¿SOMOS LIBRES, SEÁMOSLO SIEMPRE?
Cuan distante es la letra de nuestro himno con
la realidad en que estamos viviendo, porque ¡NO SOMOS LIBRES!, ya que desde
hace muchas décadas la corrupción institucional nos carcome desde
los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. ¡No somos libres!, porque en las
calles las garras de la inseguridad ciudadana asesinan por un
celular o por salir a conducir un micro. ¡No somos libres!, porque
seguimos esclavos de la pobreza y el abandono en nuestras
comunidades rurales. ¡No somos libres!, porque un terremoto, una inundación
o un friaje se nos lleva a nuestros niños y ancianos vulnerables,
dejando pueblos abandonados y sin reconstruirse.
¡No somos libres!, ya que elegimos y nos
gobiernan autoridades y funcionarios con una variedad de procesos
judiciales. ¿Cómo vamos a ser libres si los gobiernos de turno han
secuestrado al país y lo han repartido a las grandes empresas y compañías que
vienen destruyendo bosques, ríos y lagunas; y de por medio con “aceitadas”
de dinero o acaso ya se olvidaron de los Odebrecht, Petroaudios y
faenones?
Somos en realidad el “LARGO TIEMPO EL PERUANO
OPRIMIDO”, ¡así es!, “largo tiempo oprimidos” por expresidentes que
se han vendido a la corrupción y hoy están presos o se suicidaron. “Largo
tiempo oprimidos” por instituciones que se hacen llamar “demócratas”,
pero tras de ella se esconden autoridades y funcionarios que liberan violadores
de niños, exigen coimas de “10 verdecitos”, mocha sueldos, se aumentan los
sueldos, ruegan por los diezmos de las obras y proyectos o se arman faenones.
“Largo tiempo oprimidos” por Congresistas que, sin
vergüenza alguna, esconden sus vínculos de lavado de dinero,
narcotráfico, falsificación de documentos, viajes de placer, roba cables,
plancha camisas, administradores de prostíbulos, invasores de terrenos, come
pollos, mocha sueldos, apañadores de corrupción, empleadores de troles, leyes a
favor de la criminalidad…NO SIGO, me duelen los dedos golpear
con furia el teclado. “Largo tiempo oprimidos” por estos representantes de la
“política peruana” que, con los más altos índices de desaprobación y
rechazo, repentinamente se convirtieron de desbocados, gritones y
corruptos, a “líderes de la democracia” en el Perú; los que
tienen entre sus manos el destino del país.
“Largo tiempo oprimidos” por una horda
de diversos actores “políticos” regionales y municipales, que han
transformado la generacionalmente alicaída política de provincias, en un
escenario de caos e improvisación; sin sentido, sin coherencia, sin brújula,
sin propuestas. “Largo tiempo oprimidos” eligiendo autoridades que se
llevan los diezmos, que sacan “tajaditas” de las obras, que no
hacen obras de impacto, que mantienen a sus regiones y
municipalidades con paupérrimos indicadores socioeconómicos, que
por arte de magia ingresan pobres y salen ricos, que ponen como
funcionarios o asesores a sus donantes de campaña, aunque éstos no
conozcan ni el abecedario. Que no tienen
un solo proyecto de impacto, pero roban rico.
Largo tiempo el peruano oprimido, “LA OMINOSA CADENA ARRASTRÓ”, y es que claramente venimos arrastrando cadenas por diversas generaciones. Cadenas que nos carcomen la moral y los valores en lo más profundo, cadenas de la exclusión y abandono de nuestros pueblos del ande y la amazonia. Arrastramos las cadenas del machismo que asesina mujeres; las cadenas coloniales de la discriminación por raza, etnia y género; las cadenas de la anemia, la desnutrición y el desempleo.
La ominosa cadena que arrastramos es tener
autoridades y funcionarios que se reparten por años los puestos de
trabajo en el Estado. Arrastramos cadenas de la deslealtad, tráfico
de influencias para intereses particulares, de sobonería y altanería porque
trabajas al lado de un jefe corrupto. En las calles cada día arrastramos las
cadenas del irrespeto, de la majadería, del insulto, de violar las
reglas básicas de ciudadanía, de desconfianza, de falta de solidaridad.
Arrastramos las cadenas de no respeto a nuestra ciudad, a
nuestro pueblo; de destrucción de nuestra ecología; arrastramos las
cadenas de maltrato a los animales.
Somos un país, hijos de la corrupción generacional, porque desde Virreyes y Corregidores de la época Colonial y Virreinato, hasta Presidentes, Políticos,
Congresistas Militares, Funcionarios, Gobernadores Regionales o Alcaldes en
nuestra República actual; han ROBADO Y DESFALCADO a nuestro país a
costa de indios, mestizos y ahora ciudadanos.
Hoy vemos como nuestra clase política sigue
esos parámetros oscuros de la historia
de nuestro país con una mujer Presidenta
traicionera, asesina, corrupta mediocre y mentirosa; un Congreso lleno de mafiosos y embaucadores,
instituciones débiles como el Ministerio Público o la Policía que se venden a la delincuencia de la corbata y
de las calles; militares que se forran el dinero las armas y tanques, o
altos mandos policiales que con nuestra plata se compran carro últimos modelo, mientras las comisarías no cuentan con
patrulleros. Jueces que meten preso a un agricultor por robar una gallina,
y liberan a empresarios del Club de la
Construcción que se tiraron millones del erario nacional.
Esto es el Perú de hoy, no hay nada que
celebrar en las Fiestas Patrias. Nuestra bandera, símbolo de orgullo y
moralidad, aquella por la cual Alfonso Ugarte murió estrellado entre las
rocas para evitar que el enemigo lo tomara como trofeo; merece ser
izada a media asta en nuestros hogares. ¡NO SOMOS LIBRES!, ¡LARGO TIEMPO EL
PERUANO OPRIMIDO, ¡LA OMINOSA CADENA ARRASTRÓ!
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PD: NADA HA CAMBIADO,
este artículo lo escribí el año 2018 y actualizado a la coyuntura actual.