martes, 20 de marzo de 2012

EDUCACIÓN RURAL: SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS PARA SU DESARROLLO DESDE LO LOCAL

Segunda Parte

La Influencia de la Cultura y Ecología

La educación en las áreas rurales de nuestra amazonia, ande o costa, corresponde a un espacio mucho más amplio que esta en estrecha relación con su medio ambiente y cultura, por el hecho de que las personas viven en contacto estrecho con estos aspectos.

La educación en estas áreas, tendría que basarse en el estudio de los espacios regionales, ya que existen diferentes tipos de culturas que provienen desde épocas prehispánicas con un desarrollo propio de sus civilizaciones; por ende, un desarrollo cultural autónomo basado en sus propios espacios y tiempos, en la variabilidad.

Los aspectos sociales, económicos y hasta políticos en los espacios rurales, están relacionados estrechamente con la simbología que dictan los cánones culturales en relación con su ecología. En un inicio, los aspectos simbólicos, se construyen a partir de una educación doméstica que deviene de generaciones pasadas.
Estos aspectos se materializan en la variada tradición oral, musical, danzaria, gastronómica; en suma, en toda esta plataforma cultural que ha construido el hombre peruano rural en relación con su naturaleza.

Se ha producido entonces una “corresponsabilidad” entre el hombre y su medio ambiente que ha hecho que la naturaleza de vida al hombre, y éste rinda culto y proteja a los elementos de su ecología.

EL PROCESO DE DESCENTRALIZACIÓN DEBE HACER UN USO MUY EXTENDIDO DEL ESPACIO PÚBLICO DONDE SE PUEDA IMPARTIR UNA EDUCACIÓN BILINGÜE, INCLUSIVA; Y EL CONOCIMIENTO LOCAL Y REGIONAL, SIGNIFIQUE EL CÓDIGO COMUNICATIVO ENTRE LAS CULTURAS.

La educación domestica en el área rural consiste en un aprendizaje primario, donde las personas adultas mayores cumplen el rol pedagógico entre los jóvenes y niños. Son ellos los que te enseñan a “domesticar” el mundo natural a través de tradiciones orales, que más que narraciones, son normas “consuetudinarias” que rigen el desarrollo de los pueblos, manteniendo un orden, estructura, funcionalidad y formas de vida.

No se trata de entender una relación univoca con otro ser vivo o social semejante, sino, entender la relación estrecha de los hombres y la sociedad en su conjunto con un “ser personalizado” que da vida: la naturaleza. Es en este aspecto que radica la diferencia entre un hombre o sociedad de la selva o ande, con nuestras sociedades occidentales. El respeto y hasta el culto a la ecología.

Mientras que nosotros “involucionamos”, destruyendo nuestro entorno ecológico y homogeneizando culturas por medio de la alienación; los pueblos rurales evolucionan, protegiendo el medio ambiente y repotenciando sus identidades culturales diversas.

Entonces la educación rural es pues un mundo creado, recreado y construido a partir de relaciones que parten desde el espacio doméstico. Los niños y jóvenes aprenden a partir de un conocimiento primario de su mundo ecológico y social.

Los mitos, leyendas, creencias, danzas, ritos son sus principales “asignaturas” (si es que se le quiere llamar desde la visión occidental) donde aprenden conocimientos que devienen desde tiempos históricos. Conocimientos que enseñan a identificarse con una cultura autóctona, con un espacio ecológico respectivo, con un pueblo que rinde culto a un río, a una montaña, a una serpiente, a la naturaleza en pleno.

Conocimientos que enseñan que la cultura es un elemento clave en el desarrollo de una sociedad, y donde también se enseña que el mundo ecológico es un “ser viviente personificado”, que rige muchas veces la vida de los hombres y sus pueblos. Por lo tanto, la cultura, es la herramienta principal que pragmatiza el culto y respeto a los elementos de la ecología.

Las manifestaciones tradicionales en el Perú rural representan las primeras formas de aprendizaje educativo. La variedad de estas tradiciones encierran todo un conjunto de conocimientos que van cimentando la educación autóctona de los pueblos.

LA EDUCACIÓN DOMESTICA CONSISTE EN UN APRENDIZAJE PRIMARIO DONDE LOS ANCIANOS(AS) CUMPLEN EL ROL PEDAGÓGICO ENTRE LOS JÓVENES Y NIÑOS. SON ELLOS LOS QUE TE ENSEÑAN A “DOMESTICAR” EL MUNDO NATURAL A TRAVÉS DE TRADICIONES ORALES, QUE MÁS QUE NARRACIONES, SON NORMAS “CONSUETUDINARIAS” QUE RIGEN EL DESARROLLO DE LOS PUEBLOS, MANTENIENDO UN ORDEN Y FORMAS DE VIDA.

