martes, 10 de octubre de 2023

 PALESTINA-ISRAEL: LA GUERRA QUE NO QUEREMOS VER


Palestina era un gran territorio, que luego fue desmembrado y despojado por la ONU en 1947 con el apoyo predominante de los EEUU para crear otro país. Crean un país en territorio ajeno, CREAN ISRAEL con una fuerza militar inconmensurable para esos territorios. El plan era simple, "el dominio estratégico del medio oriente y sus recursos: el petróleo principalmente". Recuerden siempre, donde hay guerras siempre están los EEUU.

Muchos de los peruanos no sabemos sobre Palestina, Gaza o Cisjordania; territorios que actualmente están en cruentos conflictos donde mueren cada día centenares de personas. Debido a nuestra educación incipiente y sumada a la "nula" difusión de información y conocimientos por parte de los medios de comunicación, muchos de nosotros, los peruanos; no sabemos lo que está ocurriendo al otro lado del mundo; menos sabemos que existen países y territorios con disputas y conflictos que devienen de muchas décadas atrás.

La preocupante situación en la Franja de Gaza o Cisjordania, tiene un trasfondo irracional del control geopolítico de la energía por parte de los países poderosos, sin importar los derechos, la libertad y la vida de los más vulnerables que son los niños, las mujeres, los discapacitados y los ancianos. Todos estos están siendo asesinados a mansalva por parte de occidente y su país “títere”: Israel.

Cómo se puede hablar de democracias y desarrollo, de globalización y tecnología, de paz en el mundo, cuando niños y mujeres, derraman sangre por la crueldad y la "sagacidad" de los que gobiernan el mundo, de los que se hacen llamar racionales y salvadores del mundo, de los que tildan de terroristas a aquellos que buscan su libertad y autonomía para poder salir de la pobreza y el hambre. El mundo no solamente es el Perú, el mundo no solamente son nuestras regiones o localidades, el mundo somos todos ya que nos desarrollamos a partir de una gran "pángea" (un solo continente), que nos parió para armonizar y desarrollarnos juntos, y no para matarnos entre nosotros mismos.

No somos los "occidentales pensantes y emprendedores", si seguimos callando las barbaridades que se cometen en nombre de la paz, en nombre de políticas de intervención o en nombre de las religiones. No somos los salvadores del mundo cuando las pobrezas y guerras, conviven con el desarrollo de la tecnología y el conocimiento. No somos los descendientes de Adán y Eva, cuando en nombre de las religiones o el control energético, matamos a nuestros congéneres.

El Perú también forma parte de una geopolítica mundial que tiene "voz y voto" al momento de llamar la atención de lo que ocurre en el globo, pero vemos que nuestra gente ni siquiera sabe de esta guerra, menos donde queda la Franja de Gaza o Cisjordania, o que existe un pueblo Palestino que cada año está siendo bombardeado por los cohetes del desarrollo humano y la tecnología de la globalización. ¿Qué nos está pasando?

Respetemos la vida humana que es lo más sagrado que tenemos. Protestemos contra esta matanza, y como peruanos debemos sentirnos parte de este mundo, de sus éxitos y problemáticas y no "encapsularnos" en la somnolienta cotidianeidad de sentir que el mundo solamente es nuestra calle donde vivimos, nuestro trabajo, nuestro pueblo, nuestra familia o las "ocurrencias" o "sensacionalismos" que informan los medios; el mundo también para nosotros, deben ser aquellos que sufren y mueren cada día, por las pobrezas y guerras causadas en nombre de la paz, la racionalidad y el desarrollo.

Ahorita, en estos momentos, muchos inocentes, entre niños y mujeres, ancianos y discapacitados; están siendo asesinados en Palestina en una guerra injusta; Israel armado y apoyado por occidente, y EEUU con la OTAN a la cabeza. Mientras el mundo está observando otros asuntos, hermanos están muriendo entre balas y bombas al otro lado del mundo. Reflexionemos un momento del rumbo que está tomando nuestra civilización, un rumbo que está regresando a los inicios de la barbarie, pero dentro de un “paraguas” de modernidad y tecnología. Ahí un gran reto de la humanidad: respetarnos entre nosotros, después será ya muy tarde.