UNASUR?, ¿Qué ha ganado Santos en UNASUR? ¿Qué ha ganado la presidenta de Brasil? Acá no hay quien gana o pierde; el pueblo no está pendiente de quien gana o pierde, dejemos las ideologías en estos asuntos, el apasionamiento en nuestra “democracia peruana” a veces no deja ver más allá, y los errores en la política o el discurso político, se cometen con apasionamientos.
Hay que analizar y ser equilibrados en un análisis político democrático, no solo hay que adherirse a "una sola ala del avión", así no hacemos los análisis políticos, no son objetivos; no hacemos política verdadera. Yo no estoy en contra o a favor de Nicolás Maduro, su situación lo definirá los venezolanos, pero tampoco estoy de acuerdo que queramos imponer “democráticamente” desde Lima o EEUU lo que debe ser Venezuela, es un país dividido que espero lo solucionen los venezolanos satisfactoriamente con el seguimiento pleno de los países vecinos, sin intromisión. Lamentable los medios peruanos que solo analizan desde su conveniencia, con periodistas y “analistas” ideologizados y parametrados en su sola verdad, las demás posturas no se escuchan. Eso exactamente no es Democracia.
Pero un país como el Perú no puede ufanarse de demócrata, cuando cada día la violencia ciudadana afecta principalmente a sus electores que votan por un país democrático. No hay democracia en el Perú cuando sus indígenas y campesinos son tratados como ciudadanos de segunda clase. Pues no hay democracia, si las comunidades rurales siguen conviviendo con altos índices de pobreza mientras las ciudades de la costa y las intermedias crecen económica y socialmente. Que falsa es nuestra democracia.
Es democracia, cuando veo que autoridades excluidas de mi Amazonas, son asesinados y los llamados demócratas no hacen, ni han hecho nada. Los “analistas políticos”, congresistas; demócratas ellos, no hacen ni dicen nada en estos temas. Qué demócrata es nuestro país, cuando en su territorio existe más de 200 conflictos sociales desde el 2006, con 195 muertos y 2,312 heridos, según la Defensoría del Pueblo.
Somos tan demócratas que cada día mueren en nuestras carreteras nuestros padres, hijos hermanos, amigos. Es tan envidiable nuestra democracia que la amazonía convive con el narcoterrorismo y la depredación de sus bosques, nuestros jóvenes solo serán soldados si es que no podrán pagar una multa, los niños y niñas sufren violaciones y trata de personas; es linda la democracia peruana cuando vemos “tremendos papelones” de sus representantes congresales que buscan siempre el beneficio económico personal. Estamos tan mal en democracia, que la bancada fujimorista con Martha Chavez a la cabeza, nos quieren dar catedra sobre el tema.
No señores, no nos creamos más moralistas que el Papa, en torno a nuestra “falsa democracia”. No queramos ser modelos de democracia, ante una Venezuela dividida, no tomemos el modelo de democracia de EEUU, cuando éstos invaden países, matan civiles y contaminan al mundo. Democracia es dejar que Venezuela, resuelva sus problemas internos, con el apoyo de todos los países y no querer imponer un razonamiento que consideramos que es el verdadero.
La democracia no solo es ir a votar cada 4 o 5 años en las elecciones; o que los medios de comunicación en el país se crean los dueños de la verdad y el conocimiento, imponiendo sus puntos de vista o haciéndonos más “salvajes”. La democracia, la verdadera democracia es mucho más que eso. Es no ver a niños corriendo en la selva desnutridos, es no maltratar a nuestros adultos mayores, es dejar de ver casos de feminicidios, es conservar nuestra ecología. Democracia es el equilibrio en todo sentido. Democracia es ser más humanos con la humanidad y con la vida de los más vulnerables. La verdadera democracia en el Perú no existe, es una tarea ardua que tenemos que construirlo todos y todas.