Por lo tanto estas formas de educación tienen que ser respetadas e incluidas dentro de las políticas educativas del Estado, ya que son propias de pueblos que han ido experimentándolo por milenios de años y por lo tanto tienen validez científica.

La Educación Bilingüe y el Dialogo Intercultural para una Educación Inclusiva
y Descentralizada

Un diálogo eficaz dentro de las comunidades sociales implica desarrollar las competencias y las capacidades de las personas dentro de la comunicación social.

Un diálogo equitativo se da entre individuos autónomos y bien formados. En un contexto multilingüe y pluricultural como el peruano, la educación bilingüe ofrece una atención diferenciada precisamente porque pretende una educación de calidad que resulte cultural y lingüísticamente pertinente.

La educación bilingüe en nuestro Perú, históricamente y generacionalmente asume la lengua materna como vehículo clave para la optimización del proceso cognitivo de los educandos e impulsa el aprendizaje de una segunda lengua.

El aprendizaje de y en las dos lenguas, al mismo tiempo que contribuye a lograr un bilingüismo aditivo y estable, desarrolla las potencialidades cognitivas, afectivas y psicomotoras de los educandos, permitiendo que el conocimiento local también sea una forma de conocimiento científico porque se ha ido desarrollando y practicando en las comunidades rurales por milenios de años.

La educación bilingüe en el Perú ha dejado de ser una modalidad experimental y aislada. Ahora es una modalidad reconocida oficialmente dentro del sistema. Por el momento su alcance se focaliza en la educación inicial y primaria de una parte de las poblaciones rurales, tanto del ande como de la amazonia. Debemos considerar la educación bilingüe como un instrumento clave para el "empoderamiento" de un gran número de personas pertenecientes a las poblaciones quechua, aymará o de la amazonia.

Sería deseable también que la población urbana hispanohablante se introdujera en el conocimiento de los códigos culturales y lingüísticos vigentes en las zonas rurales a fin de facilitar los intercambios y los entendimientos en la construcción conjunta de la vida en sociedad. Por el momento, la educación bilingüe en el Perú es unidireccional: son las poblaciones no hispanohablantes las que, a partir de su lengua y cultura, acceden al castellano y otros universos culturales.

Sin embargo, en casos puntuales, se produce la situación inversa: hispanohablantes urbanos que aprenden una lengua vernácula, como se hace en algunas escuelas de la ciudad del Cuzco; o una comunidad castellanizada, que reaprende su lengua, como sucede con los Cocama-Cocamilla en la zona amazónica.

NUESTRA REALIDAD EN CADA MOMENTO NOS DESCUBRE EL CLARO ENTORNO PLURICULTURAL. ES POR ELLO QUE UNA EDUCACIÓN DESCENTRALIZADA E INCLUSIVA, COMO PROCESO, DEBE DE REVALORIZAR LAS CULTURAS, PUES SOLAMENTE EN LA MEDIDA EN QUE LAS CULTURAS TRADICIONALES DE NUESTRO PAÍS REFUERCEN SU AUTOESTIMA GRUPAL, VEREMOS POSIBLE A TRAVÉS DE LA DESCENTRALIZACIÓN UNA RELACIÓN DE HORIZONTALIDAD DEMOCRÁTICA.

En el actual momento de descentralización se debería aprovechar la educación de la mayoría de la población desde el aspecto del bilingüismo y la interculturalidad. Esto si se tiene en cuenta, que la descentralización no solamente significa una redistribución de funciones o un “descongestionamiento” del poder por parte de los gobiernos que dirigen el Estado, sino también, un entroncamiento de culturas diversas (diríamos el Perú profundo) que esperan la oportunidad de darse a conocer y formar parte de esta sociedad nacional (para nuestros términos diríamos el Perú Oficial) que históricamente los ha excluido; y la educación, sería el canal más idóneo.

Nuestra realidad en cada momento nos descubre el claro entorno pluricultural en el que nos movemos, es por ello que una educación descentralizada, como proceso, debe de revalorizar las culturas; pues solamente, en la medida en que las culturas tradicionales de nuestro país (amazónica, andina y afroperuana) refuercen su autoestima grupal, veremos posible a través de la descentralización una relación de horizontalidad democrática y no de verticalidad dominante con la cultura de la sociedad envolvente.

