domingo, 25 de julio de 2010

“AMAZONAS: LA MONTAÑA DE LOS GUERREROS”

LOS LUYA Y CHILLAOS Y SU DESARROLLO CIVILIZATORIO EN LAS LADERAS ORIENTALES DE NUESTRA AMAZONÍA

Los guerreros hablan del chamanismo como si fuera
una ave mágica, misteriosa, que detiene su vuelo un instante,
para dar al hombre esperanza y propósito;
los guerreros, viven bajo el ala de esa ave a la que llaman
el pájaro de la sabiduría, el pájaro de la libertad”

Don Juan Matus. Carlos Castaneda


1. Introducción

Comprender a la Amazonía Peruana en su totalidad es demasiado complejo, en razón a su diversidad de ecosistemas y a su heterogeneidad étnico-cultural. Desde la perspectiva ecológica, sabemos que nuestra amazonía peruana se divide en tres regiones: la Ceja de Selva, la Selva Alta y la Selva Baja; todas ellas con sus propias peculiaridades del desarrollo humano.

Para el arqueólogo, antropólogo e historiador investigar el desarrollo del hombre en la amazonía es un gran reto que involucra desarticular ciertas limitaciones, exotismos y mitos que se tejen sobre esta área. Obstáculos, que muchas veces han impedido una comprensión holística de nuestra amazonía; y que se ven hoy reflejadas en las escasas investigaciones y en la exclusión de sus pueblos por parte de la sociedad nacional.

En esta oportunidad, trataré de dar a conocer el desarrollo civilizatorio de un conjunto de etnias prehispánicas llamadas los Luya y Chillaos, grupos que se desarrollaron en la zona nororiental del Perú, habitantes de ceja de selva y selva alta. En importancia trataremos de presentar el desarrollo del pensamiento filosófico y religioso de los antiguos Luya y Chillaos

2. Breve Reseña del Desarrollo Humano en la Amazonía

Como sabemos, el conocimiento de la amazonía en general se inicia propiamente en 1542 cuando Orellana navega por el actual río Amazonas; y es que entre sus tripulantes, viajaba Gaspar de Carvajal
[1], un sacerdote que escribió una etnografía de los sucesos y acontecimientos del viaje y de las relaciones que tuvieron con los indios de estas tierras. Una de las preguntas que ha marcado entre los investigadores y estudiosos sobre el desarrollo humano en la amazonía, es si es que: ¿Existieron sociedades complejas con alto desarrollo civilizatorio o solo grupos tribales simples en la amazonía?

El componente o modelo biogeográfico
[2] que nos propone Meggers para la amazonía, sostiene una dinámica social influenciada por el medio ambiente. Ocurrieron procesos climatológicos que permitieron migraciones hacia zonas amazónicas, conllevando a heterogeneidades de grupos etnolingüísticos y estilos alfareros. Para Meggers, esta determinación medio-ambientalista en la amazonía condujo a que los grupos humanos, para su supervivencia, se estructuraron en sociedades tribales pequeñas e itinerantes.

Concluye, que ante los limitantes ecológicos, como por ejemplo la falta de materiales líticos (piedras) en la amazonía baja para la fabricación de armas, herramientas y casas; no pudieron desarrollarse sociedades complejas en la amazonía.

En cambio, el modelo demográfico o discontinuo
[3] de Lathrap, sostiene que en la amazonía si existieron grandes poblaciones que competían por el control de los recursos. Ocurrían conflictos de grupos que conllevaban a permanentes migraciones a otras áreas.

Las ocupaciones tempranas en la amazonía se remontan a 10,000 años atrás aproximadamente. Eran sociedades recolectoras, sustentadas en base a la caza, pesca y la recolecta de plantas y raíces. Se ha encontrado evidencias de estas ocupaciones en cuevas, cavernas y conchales. Para el caso peruano el registro arqueológico nos indicaría un desarrollo formativo selvático desde hace 2000 años a.c., con culturas de alfareros como Tutishcainyo
[4] (Ucayali Central), Cobichanaqui (Alto Pachitea, Huánuco) y Chambira (Loreto).

Estas culturas son desprendimientos migratorios que a causa de conflictos vinieron a poblar estas zonas. Fueron parte de sociedades complejas que acarrearon conocimientos y tecnologías, propias de este tipo de sociedades y los acondicionaban a nuestras áreas ecológicas; más aún pudieron ser estas culturas, el origen formativo de las sociedades andinas tal como lo propuso Julio C. Tello para Chavin en razón a su manifestación iconográfica.