miércoles, 10 de abril de 2013

LA SEGURIDAD CIUDADANA: UNA TAREA PENDIENTE Y PRIORITARIA


La Inseguridad Ciudadana manifestada en la criminalidad y la delincuencia, es un problema que está afectando no solamente a las clases económicas más pujantes de nuestro país o regiones; sino afecta principalmente a los grupos sociales más vulnerables y con altos índices de pobreza. Está destruyendo las estructuras sociales. En los últimos años, mientras el Perú ha crecido económicamente; la seguridad ciudadana y, en general, las condiciones de seguridad pública se han debilitado.
Este problema afecta tanto a una autoridad regional o alcalde, como también a un agricultor campesino o al poblador de un Asentamiento Humano. Es por tanto, tarea de nuestros diversos niveles de gobierno, buscar mejorar las condiciones de convivencia y seguridad ciudadana de manera inclusiva, afirmando una ciudadanía democrática y en paz social.
La seguridad ciudadana y la convivencia armoniosa debería ser uno de los derechos máximos que hay que fortalecerlos en nuestros pueblos y ciudades, para permitir un verdadero desarrollo social y económico de sus ciudadanos. Para ello las autoridades deberían implementar espacios de participación articulada de diversos actores sociales distritales, provinciales, que conjuntamente con los Gobiernos Regionales y el Gobierno Nacional, elaboren diversas propuestas de proyectos para insertarlas dentro de los Presupuestos Participativos y los planes distritales, provinciales y regionales sobre Seguridad Ciudadana.
Es evidente que en un “País inseguro no habrá Desarrollo”, porque las causas obedecen a factores diversos como los socioeconómicos, culturales y educativos. La familia y la escuela como espacios primarios de socialización; y la comunidad y los medios de comunicación como los segundos; no están cumpliendo sus funciones de construir una sociedad “sana”, donde la convivencia y el respeto entre ciudadanos sea uno de los objetivos claves para una país armonioso y por ende con parámetros debidamente establecidos para el desarrollo social y humano; el crecimiento económico está en “piloto automático”.
En el país y sus regiones, los proyectos y estrategias para afrontar la inseguridad ciudadana no solamente tienen que tener un carácter REPRESIVO; es también de suma necesidad el carácter PREVENTIVO, ya que el problema nace desde los espacios familiares, cuando los que ahora delinquen, desde niños conviven con un ambiente inseguro. Por tanto, los diferentes niveles de gobierno del país deberían “gestionar la política” en torno a la seguridad ciudadana teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
  • Primero hay que implementar un Centro Integral y Articulador para la Prevención y Seguridad Ciudadana a niveles distritales, provinciales regionales y nacionales; el accionar en el tema de la inseguridad esta desarticulado, cada institución actúa por su lado. Una instancia institucional que articule a los diversos actores para analizar, planear e intervenir en torno a la inseguridad. Actores como la policía nacional, las rondas campesinas, urbanas y barriales; los juzgados de paz, los Serenazgos y otros.
  • En segundo lugar hay que mejorar y repotenciar la capacidad logística, tecnológica y de infraestructura de las instituciones que tienen relación directa con el servicio de seguridad ciudadana. No puede ser posible que la policía no tenga una movilidad para trasladarse y hacer frente a la delincuencia. Es necesario implementarse con cámaras de video vigilancia, elementos de comunicación permanente y otras tecnologías que bien pueden tomarse de las experiencias exitosas de otros países.
  • Por otro lado es de suma necesidad el carácter preventivo. Las Municipalidades y los Gobiernos Regionales deberían crear o implementar programas de capacitación e inserción laboral para jóvenes de 13 a 25 años en situación de pobreza y riesgo delincuencial. Esto debería incluir Centros Productivos de Capacitación Laboral donde se brinde a los beneficiarios la capacitación necesaria en diversas labores de acuerdo a la realidad productiva de los distritos, provincias y regiones. Por ejemplo, como estrategia las municipalidades o las regiones, deberían firmar convenios con las diversas empresas que operan en la jurisdicción, para que éstas puedan insertar a los jóvenes capacitados a un trabajo remunerado en sus empresas.
  • Por último, es necesaria la implementación de programas y/o talleres de educación municipal o regional en aspectos de autoestima, socialización y seguridad ciudadana dirigido a jóvenes estudiantes de los centros educativos secundarios del país. La estrategia desde los gobiernos subnacionales sería coordinar con el Ministerio de Educación e instituciones locales educativas para implementar dichos talleres a través de una currícula aprobada conjuntamente.
En temas de Seguridad Ciudadana, no se puede seguir dando espacio a la Criminalidad y Delincuencia debido a la inacción de las autoridades Nacionales, Regionales y Municipales. Acá tiene que haber un trabajo conjunto de autoridades, sociedad civil y empresas. El problema de la inseguridad ciudadana es estructural y las autoridades tienen que liderar y poner en "la mesa" esta problemática.
El tema de la violencia tiene raíces sociales, educacionales, económicas; no se va a solucionar creando más cárceles o imponiendo penas severas. El problema tiene que complementarse con acciones de capacitación laboral, prevención, educación a los jóvenes y niños, cuyas familias o sociedad se encuentran en riesgo permanente con los temas de violencia y delincuencia, cambios en el sistema jurídico y de leyes. El problema de la delincuencia y criminalidad es un problema policial y a la vez social. Es prioritario un cambio necesario en las estructuras familiares y de la comunidad. Nuestro Perú se merece una ciudadanía que conviva en armonía y no “invadida” por la violencia y la delincuencia. Un gran desafío señores autoridades.

