miércoles, 19 de abril de 2023

 VERTE ASÍ KUELAP: ¡PERDÓNANOS!


Kuelap, hubiese preferido verte así, como en la foto, cubierta por árboles, helechos y musgos que riegan tus piedras con el rocío de las aguas de lluvia; y no verte como hoy, tirada por los suelos de la corrupción y la mediocridad.

Hubiese preferido que no te descubrieran, que estés escondida místicamente entre marañas y arbustos, protegida por los espíritus de los abuelos y gentiles, como las piedras divinamente arrumadas del Vilaya, junto al Huaylla Belen.

Hubiese preferido Kuelap, que los sonidos que retumban en tus piedras solo sean de los quintes y pichuches que revolotean sobre tus murallas, y no de nosotros los hombres, que no hemos sabido darte el valor histórico.

Hubiese preferido Kuelap, que don Juan Crisostomo Nieto nunca pisara tu cerro de La Barreta, y dé a conocer oficialmente tu existencia; mejor hubieses seguido viviendo entre mitos y leyendas de Purunmachos y Solpeculebras.

Kuelap, hubiese preferido, que sigas en la mística de lo desconocido, del anonimato divino, y que no pisen tu suelo investigadores, consultores y especialistas que solo se hicieron ricos con tus piedras, salvo raras excepciones como don Arturo Ruiz Estrada y otros pocos grandes hombres de investigación que pisaron tu suelo.

Hubiese preferido Kuelap, mil veces, que no te visiten turistas, mientras no te valoren tus autoridades y funcionarios nacionales, regionales y locales; que NUNCA hicieron nada para mantener en pie tu histórica gloria. Porque en tu Amazonas se confunde: “cultura con turismo y turismo con cultura”.

Kuelap, hubiese preferido que no te construyan un teleférico millonario para acercarte más al mundo; y que ese presupuesto primero se hubiese destinado a tu valoración y conservación. “El mundo al revés Kuelap, hoy te visitan más para conocer un teleférico que por conocer tu historia".

Hubiese preferido Kuelap, que sigas durmiendo en un sueño eterno de Tella, entre historias y mitos de tus civilizaciones, y no seas parte de nuestra realidad y sociedad prístina, que NO se altera con el sufrimiento que vienes arrastrando.

Perdónanos Kuelap porque no te sabemos valorar y entender tu inmaculada e incalculable valor cultural e histórico que guardas entre tus piedras divinamente arrumadas.

¡PERDÓNANOS KUELAP!