Los señoríos complejos en la amazonía peruana se desarrollaron en base a una producción de artesanía, a una economía, demografía y formas socio-políticas propias y adecuadas al medio ecológico imperante. Se conoce del desarrollo de estas sociedades en las várzeas (amazonía baja), selva alta y ceja de selva con tipos de asentamiento urbanos, con rituales e ideología ligados a una jerarquía social y a una centralización política.

La ceja de selva y selva alta, fueron el refugio de importantes señoríos complejos, tal es el caso del conjunto de macro etnias que se asentaron en las laderas nor-orientales de la cordillera de los andes, y que hoy se las conoce como cultura Chachapoyas. En esta area, destacan con nitidez las etnias que conformaban la cultura de los Luya y Chillaos.

3. Los Luya y Chillaos y su Desarrollo en las Laderas Orientales de la Amazonía Peruana

3.1. Deslinde Étnico y Cultural


Antes de hablar de los Luya y Chillaos, se me hace necesario realizar un deslinde étnico, ya que Chachapoyas (como término y cultura globalizante que hoy conocemos), fue impuesta por los invasores incas. El transcurrir de las generaciones y el aporte de los investigadores en el conocimiento de esta cultura, nos han ido enseñando que los hombres que habitaron esta área nororiental; pertenecieron a una gran cultura regional y globalizante, denominada por los incas como los Chachapoyas.

El término de macro etnias que propongo, está en razón al estudio de crónicas y las experiencias de campo en el análisis de los símbolos; materializados en el arte pictográfico, petroglifos y cerámica. Estos nos indicarían que los Luya y Chillaos, resultaron ser un conjunto agrupado de macro etnias, como los Rongia, Cascayunga, Charasmal, Chilchos, Xumbia y otros. Es decir, en el desarrollo autónomo de esta región, la administración política – administrativa, estaba conformada por un conjunto de macro etnias que encerraban a otras menores. Alguna de las crónicas, a esta división lo han llamado parcialidades
[5].

Estas macro etnias o parcialidades, comprendían un conjunto de etnias; subsecuentemente éstas, estaban conformadas por un conjunto de familias consanguíneas y por afinidad. Esta división, se debía a que cada una de estas macro etnias se identificaba con un conjunto de símbolos que representaban a sus deidades principales.

Un panteón teocrático, que permitía la unificación de la macro etnia por medio de la subjetivación constante de patrones culturales y ecológicos, que luego se materializaban estilísticamente en los símbolos y posteriormente se volcaban al grupo social. Cada una de las macro etnias de un área de ceja de selva o temple
[6], poseía una concepción propia de su mundo. Una cosmovisión muy diferente a una macro etnia que habitaba las jalcas. Conformaban behetrias que elegían a sus propios jefes (en razón a épocas pacíficas o de conflictos) y dioses (en razón a su entorno ecológico y cultural).

El término globalizante de Chachapoyas, se adscribe cuando los incas penetran en esta área con afanes de conquista. Cuando ingresan desde los Huacrachucos (Huanuco), se encuentran con los dominios de una macro etnia a lo que los Incas los llamaron Chachapoyas; o en todo caso, imponen este término para globalizar a todas las macro etnias y tener el control sobre esta área cultural. Así, los diferentes grupos macro étnicos, “fueron unificados por los incas bajo el nombre de Chachapoyas por razones administrativas y porque los distintos grupos estaban marcados por una homogeneidad en la arquitectura, la cerámica y el modelo de subsistencia agrícola.”
[7]

Con este deslinde étnico, no pretendo quebrantar los conocimientos actuales que tenemos sobre el desarrollo cultural de los Chachapoyas, ni tampoco crear opiniones encontradas en la sociedad científica que tiene referencia sobre esta cultura. La intención es destacar que existieron también macro etnias o culturas que hay que tomar en cuenta en la historia de esta región. Grupos de civilizaciones como la cultura de los Luya y Chillaos que construyeron, el Complejo Arqueológico del Vilaya, Kuelap, Carajía, Chipuric, Ciudad de los Muertos, Wuanglic y muchos otros.