miércoles, 16 de enero de 2013

LA POLITICA NO ES PARA LOS “POLITIQUEROS”
 
 
Es lamentable ver las encuestas y opiniones de la ciudadanía sobre el concepto que tienen de la política en nuestro país. La política peruana ha caído en la más profunda desconfianza y animadversión por parte justamente de ciudadanos, que vemos en la política un canal para asignar nuestro poder, a representantes que administrarán ese poder para dar solución a las problemáticas. Son estos representantes, nuestros “políticos improvisados e informales”, los que acentúan la preocupante condición de la actual política peruana, los que han hecho de la política un medio para satisfacer necesidades personales u familiares, postrando el concepto y accionar político a una paupérrima situación y desacreditación generalizada por parte de la ciudadanía. Estos “politiqueros”, nunca entendieron ni entenderán la política. El “politiquero” solo entiende que el poder asignado a su persona, es para mejorar su calidad de vida y de sus allegados.
Pero la política, la “política verdadera” no es mala, no es nauseabunda como lo creemos o como nos lo han hecho creer generacionalmente. La política es una ciencia social que nace “científicamente” allá por el siglo V a.c.; en los albores de una polis ateniense, una de las ciudades de la Cultura Griega. Justamente un griego como Aristóteles definió “naturalmente” al hombre como un animal político. Las definiciones clásicas de la política están referidas al “ejercicio del poder”. El sociólogo Max Weber definía por ejemplo a la política como una vocación, donde las personas aspiran el poder ya sea entre el Estado o dentro de un Estado. Weber definía la política relacionada directamente con el accionar de un Estado.
Sobre política se ha escrito y dicho en demasía a nivel teórico y práctico. La “verdadera política” es la gestión del poder, emanado de los ciudadanos, para mejorar las condiciones de vida de las poblaciones. Una gestión del poder por parte de los representantes elegidos democráticamente. Como lo menciona Sinesio López, esa capacidad de dirección, diseño y gestión de la acción política dentro de determinados marcos institucionales y de determinadas condiciones estructurales para obtener algunos resultados deseados: desarrollo, democracia, estabilidad, eficacia y efectividad, gobernabilidad, integración sistémica, integración social. En suma: calidad de vida.
La política tiene su pilar principal en la democracia participativa y su herramienta principal en la gobernabilidad, a través de la legitimidad y representatividad institucional. Pero lamentablemente en el Perú, esta “política verdadera” esgrimida en este corto análisis, no son entendidas por la pléyade de “politiqueros” que nos representan y gobiernan (salvo honrosas excepciones de “verdaderos políticos” que da gusto escucharlos y valorar sus acciones, y que no necesariamente son autoridades).
En la política, siempre se debe velar por el bien común, por el bienestar de los ciudadanos. Pero veamos nuestra realidad política, “politiqueros” que nunca entendieron y nunca entenderán la “política verdadera”. A decir, los “politiqueros” que representan la política peruana: Congresistas y ex congresistas “comepollos”, “planchacamisas”, “robacables”, traficantes de terrenos, apañadores de proxenetas y ahora “cuidamadres”, hasta Susy Díaz nos representó; todavía quedan tres años para seguir conociéndolos. Ministros y exministros “pegamujeres”, perseguidos por embaucar al Estado (época Fujimorista), posesionarios de Burdeles (época Toledista), los "petroaudios" y culpables del baguazo (época Aprista). Presidentes Regionales y Consejeros  que no saben gestionar adecuadamente sus recursos, menos gestionar el poder a través de proyectos sociales y de desarrollo que mejoren la calidad de vida de sus pueblos. Solo buscan “ganarse alguito” (el “diezmo”) en proyectos y obras. Que solo su gestión sirve para pagar los “favores políticos” de campaña. No entienden ni la definición de la “política verdadera”, menos sus funciones como político; pero si como “politiqueros” para el beneficio propio. Hay gobiernos regionales como San Martín o Moquegua que si saben gestionar el poder político en beneficio de sus ciudadanos.
