martes, 14 de abril de 2015

DESPUÉS DE LOS 100 DÍAS DE GOBIERNO ¿DÓNDE ESTÁ NUESTRA BRÚJULA?
 
 
Los gobiernos regionales y municipales acaban de cumplir sus primeros 100 días de gobierno, y ahora toca conocer cuáles son los planes y hojas de ruta para el desarrollo de sus regiones y pueblos. En nuestro departamento de Amazonas estos 100 días han sido marcados por diversas situaciones que han puesto en duda la capacidad de la actual gestión para el desarrollo amazonense. No se aprovechó racionalmente esta tregua democrática, y las nuevas autoridades y funcionarios están como nuestras carreteras: entre tumbos y derrumbes.
 
Personalmente creo que desde el inicio, el actual Gobernador Regional ha tenido una  voluntad positiva para el desarrollo de Amazonas; obviamente el señor Horna quiere y desea lo mejor para nuestra región; pero en política y gestión no se gobierna con buenas voluntades y deseos esperanzadores. Una región se gobierna con un plan de gestión estructurado y organizado, viabilizado políticamente por un conjunto de acciones que tienen que ser “aterrizados” por una maquinaria de técnicos/funcionarios idóneos y expertos en el sector que se les ha encargado.
 
En anteriores oportunidades mencioné: “este gobierno regional (como la mayoría de movimientos políticos) no tuvo un plan de gobierno elaborado sesudamente, de acuerdo a nuestra realidad regional”. La mayoría de planes de gobierno se construyeron solo para cumplir los requisitos del JNE, más nunca respondieron a la realidad, las demandas y potencialidades de la región. Los votantes amazonenses apostaron por un movimiento que NO contaba con un PLAN DE GOBIERNO, y ahora estas son las consecuencias: pasaron 100 días y la actual gestión está buscando una brújula que guíe su horizonte. ¡Cuán importante es ahora un plan de gobierno!
 
Estos 100 días ha sido marcado por la necesidad urgente de que el actual Gobernador se saque la careta de empresario y de una vez se “ponga los pantalones” de estadista regional. El señor Horna necesita ser visto por los ciudadanos como un estadista, se lo eligió para gobernar una región, más no para defender sus empresas. Desde el sillón regional se está para debatir, analizar y proponer políticas, planes, estrategias y proyectos para el desarrollo regional; más no se está para esconderse tras del sillón y dejar que “otros” gobiernen. El Gobernador esta para “dar la cara” ante los problemas y buscar sus soluciones, no está usted para evadirlos; no es bueno eso para Amazonas. ¡Pareciese que existe un vacío de poder regional!
 
Es de suma necesidad que el equipo de funcionarios y técnicos de la región, apoyen decididamente a nuestro Gobernador, sus voluntades y buenos deseos que tiene, no bastan. Lamentablemente la elección de este equipo ha estado cargada de diversos problemas principalmente por la inexperiencia y los “pago de favores”. Amazonas no merece ser “probeta” de experimentos, y estos 100 días debieron servir para poner los cimientos y pilares de ese horizonte que tanto ansiamos los amazonenses: “aprovechando nuestras potencialidades, dejar de ser la región de los  más pobres, más excluidos, de los desnutridos y anémicos, los menos competitivos, los más deforestados…los más olvidados”.
 
Estos 100 días que pasaron, no ha sido un tiempo provechoso para Amazonas, huele a tiempo desperdiciado. Nuestro horizonte tiene que construirse racionalmente, para ello exijamos política y planes regionales para estos 4 años de gobierno, una hoja de ruta. Pidamos al Gobierno Regional reformas profundas en diversos sectores y que se construya una estrategia de desarrollo para llegar al bicentenario amazonense, siendo un departamento medianamente desarrollado y con oportunidades para sus hijos e hijas.
 
Esta es nuestra tarea como ciudadanos responsables, y usted señor Gobernador Horna tiene en sus manos la construcción de ese horizonte promisorio. Reúnase de gente capaz y comprometida, que nosotros los amazonenses pondremos el hombro para empujar juntos hacia buen puerto, ese barco llamado Amazonas que por ahora “navega” sin brújula entre tormentas, huaycos, barro, inexperiencia y corrupción.