3.2. Ubicación Geográfica y Ecología

El área de los andes nororientales, fue el refugio ecológico de los Luya y Chillaos. Esta región ecosistémica, presenta una brusca variedad de medio ambientes, influenciadas por las diferencias en cuanto a altitud, temperatura y precipitación; y en importancia por la capacidad transformadora del hombre.

Estos refugios ecológicos, se ubican en la vertiente oriental de los andes. Una zona intermedia entre ande y amazonía que se le conoce como ceja de selva, cuya “formación vegetal es efímera debido a la obra devastadora del hombre agricultor, ganadero, maderero o recolector”
[8], o como lo denomina Raimondi: ceja de montaña, “donde la vegetación en general no es tan espesa y faltan los corpulentos árboles de los terrenos bajos y cálidos”[9]; y es que la “vegetación enana” que caracteriza a estos bosques de neblina, esta conformada en su mayoría por una variedad de epifitas, musgos y líquenes.

Estos contrafuertes geomorfológicos y climáticos, resultaron ser una muralla natural que protegía a los grupos étnicos ante posibles invasiones de otras etnias. Las crónicas del siglo XVI nos mencionan que estos Luya y Chillaos, estaban ubicados en áreas “muy fuertes y seguras, porque estaban cerradas casi por todas partes de un muy hondo valle, por el cual va un río que le cerca por la mayor parte, que cortando los puentes de él habría mucha dificultad de conquistarlos”
[10]. Cabe rescatar su estratégica ubicación en el control de diversos pisos ecológicos. Su cercanía con ecosistemas de costa, ande y amazonía baja, significó una fácil conexión con diversos grupos de otras culturas para el intercambio de productos.

Este conjunto de macro etnias se juntaban en situaciones especiales, como por ejemplo amenazas de conflictos con otras culturas. Estas amenazas y la subsecuente unificación macro étnica, respondía a la violentación del aspecto ideológico-religioso que se configuraba en la adoración de símbolos estilizados, que representaban las deidades principales de estas macro etnias: la serpiente, el jaguar y el caimán.

Estos grupos humanos, desde sus primeras civilizaciones pre-agrícolas, han sabido adaptarse a un medio natural complejo, construyendo un modo de vida y una cultura propia y original. Por lo tanto, estas macro etnias , se han desarrollado a través de procesos de fusión de elementos andinos y amazónicos, en razón a un espacio ecológico que no es de ande, ni de amazonía baja; más bien esta área es la configuración tanto de elementos andinos y amazónicos que lo hacen peculiar. Estos grupos nor-orientales, poseían una autonomía cultural propia, muy diferente a la tradición andina o a los grupos culturales amazónicos actuales. La cultura de estas macro etnias, responde a un espacio ecológico mixto.

Los Luya y Chillaos, llegaron a conformar señoríos complejos en la amazonía peruana. Sus limites naturales (Marañón y Utcubamba), se rompieron por la acción cultural expansionista de esta macro etnia. El área donde se desarrolló este grupo, resultó ser estratégica ya que significó un corredor de tránsito comercial entre los grupos de la amazonía baja, con los grandes señoríos de la costa norte; estos últimos, demandando la parafernalia suntuosa y las sustancias psicoactivas para sus gobernantes y sacerdotes.

3.3. Los Luya y Chillaos: “Guerreros de las Montañas de Neblinas”

Los Luya y Chillaos fueron grandes Guerreros, porque se mostraron indomables y aguerridos ante los incas, en un inicio; y posteriormente con los invasores españoles. Sus construcciones arquitectónicas en laderas rocosas y montañosas, constituyeron imponentes fortines para defenderse de pueblos invasores, en algunos casos; o para celebrar ceremonias, en honor a los dioses, en otros casos. Tal es el caso de Kuelap, que constituyó ser un centro de culto y defensa de los antiguos Luya y Chillaos.

La valerosidad de estos hombres, se demostró con gran solvencia contra las huestes imperiales cuzqueñas. Estos hombres, “por defender su libertad y vivir con tranquilidad y sosiego peleaban de tal manera que se dice que el inca huyó feamente”
[11]. Aún con la presencia de los incas en estos territorios, los Luya y Chillaos seguían haciéndoles la guerra a las huestes imperiales. Utilizando diversas estrategias militares, mantenían su autonomía y no caían sometidos fácilmente ante las tropas incas.