Una educación descentralizada e inclusiva, a través de un respaldo político – institucional, debe hacer viable el encuentro armonioso de las culturas a través del dialogo intercultural. Las identidades personales y comunitarias, que iremos redescubriendo con el proceso descentralizador, solo podrán sostenerse obedeciendo ese carácter de integración y síntesis que nacerá desde la descentralización, para ello deben de constituirse y afirmarse las culturas.

Es decir, una convivencia que responda a las marginaciones de todo tipo, pero también que rompa el letargo de encerrarse en si mismas y por lo tanto de empobrecerse y sucumbir.

La educación descentralizada e inclusiva desde el enfoque intercultural debe buscar impulsar a las culturas y no tanto rescatarlas o salvarlas para que sean revalorizadas; sobretodo en la amazonia y en el ande, donde existen diversos pueblos con ricas culturas que desde nuestros “ojos occidentales” son revaloradas como culturas exóticas. Por ello, creo que no es tanto una actitud de repliegue al pasado, sino de impulso al despliegue de las potencialidades de los pueblos excluidos en el presente y en el futuro.

Creo que desde el Estado y sus instituciones educativas, se debería impulsar el concepto de la pluralidad de racionalidades. Sería limitante para nosotros pensar que existe una sola racionalidad o un único orden de conocimientos lógico valido para todas las sociedades en todos los espacios y tiempos existentes.

Nuestra tarea en el proceso de una educación descentralizada e inclusiva es buscar los vasos comunicantes entre las diversas racionalidades de nuestro país, y creo que un primer paso es justamente el conocimiento y reconocimiento de las potencialidades (llamémoslo diversidad cultural, ecológica, agropecuaria) de los pueblos, dentro de un área geográfica y humana diversa.

Esperamos que esta propuesta de la educación descentralizada busque el reconocimiento de las diferencias, no como un limitante para con este proceso; sino como, recursos potenciales para el desarrollo integral del país. Los vasos comunicantes que anotaba anteriormente responden a la construcción de un espacio de dialogo intercultural, primero entre las diversas culturas, y segundo, entre éstas y la cultura envolvente.

La educación descentralizada debe de significar el motor propiciante del dialogo intercultural. Descubrir la naturaleza dialógica de la conciencia humana, del lenguaje, de la cultura y las relaciones sociales, debe de ser uno de sus mas grandes desafíos porque el discurso dialógico representa la base para las relaciones democráticas en una sociedad diversa y pluricultural como la nuestra.

ES POR TANTO LA EDUCACIÓN DESCENTRALIZADA UN PROCESO DE ENTENDIMIENTO Y RESPETO DE LAS LÓGICAS Y RACIONALIDADES NO SOLAMENTE DE NOSOTROS, SINO TAMBIÉN DE LOS EXCLUIDOS, DE LA DIVERSIDAD, EN SUMA DE LOS OTROS. CREO QUE DESDE LA EDUCACIÓN, LA DESCENTRALIZACIÓN PUEDE APORTAR MUCHO EN EL MANEJO DE LA DIVERSIDAD CULTURAL

Es necesario que el proceso de la educación descentralizada e inclusiva, se refresque con enfoques teóricos plausibles con la realidad que se está redescubriendo. La perspectiva intercultural de respeto y tolerancia de las diferentes racionalidades y conocimientos también ha de influir en la forma de percibir la democracia y el desarrollo del país.

La alternativa de una educación descentralizada de nuestro país debe aceptar que seguiremos viviendo en el pluralismo y la heterogeneidad, buscando consensos y espacios de dialogo que permitan organizar y solucionar posibles conflictos en base a un cuidadoso equilibrio.

Es por tanto la educación descentralizada e inclusiva un proceso de entendimiento y respeto de las lógicas y racionalidades no solamente de nosotros, sino también de los excluidos, de la diversidad, en suma de los otros.

Desde la educación, la descentralización puede aportar mucho en el manejo de la diversidad cultural. Una descentralización educativa con una visión de interculturalidad respondería a la inoperante educación formal y homogénea que se imparte en la actualidad en la escuela.

El proceso de descentralización debe hacer un uso muy extendido del espacio público donde se pueda impartir una educación bilingüe, inclusiva; y el conocimiento local y regional, signifique el código comunicativo entra las culturas; de esa manera, se garantiza en este espacio público una igualdad de oportunidades precisamente para acceder a los bienes sociales necesarios.