Alcaldes Provinciales y Distritales que a diferencia de otras épocas, gozan de recursos, pero lamentablemente y en la mayoría de los casos no saben qué hacer con los mismos. La política para la mayoría de los alcaldes se resume en construir una placita, con una pileta mistificando a la “estatua de la libertad”, rodeada de luces discotequeras y al lado una imponente arquitectura municipal; mientras que sus niños y niñas juegan a los alrededores, con altas tasas de desnutrición, van a escuelas que se están cayendo a pedazos y regresan a sus casas solo a dormir, porque no encuentran comida, ni agua; menos luz eléctrica. Las autoridades locales, representantes políticos de sus pueblos, miran el desarrollo a base de cemento y fierro; claro son obras que les rinden beneficios personales en la mayoría de los casos. Estas autoridades casi nunca escucharon de la gestión del poder, de proyectos sociales y de desarrollo; no conocen lo que representa la “verdadera política” representativa.
Como mencioné en anteriores análisis, la culpa de asignar el poder a estos “politiqueros”, recae en tres actores: Primero, en nosotros los ciudadanos que no sabemos elegir autoridades; en representantes políticos, que entiendan la gestión del poder para mejorar la calidad de vida de sus votantes. Tenemos mucho de culpa y es necesario que también nosotros entendamos y conozcamos lo que es la “política verdadera”. La política no es regalar nuestro voto a “politiqueros” por un polo, una bolsa de azúcar, un tarro de leche, una cerveza o una fiesta popular rimbombante.
En Segundo lugar, la culpa recae en un sistema electoral que ha conllevado a elegir representantes que a veces no representan adecuadamente a su población; es necesario realizar ajustes en los temas de “distritos electorales y “voto preferencial”. Además el JNE debería fortalecer sus filtros para que nos representen verdaderos políticos, en base a una meritocracia; y no “politiqueros” que cuenten con antecedentes penales, judiciales y policiales o estén adeudando al Estado. 
En Tercer lugar están los partidos políticos, que deberían ser los llamados a  ejercer la política y ofrecer a los diversos representantes y autoridades que los ciudadanos elegirán. La debilidad institucional de nuestros partidos ahonda la crisis de gobernabilidad y representatividad en el país. Los partidos políticos deberían buscar y fortalecer la formación de las preferencias de los ciudadanos haciéndolas dinámicas, permitiendo de esa manera que los diversos grupos sociales expresen sus intereses y canalicen sus demandas por medio de los partidos y eligiendo verdaderos políticos y  no "politiqueros" tal como es nuestro actual escenario "pseudopolítico".
Entendamos que la política no es la práctica que hacen los “politiqueros”, no es para el beneficio personal o de los allegados; la “verdadera política” es buscar el bien común, es el poder representado y legitimado que te confiere la población para hacer de tu distrito, de tu provincia, de tu región y país un espacio de convivencia y calidad de vida. La política es el poder para construir espacios, donde el desarrollo y la gestión sostenible sea la bandera de los representantes elegidos; sea la bandera de los “verdaderos políticos”.

domingo, 6 de enero de 2013

LAS “PERLITAS” DE NUESTRO "CONGREZOO"


Es muy lamentable el accionar que sosteniblemente vienen desempeñando los congresistas, nuestros “padres de la patria” (prefiero ser huérfano antes que sean modelos de padre). En los últimos meses hemos visto un conjunto de “metidas de pata” que han ido carcomiendo y erosionando el prestigio de una institución clave para la representación ciudadana, como lo es el Congreso.
 