Las crónicas nos cuentan que en una de las fortalezas, “los Orejones y demás soldados habían bebido demasiado y dejándose dormir en la confianza de los rendidos (los Luya y Chillaos), fueron metidos de súbito grandes escuadrones de gente rústica y bien armada y comenzaron a matar con increíble crueldad…[ ]…se afirma que estos hombres se bañaban con la sangre de los soldados y Orejones”
[12]. La crónica afirma que en este contraataque de los Luya y Chillaos, el capitán de Huascar y a la vez hermano de éste, Chuquis Guaman; murió en la contienda con cerca de sus tres mil soldados, escapándose solo ochocientos de éstos.

Pero estas muestras de valentía no solo se mostraron en contra de los incas, también los españoles supieron y sufrieron las arremetidas de los Chillaos. Don Alonso de Alvarado
[13], “supo como tierra adentro existía grandes pueblos y muy poblados, quienes se habían reunido unos a otros para darle la guerra”[14].

3.4. Pensamiento Religioso y Cosmovisión

El hombre de los Luya y Chillaos, observa a su entorno ecológico no solamente como un satisfactor de sus necesidades primarias (alimentación, vestido, hábitat, etc.), sino también se percata que se producen fenómenos, verificables en unos casos e inexplicables en otros. Quiere comprender a su hábitat holísticamente, y es en esa actitud, que descubre fenómenos que le son inverosímiles a su grupo social y trata de plasmarlos imaginariamente dándoles autonomía vital.

En suma, construye una concepción religiosa que tiende a deificar ciertos fenómenos y actores (bióticos y abióticos) que sirven como modelos para la construcción y desarrollo de la organización social. Es por eso que el desarrollo cultural de los Luya y Chillaos, estuvo marcado por un componente ideológico determinante en la vida social, la relación: ecología – religión –organización social.

El hombre de los Luya y Chillaos, habitaba un medio ambiente determinante, con elementos ecológicos diversos y heterogéneos. Estos elementos ecológicos, se interiorizaban a través de símbolos subjetivados por acción del constructo sociocultural humano que significaba ser la religión. Así de esta manera, la religión cumple un papel mediador entre la ecología y la organización social, ya que en torno a ella "se construye un conjunto de valores y objetivos específicos, un cuerpo de conocimientos y creencias”
[15] .

La religión se encargaba de construir un conjunto de valores a partir de los elementos ecológicos, un cuerpo de conocimientos y creencias que incluso terminaba en una deificación. Realizada esta acción, la religión exteriorizaba estos elementos ecológicos (convertidos en simbologías de culto) a través de símbolos objetivados, sobre la organización social. Esta última funcionaba y se estructuraba en razón al nuevo orden social y político (llamémoslo ideológico) establecido por la cultura.

La plasmación de estos símbolos en los Luya y Chillaos, todavía hasta hoy se observa en el legado arqueológico y etnográfico que nos han dejado, y que aun los pobladores actuales lo practican. Así por ejemplo, el material pictográfico que se observa en farallones rocosos y cerámica, en petroglifos, símbolos dejados en construcciones pétreas (Kuelap, Vilaya,), sarcófagos (Carajía, Pukatambo) y mausoleos (Revash, Wuanglic); en todas ellas se plasma simbologías mágico-religiosas con un alto culto a los elementos de la naturaleza.

Simbologías estilizadas que en la mayoría de los casos, fueron plasmadas cuando el chaman, guerrero o artista entraba en un estado de conciencia ampliada por la acción de la ingesta de sustancias psicoactivas. Por otro lado, las manifestaciones orales (mitos, leyendas, creencias) son también las expresiones de ésta exteriorización simbólica. Claro está, que ya con componentes ideológicos foráneos que se han ido sincretizando a través del tiempo.

El pensamiento mágico-religioso entre los Luya y Chillaos, ha jugado un rol preponderante en su desarrollo como civilización. Para el hombre Chillaos, el destino de su sociedad dependía de cultos. Cultos que se transfiguraban en razón a una “ekklesia” o templo inmenso y heterogéneo que para el caso de los Luya y Chillaos venía a ser el hábitat ecológico.

