LA HISTORIA SE REPITE
EN EL PERÚ
El incidente limítrofe con Colombia que hoy es
tendencia en todos los medios de comunicación y en particular, en la clase
política peruana; es una historia que ya lo vivimos cuando en 1879, fuimos a una
guerra innecesaria con Chile. En ese entonces, la crisis política y la
corrupción era nuestro ESTIGMA y principales características. Políticos,
militares, funcionarios y empresarios, siempre conspiraron contra el Perú.
Años antes de la Guerra con Chile, el
presidente José Balta “vendió” el Perú con el Contrato Dreyfus, para explotar
el Guano; a cambio de prebendas, beneficios y corrupción a favor de las grandes
familias y rimbombantes apellidos de la clase política y militar peruana de ese
entonces. Ese dinero de tan importante Contrato, sucumbió a las voraces fauces
de los políticos, militares y funcionarios corruptos, en vez de fortalecer las
instituciones del Estado y luchar contra la corrupción generalizada, para
asegurar y preparar al país frente a una guerra; y sobretodo, emprender allí el
crecimiento social y económico que hoy lo necesitamos.
Los señores y caudillos de ese entonces, se
peleaban por el poder entre civiles y militares; ¿notas algunas semejanzas con
nuestra actual realidad política? Si eres perspicaz, VERAS QUE SÍ. Tanto así que,
en esa época oscura, uno de nuestros Presidentes en plena guerra, (Mariano
Ignacio Prado) se escapó a Europa para comprar armamentos llevándose el dinero
de todos los peruanos: NUNCA VOLVIÓ. ¡Traición total!
Nicolás de Piérola, un militar despreciable en
la historia del país, en plena guerra, llevó un golpe de Estado oportunista asumiendo
el poder. Para hacer lucha a un ejército profesional y preparado como el chileno,
este Presidente desleal con el país, compró armas y municiones muy costosas,
sobrevaloradas y defectuosas; favoreciendo a empresas amigas a cambio de
recibir dinero para él y su séquito político y militar. En plena crisis con
Chile, Piérola (otro traicionero del país) aprovechó para malversar y saquear
los fondos de nuestras defensas.
Mientras Grau moría en un barco como el “Huáscar”
que meses antes era un nido y cagadero de aves guaneras debido al abandono por
parte de los gobiernos corruptos, y se armaban defensas con civiles, campesinos
y estudiantes para la toma de Lima por parte de Chile; las “familias decentes”
del Perú limeño, seguían siendo parte del ambiente de la “prostitución moral” y
de la corrupción de familias caudillistas. Civiles y militares, se prestaban e
intercambiaban el poder desde el ejecutivo y parlamento, dentro de una generalizada
corrupción. Manuel Gonzáles Prada retrató a la corrupción de ese entonces y
sentenció que en el Perú: “DONDE SE APLICA EL DEDO BROTA PUS”
Mientras por el lado privado, la Empresa
Peruvian Guano Co. cesó los pagos al gobierno peruano y prefirió negociar
tratos directos con Chile, y la Casa Grace (un negociador extranjero en el Perú),
por encargo de Piérola, lucró con el comercio de rifles, carabinas, cartuchos,
naves torpederas, etc. Todo esto se hacía con la anuencia de políticos y
militares que estaban en el poder.
Si ustedes queridos lectores, son asiduos y
racionales conocedores de nuestra historia, notarán que “LA HISTORIA SE REPITE”.
En una posible escalada de un conflicto con Colombia (la cual RECHAZO completamente),
pues nuestro país se encontraría casi en la MISMA SITUACIÓN con la época de la Guerra
del Pacífico: conflicto y peleas internas entre “políticos” para ostentar el
poder y fortalecer sus privilegios, corrupción generalizada en el ejecutivo,
legislativo, poder judicial, policías, militares, funcionarios, gobiernos
regionales y locales, etc.
Un DESPILFARRO del erario nacional en comprar
autos de lujos para altos mandos de la policía, ex militares que cobran doble
sueldo en el parlamento, aumentar el sueldo de una Presidenta que ha perdido
legitimidad, aumento sin precedentes del presupuesto del Congreso para pagar
bonos extras y mochar sueldo de sus trabajadores, viajes innecesarios de una
Presidenta y sus ministros, Odebrecht, el Club de la Construcción, Peajes,
Minería ilegal, diezmos regionales y locales; es decir…
La corrupción, las traiciones, los negociados y
el ABANDONO de nuestras fronteras (sobre todo las amazónicas) han sido el gran
problema que venimos arrastrando, como en la Guerra con Chile. Solo con fijarse
que Leticia (Colombia) o Tabatinga (Brasil) son grandes ciudades con los
servicios completos, universidades, centros educativos, hospitales, carreteras
empistadas y hasta con aeropuertos. Mientras nuestra localidad de Santa Rosa
parece un villorrio, con carencias básicas como agua potable, pistas,
hospitales, universidades, etc. Nuestros ciudadanos tienen que cruzar la
frontera para poder satisfacer sus necesidades y derechos ciudadanos. UN
ABANDONO HISTÓRICO, por parte de las autoridades nacionales y regionales
peruanas, y eso es un común denominador en nuestras fronteras; es por eso el
aprovechamiento de otros países por querer despojarnos nuestros territorios;
los “patriotismos” aparecen COYUNTURALMENTE en estas situaciones, luego pasa y
seguimos con el olvido de nuestras poblaciones de fronteras.
Esperemos que la diplomacia racional, consciente
y sincera de ambos países (Perú y Colombia), países hermanos; ENTREN A UN DIÁLOGO
necesario para poder solucionar este impase limítrofe. Nosotros como peruanos
tenemos nuestra razón para sostener y defender que dicho territorio (Pueblo Santa Rosa-Isla Chinería) es peruano; lo último que no puede ocurrir, es un conflicto armado,
porque a nuestro país lo encontrará POCO PREPARADO, igual que en la Guerra del
79; carcomidos por la corrupción generalizada.
La actual clase política, burocrática y militar
han puesto al Perú en la misma década de 1870, previos al Conflicto con Chile,
un país con un problema político interno por el poder, los privilegios y la corrupción.
Que la historia, NO SE VUELVA A REPETIR, ya lo vivimos con Chile.