Existen variadas acciones negativas: no han consensuado para la elección de los máximos representantes del BCR o la Defensoría del Pueblo; quisieron “estropear” con un viaje el litigio marítimo en la Haya; han  emergido congresistas “comepollos”, “robacables”, “planchacamisas” y hasta apañadores de la prostitución infantil. Es decir, faltaría tiempo nombrar sus “pauperrimas” gestiones, pero al momento de consensuar sobre “su bolsillo” todos se ponen de acuerdo para elevarse los sueldos sin pagar tributos al Estado, como todos lo hacemos. En un país donde los maestros, médicos o policías demandan adecuados niveles salariales; estos “padres de la patria”, en plenas fiestas de fin de año, nos sorprenden (aunque ya no son sorpresas sus torpezas) poniéndose un jugoso sueldo.
 
Lo lamentable de estos hechos del "Congrezoo", es que debilitan aun más ya nuestra resquebrajada Democracia. Estos que se hacen llamar “políticos”, ponen en riesgo la institucionalidad y representatividad de una entidad que nominalmente (y no funcionalmente) viene a representar al pueblo: el Congreso de la República. Ahora, la política como “gestión del poder para mejorar las condiciones de vida de la población”, naturalmente no es entendida de esta manera por la mayoría de nuestros congresistas (salvo rarísimas excepciones de algunos congresistas que si merecen nuestro respeto), que aprovechan de la política y del voto que les confiere el pueblo, para juramentar por DIOS Y POR LA PLATA.
 
No puede ser que la debilidad democrática de nuestro país, sea representada por “pseudo políticos” que no entienden lo que es la gestión del poder, no entienden lo que es la representatividad democrática e institucionalidad; menos entienden y escuchan el rechazo y clamor de sus votantes que dicen: Basta con esta farsa de congresistas improvisados y deslegitimizados moralmente.
 
Que lamentable son las justificaciones de algunos que salen a la palestra a defender el aumento de sus sueldos: “Si quieren un buen Congreso, páguenos bien”; “Necesito más dinero para comprar calaminas”; “No me alcanza para hacer mis viajes, y tengo que pagar con mi bolsillo”, etc. Si estas personas van a seguir representándonos, pues creo que en cualquier momento nuestra Democracia representativa va a sufrir “su tiro de gracia” con el cierre del Congreso, la cual sería una imagen negativa para el país tan solo por el hecho de elegir Congresistas, que cuando son candidatos; “compran los votos” por una bolsa de arroz, un polo, una botella de licor o una fiesta popular.
 
Qué gran culpa de esta situación, de tener estos congresistas, lo tenemos nosotros los votantes; pero también la culpa recae en un sistema electoral que necesita reajustarse para tener representantes capacitados y probos en la gestión del poder para nuestra representación nacional. Es absurdo pensar que elevar los gastos de representación va a mejorar la calidad de gestión congresal, cuando el problema serio es la “calidad” de congresistas que tenemos, que no saben cuál es su función y encima dizque nos representan.
 
Gran parte de la responsabilidad los tienen los partidos políticos débiles. Son ellos los que “reclutan” personajes potenciales, sin experiencia política, sin conocimiento en gestión; pero con el poder de comprar con dinero el curul y de “taquito” pagar la campaña. La debilidad de los partidos es preocupante y es necesaria la intervención del Estado para resarcir esta problemática; como se hace en otros países.
 