La activa construcción y reconstrucción de las identidades entre los Luya y Chillaos, parte de esa estrecha relación que tienen con su espacio ecológico. La tierra, los ríos y los bosques con todos sus recursos, han jugado un papel histórico en la formación sociocultural de esta cultura. Comparten un conocimiento profundo de su medio ambiente y ponen en práctica diversas expresiones simbólicas para representar la relación equilibrada entre el hombre y su naturaleza. Es parte de la conciencia histórica de esta cultura, “los conocimientos propios sobre la fauna, la flora y el medio ambiente, que son científicos por ser el resultado de milenios de observación y experimentación”
[16] .

La cultura de los Luya y Chillaos, utilizó su religión (entendida como constructo socio-cultural) para comprender a su medio ambiente circundante. Este entendimiento surge justamente ante una situación de problemática existencial y del reconocimiento etiológico (ciencia que explica los fenómenos sobrenaturales) de los acontecimientos y fenómenos que en su hábitat se producían.

El hombre de los Luya y Chillaos, ha utilizado su cultura para crear patrones de reconocimiento de los elementos de su ecología. Un sistema de símbolos que se engloba dentro de una áurea mágica y sacralizada. Se observa de esta manera como la religión "es un ejemplo del número infinito de eslabones que sirven tanto para ligar un sistema cultural como para hacerlo parte compatible del ecosistema total"
[17]

La imaginación simbólica de la naturaleza por medio de la religión, ha ofrecido al hombre de esta cultura nor-oriental, una visión congruente y amplia de su mundo que lo rodeaba; y ha despertado, un sentimiento de admiración reverente en la que se ha apoyado el orden social imperante.

Socialmente, la religión en los Luya y Chillaos era una institución muy útil en el desarrollo de los grupos. Construir y entender su mundo social, era el fin para obtener el provecho material y moral. La religión era pues una expresión de la conciencia colectiva, que reafirmaba los sentimientos comunes a través de normas y reglas íntersubjetivadas. Es decir, en los Luya y Chillaos, la sociedad transfigurada simbólicamente era la religión. En suma, la religión era la misma sociedad y “es en medio de estos ambientes sociales efervescentes...[ ]…donde parece nacer la idea religiosa”
[18] .

Esta imaginación simbólica, plasmada hoy en día en los restos arqueológicos de esta cultura, debe ser interpretada por un equipo de arqueólogos y antropólogos que trabajen conjuntamente; teniendo en cuenta la relación social entre el pasado y el presente. Esta formula, nos permitirá observar holísticamente los problemas que han de plantearse en futuras investigaciones en nuestra amazonía.

Esta imaginación simbólica de la naturaleza por medio de la religión, “ofrece al hombre una visión congruente y amplia del mundo que lo rodea y despierta un sentimiento de admiración reverente, en el que muchos humanos se han apoyado y aun se apoya el orden social...”
[19]. La perspectiva ambiental, reclama pues su propia manera de percibir el proceso histórico; debido a que el desarrollo de la organización social, las manifestaciones orales y materiales del pasado y el presente, sobrellevan la influencia marcada de la ecología entre los Luya y Chillaos.

3.5. Los Purunmachos: El Culto a los Guerreros

Cuando conversaba con los lugareños sobre el significado que representaban los monumentos arqueológicos, me decían que son lugares sagrados, donde no se podía ingresar porque allí vivían los Purunmachos. Me advertían que para ingresar, hay que realizar previamente un pago a los “abuelos” con coca y aguardiente. Vemos en esta experiencia entonces, una relación directa de los pobladores con su pasado.

Así como sus antepasados, “enterraban a sus muertos en lugares inaccesibles para que puedan vivir en paz”
[20]; así también, el hombre de hoy, impide – previo pago (ofrenda) – molestar a sus muertos, porque creen que las almas de éstos todavía viven para la protección y el mantenimiento de los pueblos.

Estos Purunmachos o gentiles, vendrían a ser las momias que están en el interior de los sarcófagos; tal como observamos en los Sarcófagos de Carajía. El análisis que hago, es que los sarcófagos y sus momias que guardan, que hoy vemos imponentes en los acantilados; vienen a ser la representación física y visual de los Purunmachos. Es decir el mundo palpable, observable y accesible. El eje inactivo en la cosmovisión.

El alma, ánima o personalización asignada, vendría a ser la representación no física, oculta o mística de estos Purunmachos. El mundo desconocido o sobrenatural. El eje activo en la cosmovisión. Es esta representación no física, la que se manifiesta actualmente en el imaginario religioso de las personas.