Qué triste y hasta nauseabundo fue ver la semana pasada que el Consejo Directivo del Parlamento haya ratificado este aumento del sueldo; hay que decirlo con todas sus letras, NO ES BONO DE REPRESENTACIÓN, ES AUMENTO DE SUELDO. Personajes como Víctor Isla, Presidente del Congreso, Cenaida Uribe, Luis Iberico (a quien creía que era la excepción), José Luna (el que cobra un sol pero se llevará 15,234 nuevos soles a su sueldo, ¿Será para apoyar la revocatoria a la alcaldesa?), Mauricio Mulder (otro que se me está cayendo) y Héctor Becerril, un fujimorista, dizque representante de Amazonas, lamentablemente de mi Región (se me cae la cara de vergüenza), que no se conoce que hace por Amazonas, y más bien es conocido por sus peleas y vociferaciones en el "Congrezoo", nada más, un cero a la izquierda.
 
Creo incondicionalmente en la institucionalidad y representatividad del Congreso de la Republica para fortalecer la democracia, creo en algunos congresistas que si son dignos de sacarse el sombrero y cumplen adecuadamente su función; pero teniendo a la mayoría de representantes, por no decir a todos; votando para subirse el sueldo (una torpeza más que corona el año 2012 como ineptitud e incapacidad congresal); solo puedo decir que para el 2013 la democracia representativa seguirá de picada y que DIOS…, digo el “Congrezoo NOS COJA CONFESADOS”.

jueves, 8 de noviembre de 2012

LA PROBLEMÁTICA DEL MEDIOAMBIENTE EN EL PERÚ

 
Analizar la problemática medioambiental del país es tener en cuenta tres grupos de posiciones y actitudes, según el analista en estos temas, Nicolo Gligo: las Tradicionales, Coyunturales y Futuras; donde se concentran diversas categorías para su mejor entendimiento. Hay que partir del hecho de que en nuestro país el tema medioambiental, no es parte de una agenda nacional, si se quiere hablar en términos de institucionalidad, como tema transversal en nuestras organizaciones públicas y privadas. Estas organizaciones, solo responden a través del “discurso” cuando se aborda la problemática; clara muestra de que no existe una política medioambiental que trascienda el ámbito de los grupos de ecologistas o las ONGs medioambientalistas. Entonces partimos en la mayoría de casos, de “discursos” medioambientalistas desde nuestro Estado.
Veamos en primera instancia las posiciones y actitudes TRADICIONALES. La problemática del medioambiente en nuestro país, débilmente ha formado parte del debate político; más aun, la temática del medioambiente ha sido “mal utilizada” por los políticos para “aprovecharse” de un beneficio personal que posteriormente les traiga réditos políticos. El medioambiente, como un arma para procesos políticos y electoreros. La política en el país, no aborda el tema medioambiental para solucionar sus problemas.
En el país la economía es el fin y no el medio, por tanto marchamos bien, si es que tenemos cifras azules en nuestra economía. Somos un país “economicocentristas”, que busca el desarrollo económico a expensas de un desarrollo social o medioambiental. Nos medimos en torno a los análisis costos-beneficios, convirtiendo a nuestros recursos medioambientales (depredación y explotación de los mismos) como instrumentos para alcanzar el crecimiento económico que ahora tenemos. La economía peruana prescinde del conocimiento medioambiental, y en ello basa su crecimiento a expensas de la explotación irracional y la no sostenibilidad de sus recursos. En lo que respecta a las tecnologías, no son necesariamente confiables si se quiere solucionar el problema medioambiental. En las actividades mineras por ejemplo, a pesar de su alta tecnología, siempre conllevan a procesos de contaminación, a si sea en su mínima expresión, que a lo largo de los años suman. Pero en el actual momento las tecnologías se hacen imprescindibles en algunos casos para la conservación ecológica.
Si bien es cierto, nuestras comunidades rurales son los actores claves para la conservación del medioambiente, no hay que caer en la conclusión que siempre será así. En una economía de lucro globalizante y arrolladora, hace que las comunidades sean “empujadas” a este tipo de economía, conllevando a que busquen la sobrevivencia, aunque ésta involucre la explotación y depredación de sus bosques para un beneficio economicista. Esto tampoco nos debe direccionar a  “anidarse” en las posturas ecologistas, porque el desarrollo social y humano (queramos o no) siempre acarreará costos medioambientales; por lo tanto a la ecología y sus recursos bióticos y abióticos, no hay que encapsularlos en conservacionismos radicales que impidan el desarrollo.
El segundo grupo de posiciones y actitudes COYUNTURALES, están actualmente implementándose en torno al medioambiente. A nivel institucional en el país, se han creado diversas organizaciones medioambientales estatales y no gubernamentales, que se consagró con un Ministerio del Ambiente. Este Ministerio ha conglomerado a todas las instituciones públicas en el tema, y se ha convertido en el sector clave en torno a la política medioambiental, a pesar que todavía no tiene un monto presupuestal adecuado y se haya convertido en un sector burocrático que limitadamente da solución a los problemas y conflictos socioambientales. Por otro lado, la problemática medioambiental se agudiza debido a la pléyade de normas, reglas y leyes que existen; tanto así, que se han convertido en ineficaces e ineficientes, ya que duermen en el “sueño de los justos” al momento de una problemática ambiental.
Otro causal que ha agravado esta problemática, es la privatización masiva o las continuas concesiones de tierras con fines economicistas, conllevando a que los empresarios o concesionarios hagan uso de los recursos naturales de manera depredacioncita, produciendo conflictos sociales y ambientales. Esto es lo que está viviendo actualmente nuestro país. A setiembre del 2013 la Defensoría del Pueblo reporta 167 conflictos activos y 71 conflictos latentes, la gran mayoría de ellos tienen su génesis en problemas socioambientales. Si no se redirecciona y reestructura los fines que persiguen estas privatizaciones, seguiremos confrontándonos en procesos conflictivos socioambientales, que desembocan en acciones perjudiciales para el Estado y sus ciudadanos.
El último grupo de posiciones y discusiones (las FUTURAS), esta conllevando que a mediano y largo plazo la problemática medioambiental se convierta en un debate a nivel mundial, pero lamentablemente los países desarrollados no son conscientes de esta problemática; más aun, no suscriben convenios multinacionales a favor del medioambiente, porque sus intereses se fundan en acciones cortoplacistas. En el Perú tenemos diversas problemáticas ambientales que ponen en riesgo ecosistemas “únicos” y variados, pero esto no reviste interés en países desarrollados que desconocen conocimientos y buscan el desarrollo a expensas de la explotación y depredación. A pesar de que el riesgo ecosistémico en nuestro país tiene su origen principal fuera de sus fronteras; con este cambio climático, debido al calentamiento global producido principalmente por la alta contaminación que emiten “países desarrollados”.
Por otro lado, la problemática medioambiental ha sido empoderada por ONGs, debido a la inactividad o limitado compromiso de nuestras instituciones públicas y académicas. Esto permitió y permitirá que las ONGs muchas veces se sigan “lucrando” por los altos financiamientos que provienen del exterior y otras veces se comporten como “actores políticos” que manejan el escenario de las relaciones entre Estado – Empresa – Comunidades; escenario que a luz de los hechos cotidianos, son negativos, perjudiciales y conflictivos.
Como país, con ecosistemas frágiles, se debería ser más estricto en el tema medioambiental, cuando implementamos relaciones comerciales con otros países. Deberíamos sobreproteger nuestros RRNN en los intercambios de productos que sustentan económicamente estas relaciones bilaterales o multilaterales. Esto podría reflejarse con el intercambio de productos alimenticios orgánicos y no orgánicos que se da entre el Perú con los países que comercializan productos transgénicos, que ponen en riesgo nuestra producción orgánica.
El tema medioambiental es transversal a las diversas problemáticas estructurales del país; así hay que concientizarlo y empoderarlo a nivel institucional y de la ciudadanía. Cuando logremos hacerlo, podremos confluir en un desarrollo sostenible y articulado a nivel social, económico, cultural; y sobre todo a nivel ecológico. Es una tarea pendiente de un Estado fuertemente institucionalizado y de las personas comprometidas, dentro de un equilibrio horizontal entre el hombre y su ecología.