Es este mundo de los Purunmachos, la que todavía esta activo en el pensamiento religioso de los pobladores. Es esta representación mística, la que influencia en sobremanera sobre las personas. La que causa las enfermedades raras. Pero también, es el eje que protege a la representación física, que vendrían a ser los restos arqueológicos.

En torno a ellos, actualmente existen una gran variedad de leyendas y relatos en los pueblos de Amazonas. Me comentan las personas, que “agarran” (aprehenden) a los que profanan sus chulpas (tumbas), los llevan al cerro y no los sueltan más; o también, producen en los profanadores, enfermedades raras, terminando en una muerte misteriosa.

Las personas que pisan un resto óseo o un tiesto antiguo, sufren tumores que los invalida físicamente, o les produce sarna en todo el cuerpo. Como es natural, en estos lugares existen curanderos especializados que tratan con las enfermedades ocasionadas por estos Purunmachos.

Los enterramientos que realizaban los antiguos Luya y Chillaos, nos indican el profundo culto y respeto que tenían hacia sus muertos. Depositarlos en cápsulas antropomorfas o sarcófagos (Purunmachos lo denominan los actuales pobladores campesinos de la zona), para luego instalarlos en riscos o farallones rocosos inaccesibles; significaba el mayor rito religioso, y el máximo honor jerárquico que se le podía ofrecer al personaje extinto.

Las crónicas mencionan, que el curaca Chuquimis (posible causante intelectual de la muerte del inca Huayna Capac), fue momificado y depositado en un sarcófago antropomorfo, para luego ser trasladado a un peñasco; “Colla Topac, capitán y hermano de Huayna Capac ordenó exhumar de su mausoleo el cadáver momificado de Chuquimis para luego ser enterrado en la tierra como cualquier plebeyo”
[21] .

Esta cita, nos muestra manifiestamente que depositar a sus muertos en lugares inaccesibles, simbolizaba respeto y culto a un personaje principal, que marcó el desarrollo histórico en estas macro etnias. Por el contrario, enterrarlos bajo tierra era tan común, como cualquier persona de la cultura.

Por lo tanto, estos Purunmachos, a la que hacen mención los pobladores actuales, son pues los curacas, guerreros o chamanes. Personajes principales con alta jerarquía, que dejaron huella entre los Luya y Chillaos, y que hoy sus descendientes, los rinden culto y adoración a través de sus rituales de pago que realizan en honor a sus antepasados.

El carácter sacralizado que atribuían los antiguos pobladores para con sus momias, se conserva hasta hoy en día en los pobladores que cotidianamente reinventan la historia de sus Purunmachos. Actualmente se escucha comentar entre los pobladores que “estas pinturas, ollitas y casas de piedra son de nuestros Purunmachos que viven allá en las peñas, ellos nos están vigilando que hacemos, míralos ahí están como soldados espiándonos…[ ]…hay que hacerles pagos nada mas, para que no nos hagan daño…[ ]…vamos a coquear y entramos para verlos”.
[22]

4. A manera de Conclusión

Es trascendental conocer la historia de los pueblos, ya que a partir de ella podemos reconstruir y comprender, todos los acontecimientos culturales que ocurren en la sociedad actual. El pensamiento y el folklore de los pueblos amazonenses, y en especial la de los Luya y Chillaos, están enraizados en la cultura antepasada. El analizar y comprender a ésta, nos permitirá descifrar el significado de las danzas, creencias, mitos y símbolos de las comunidades actuales.

La estrecha relación entre hombre y su ecología, ha permitido que se desarrolle una convivencia, en la que el hombre se sirve de la naturaleza para satisfacer sus necesidades primarias; y a la vez crear, a partir de ella, su aspecto ideológico en torno a las creencias y prácticas religiosas. Así como en el pasado, la ecología influía en la organización social, también hoy en día, influye en el desenvolvimiento de los pueblos de la región amazonas.

La herencia material y oral (restos arqueológicos, mitos, cerámica, leyendas, pictografías, creencias, etc.) que heredamos de nuestros antepasados Luya y Chillaos, vienen a ser el aspecto más valioso y significativo que ofrecen hoy los pueblos actuales a los investigadores, ya que a partir de esta herencia se reconstruye la historia de cada uno de esos pueblos, reconstruyendo las identidades para aquellos que han olvidado su espacio cultural. Pues entonces, nuestra obligación es recuperar y reconstruir las identidades de nuestros pueblos, en respuesta al proceso de globalización cultural emprendida por la sociedad occidental.

Propongo pues a partir de este documento, una nueva visión que debemos tratar de reinterpretar en torno a nuestras culturas ancestrales, y en especial de nuestra amazonía. La verdadera historia todavía no esta contada totalmente. Diversos grupos étnicos, pueblos y regiones esconden aún los secretos de nuestra historia y que deben ser estudiadas multidisciplinariamente. Insertémonos a explorar y conocer nuevas historias, insertémonos a conocer a estas macro etnias nor-orientales; conozcamos a los Luya y Chillaos: Guerreros de las Montañas.

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6. Guía Visual de los Luya y Chillaos

SARCÓFAGOS DE CARAJIA


Conjunto de construcciones antropomorfas pre incas, las mas conocidas a nivel mundial y que fueron construidas por la macro etnia de los Luya y Chillaos. Estos sepulcros son conocidos por los pobladores como los Purunmachos, son la representación física de éstos, que aun podemos verlos situados en los farallones rocosos. Depositarlos en estos sitios inaccesibles, respondía a la creencia de una vida en el más allá. Obsérvese la simbología estilizada que se ha plasmado, representa el origen totémico del guerrero, curaca o sacerdote depositado en el interior de estas cápsulas, origen totémico que proviene de la clara influencia de la ecología circundante.



LA MONTAÑA DE LOS GUERREROS


Áreas boscosas o temple, donde las antiguas macro etnias de los Luya y Chillaos construyeron imponentes centros urbanos como el Complejo Arqueológico de Vilaya. Esta zona, corresponde a las montañas que rodean al Huaylla Belén. Hábitat de una gran variedad de fauna, flora y de espíritus sobrenaturales. Me comenta un informante, que quedarse dormido en esta zona, es sufrir los arrebatos de los duendes que cuelgan en los árboles a las mulas y hacen extraviar a los viajeros.



PICTOGRAFÍAS DE CHANQUE

Conocido por los pobladores como “la iglesia”. En ella se observa diversos motivos iconográficos, relacionados con la vida cotidiana, el espacio ecológico y el pensamiento mágico – religioso de los antepasados Luya y Chillaos. Los sacerdotes de los Luya y Chillaos, con sus súbditos, visitaban constantemente esta área para adorar a sus simbologías, que muchas eran plasmadas cuando el artista había ingerido sustancias psicoactivas. Esta área, es el hábitat de los purunmachos, y a sus alrededores deambulan los duendes y shapingos.



LOS SÍMBOLOS TOTÉMICOS DE LOS ANTEPASADOS


Los símbolos del zig zag y el rombo: antiguas representaciones con una alta significación totémica. Representan el culto principal en la antigua cultura de los Luya y Chillaos. Estas figuras estilizadas, guardan una significación de adoración a elementos de la ecología como la serpiente, el felino o el caimán. Aunque cabría mencionar también, que estos símbolos, tienen una profunda connotación sobrenatural, basada en la capacidad de poder hacer llover, dar fertilidad, proveer protección. Toda una concepción metafísica atribuida a estos símbolos totémicos



[1] Ver: “Relación del Nuevo Descubrimiento del Famoso Río Grande del Amazonas” de Fray Gaspar de Carvajal. En ella se cuenta las aventuras de un grupo de españoles que salen de Quito en busca del país de la canela y exploran el Amazonas. Carvajal nos habla de la existencia de grandes poblaciones y civilizaciones complejas, destacando los territorios de las Amazonas, grupo de pueblos que estaban al mando de mujeres guerreras.

[2] MEGGERS, Betty J. “Amazonía: Hombre y Cultura en un Paraíso Ilusorio” Pp. 58-63

[3] MYERS, Thomas P. “Visión de la Prehistoria de la Amazonía Superior”. En: I Seminario de Investigaciones Sociales en la Amazonía. Pp. 46

[4] Cobichanaqui y Tutishcainyo son las primeras sociedades alfareras que habitaron en la época cultural formativa de la amazonía peruana, según Lathrap y Myers. Se dice, que estos grupos humanos migraron desde el Amazonas Central por los continuos conflictos entre grupos de várzea y tierra firme, por el control de los recursos. Esta hipótesis, se enmarca en la propuesta demográfica de Donald Lathrap, que consiste en el poblamiento por expulsión de grupos humanos excedentes.