miércoles, 17 de octubre de 2012

UNA REALIDAD A VOCES: LA PÉSIMA CALIDAD DE VIDA EN AMAZONAS

 
Un último estudio de la Revista Perú Económico sobre la calidad de vida en las ciudades del Perú, basados en 8 indicadores (estabilidad política, desarrollo económico, actividad empresarial, calidad de vida, medio ambiente y desastres, infraestructura y conectividad, nivel de seguridad y modernidad) arroja que las tres primeras ciudades del Ranking con mejor calidad de vida son Lima, Arequipa y Trujillo (en ese orden). La última ciudad con peor calidad de vida es Huancavelica y la penúltima está Bagua Grande, ciudad que representa a nuestra región (y no Chachapoyas) por tener mayor población y posee un importante movimiento comercial.
Este es un indicador preocupante que muestra que Amazonas tiene diversas carencias para la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos. Según el estudio, a nivel de los indicadores (política, economía, empresa, medio ambiente, calidad de vida, infraestructura y conectividad, seguridad y modernidad), estamos por los suelos, pésimos; por debajo del promedio nacional.
Es muy lamentable que esta situación sea la característica de las ciudades de nuestra región, y nos muestren a nivel nacional como una de las regiones con problemas álgidos. Nosotros como amazonenses quizás comentemos que vivimos bien, nuestra tierra es pacífica, es un pedacito de cielo, es el paraíso; eso no lo negamos y la experiencia de vida nos lo demuestra a cada momento; pero la calidad de vida va más allá de nuestro “conformismo” de vivir como vivimos en Amazonas. Existen estándares e indicadores que justamente miden la calidad de vida y que nuestra condición de convivencia, nos impiden ver la verdadera situación en la que deberíamos estar viviendo en las ciudades y pueblos de Amazonas.
Tenemos riquezas arqueológicas, excelentes paisajes ecológicos, potencial agropecuario, gente amable y con esperanzas; pero solo lo tenemos como una potencialidad; la gran tarea es aprovechar sosteniblemente este potencial para mejorar esa calidad de vida que todavía no estamos visionando; o en todo caso, no nos quieren hacer ver.
Veamos algunos indicadores negativos que nos ubican en el penúltimo lugar a nivel nacional: no tenemos vuelos comerciales, deficientes caminos y carreteras, servicios institucionales limitados (salud, educación, agricultura, etc), altas tasas de desnutrición y analfabetismo, exclusión a campesinos, nativos y poblaciones vulnerables, limitada productividad agropecuaria y empresarial, desarrollo urbanístico desordenado y limitado, deficientes servicios básicos, creciente incapacidad y corrupción entre nuestras autoridades. Sería cansado seguir enumerando más indicadores que nos están mostrando a nivel nacional como los peores, en materia de calidad de vida.
¿Qué está pasando en nuestra región?, es la pregunta clave a responder. La responsabilidad cae directamente en una generación de autoridades y funcionarios que nos han ido gobernando, y han seguido cavando negativamente esta nuestra situación actual. No hay que ser mezquinos y reconocer que se han hecho obras que han aliviado limitadamente la situación caótica, pero al momento de poner en una balanza, la realidad dura nos muestra que las cosas y hechos negativos han caracterizado a los gobiernos regionales y locales del departamento.  
Hay que resarcir esta situación preocupante, caótica y negativa que lo cargamos como una cruz. Cada uno de nosotros, los ciudadanos amazonenses, aportará para salir de esta situación; pero necesitamos de líderes capacitados, de guías que nos tracen el nuevo rumbo de Amazonas. Los ciudadanos tenemos esperanzas, tenemos capacidades para mejorar la calidad de vida; pero es necesario que los líderes potencien y pongan en acción estas capacidades, estas potencialidades, estas esperanzas.
Amazonas, sus ciudades (Chachapoyas, Bagua, Luya, Lamud, Mendoza, Jumbilla, Santa María de Nieva, Bagua Grande), sus pueblos pueden tener una mejor calidad de vida; hay que ver más allá de nuestra “realidad encapsulada”, de nuestro conformismo convivencial. Que nuestras autoridades, que nuestros intelectuales, que nuestros líderes nos hagan visionar la verdadera realidad, para que a partir de ésta sepamos ver nuevas oportunidades, nuevas esperanzas; un nuevo desarrollo amazonense para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.