[5] Waldemar Espinoza, citando a Vizcarra, nos menciona que estas etnias estaban en diferentes pueblos y parcialidades y que cada una de estas poseía un jefe que era libre y autónomo en sus decisiones, sin estar subyugado por nadie. (Ver: ESPINOZA SORIANO, Waldemar. “Los Señoríos Étnicos de Chachapoyas y la Alianza Hispano – Chacha”. En: Revista Histórica Tomo XXX. Pp. 224-333)

[6] Los pobladores frecuentemente hacen uso de este término para designar a las áreas boscosas y diferenciarlos de las jalcas. Estos lugares, son bastante calurosos y en sus bosques, se pueden encontrar especies de flora y fauna en extinción como el oso de anteojos, el mono de cola amarilla y las orquídeas. Sus pobladores se dedican a la agricultura, tendiendo como cultivo principal al café y a los frutales. Los pobladores de la Región Amazonas, estructuran sus pisos ecológicos en razón a los factores climáticos, el cultivo y la selección de plantas agrícolas.

[7] SCHJELLERUP, Inje. “Investigaciones Históricas y Arqueológicas en la Provincia de Chachapoyas, en Perú” En: Los Incas y el Antiguo Perú. Tomo I. Pp. 315

[8] PULGAR VIDAL, Javier. Análisis Geográfico de la Región Nororiental del Marañón. Pp. 65

[9] RAIMONDI, Antonio. El Perú. Tomo I. Pp. 286-287

[10] ZARATE, Agustín de. Historia del Descubrimiento y Conquista del Perú. Pp. 47

[11] CIEZA DE LEÓN, Pedro. La Crónica del Perú. Primera Parte. Pp. 229

[12] CABELLO VALBOA, Miguel. Miscelánea Antártica. Una Historia del Perú Antiguo. Pp. 405

[13] Nació en Burgos, capitán español que acompaño a Pizarro en la conquista del Perú. Fundo en 1538 la ciudad de San Juan de la Frontera de los Chachapoyas, y desde aquí y la ciudad de Moyobamba hizo sus primeras entradas a la selva en busca del utópico “El Dorado”. Una ciudad que se escondía en la espesura de la selva y cuyas calles y templos estaban cubiertas de oro; y donde el principal de los señores se dice que se bañaba en una laguna ataviada de ornamentos de oro.

[14] CIEZA DE LEÓN, Pedro. La Crónica del Perú. Segunda Parte. Pp. 295

[15] STEWARD, Julián H. “El Concepto y el Método Cultural de la Ecología Cultural “. En: Teoría de la Transformación Cultural. Pp. 35


[16] REGAN, Jaime. “Continuidad y Cambio de los Universos Culturales de las Poblaciones amazónicas”. En: I Seminario de Investigaciones Sociales en la Amazonía. Pp. 140-143

[17] MEGGERS, Betty J. “Amazonía: Hombre y Cultura en un Paraíso Ilusorio” Pp. 19-63

[18] DURKHEIM, Emile. Las Formas Elementales de la Vida Religiosa. Pp. 31-33

[19] SILVA SANTISTEBAN, Fernando. Antropología. Conceptos y Nociones Generales. Pp. 338

[20] KAUFFMANN DOIG, Federico. “Sarcófagos Antropomorfos en el Alto Amazonas: Informe Preliminar”. En: Boletín de Lima 35. Pp. 61

[21] ESPINOZA SORIANO, Waldemar. “Los Señoríos Étnicos de Chachapoyas y la Alianza Hispano – Chacha”. En: Revista Histórica. Tomo XXX. Pp. 224-233

[22] Entrevista a Carlos Poquioma de 20 años, natural de Olto en la Provincia de Luya. Cuando nos sentamos a chacchar coca, nos decía que para ingresar a un sitio arqueológico; previamente, hay que realizar un pago a los antepasados o Purunmachos, porque si no lo realizamos y tenemos algún accidente en estos lugares, el Purunmacho se introduce dentro de nosotros, causándonos algunas enfermedades raras que son difícil de curar. Incluso, si no somos auxiliados a tiempo por algún curandero de la zona, que haga uso de plantas del mismo lugar donde sufrimos el accidente, corremos el riesgo de morir.

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