martes, 29 de abril de 2008

¿QUE ESTÁ PASANDO CON NUESTRA IDENTIDAD?

LA DESTRUCCIÓN DE NUESTRO LEGADO CULTURAL Y LA ECOLOGÍA DE NUESTRA REGIÓN: EL CASO DE LOS SARCÓFAGOS DE CARAJÍA
Con mucha rabia y estupor acabo de leer las noticias en Lima de la destrucción de nuestro patrimonio histórico – cultural ocurrido en Carajía. Uno de nuestros Purunmachos ha sido profanado por personas irresponsables, ajenas al conocimiento y significado que esconden estos sarcófagos para nuestra cultura y desarrollo regional.

¿Cómo puede ser señores que estemos destruyendo tan fácilmente, un legado histórico que fue construido magistralmente por los antiguos Luya y Chillaos?, ¿Hasta donde llega nuestra ignorancia y falta de identidad por nuestros recursos, no solamente culturales sino también ecológicos? ¿Qué están haciendo nuestras autoridades y principalmente nuestros educadores, para resarcir estas graves aberraciones que van en contra de nuestra cultura y desarrollo?

SÁRCÓFAGOS DE CARAJÍA
CONSTRUIDOS POR LOS LUYA Y CHILLAOS Y REPRESENTAN EL MÁXIMO CULTO A SUS MUERTOS QUE TENÍAN ESTOS GRUPOS ÉTNICOS DE LA PROVINCIA DE LUYA

Los sarcófagos de Carajía, representa uno de los monumentos arqueológicos más importantes de nuestra región, únicos en el mundo por su construcción, forma y significado con que fueron elaborados. Nuestros Purunmachos de Carajía fueron construidos por los antiguos grupos étnicos de los Luya y Chillaos. Estos grupos humanos se asentaban entre el río Utcubamba y Marañón, y clara muestra de su civilización son justamente los sarcófagos de Carajía, la fortaleza de Kuelap, el complejo Vilaya, Pukatambo, Revash, y muchos otros.

La construcción de los sarcófagos de Carajía respondió a un alto culto religioso que tenían los antiguos Luya y Chillaos para con sus personajes principales. Depositarlos en estas cápsulas antropomorfas ubicándolos en farallones rocosos inaccesibles, significaba eternizar y prolongar la vida de los grandes e importantes personajes que componían la sociedad de los Luya y Chillaos. Allí estaban los grandes guerreros, los poderosos chamanes, las curanderas, los jefes políticos, etc.

Estas cápsulas antropomorfas tenían un alto culto ritúalico para nuestros antepasados, inclusive se los decoraba con pinturas donde se representaban simbologías relacionadas con un orden totémico y de origen. Es que la vida nuestros antiguos hombres nunca terminaba, es por eso que depositarlos en estos farallones rocosos era perennizar la vida de las personas.

Pero los purunmachos, no solo son los sarcófagos que los observamos imponentes en los acantilados, sino también son los espíritus que nuestras gentes actuales los recrean por medio de historias, mitos y leyendas. Es por eso que todavía los espíritus de las momias de Carajía, nuestros purunmachos, viven en el imaginario colectivo de nuestros pobladores. Lo que nuestros antiguos pobladores construyeron con gran sacrificio y tiempo sus arquitecturas ceremoniales, fortalezas, cerámicas; nosotros los destruimos en un abrir y cerrar de ojos, porque somos ignorantes ante la significancia de las riquezas que nos dejaron nuestros antepasados.

¿Que están haciendo nuestras autoridades y educadores para proteger y difundir el alto potencial cultural y ecológico que poseemos?, ¿Qué está haciendo el Instituto Cultural Regional y Nacional, para de una vez poner en valor nuestros ingentes recursos culturales que tenemos en nuestra región?. La verdad es que somos ciegos, que no miramos más allá de un desarrollismo occidental, importado y copiado; sin observar que tenemos en nuestras manos el desarrollo humano y crecimiento económico de nuestra región.

Esta problemática (destrucción de nuestro legado cultural y entorno ecológico) esta ocurriendo en nuestra región desde mucho tiempo atrás. Somos los mismos pobladores, los que estamos destruyendo nuestro “mundo cultural y ecológico”, y obviamente de esta manera estamos poniendo trabas para nuestro desarrollo.

Las autoridades, deben tomar cartas en el asunto para proteger nuestros recursos. Son ellas los directamente responsables, porque no tienen una política de conservación y puesta en valor de los recursos culturales y ecológicos de nuestra región. Otra responsabilidad recae en nuestros educadores.

LA DESTRUCCIÓN DE NUESTRO PATRIMONIO CULTURAL Y ECOLÓGICO ES EL MAYOR DAÑO QUE PODEMOS HACERNOS NOSOTROS MISMOS

Son ellos los que a nivel primario, secundario y superior deben incentivar y difundir la riqueza cultural y ecológica que poseemos; es decir, reforzar y repotenciar nuestras identidades en torno a nuestra cultura y ecología, de esa manera estaremos creando conciencia en nuestros niños, adolescentes y jóvenes de lo que significa poner en valor nuestras potencialidades. Una clara muestra de agresión a nuestro patrimonio cultural, son las pintas y simbologías que realizan los alumnos en nuestros restos arqueológicos, y muchas veces estas actitudes negligentes son complacientes ante los ojos de nuestros profesores. En este punto los educadores tienen un arduo trabajo de sensibilización y de repotenciar la identidad de sus alumnos.


Sería de mucha necesidad que el nuevo Gobierno Regional, y nuestros alcaldes; implementen políticas regionales y locales de conservación de nuestros recursos culturales y ecológicos. Además deben de impulsar una educación regional y local, donde todos los distritos y provincias tengan conocimiento de su historia, arqueología, antropología, ecología, mitos, leyendas, etc; es decir, potenciar un capital humano que esté orgulloso e identificado con el legado cultural heredado y su ecología circundante. Ojala que en sus planes de gobierno estén contemplados estos puntos claves para el desarrollo regional, ojala sea así.

EL IRREPARABLE DAÑO QUE SE HACEN CON ESTAS PINTAS, MUESTRAN EL POBRE NIVEL EDUCATIVO Y EL CARÁCTER SUBDESARROLLADO DE ESTAS PERSONAS

La universidad, el gobierno regional, los alcaldes, el INC y el sector educación deben de jugar un rol importante en la conservación y puesta en valor de nuestras potencialidades. No solo debemos acordarnos de Carajía, Kuelap, Revash, Wuanglic, Quiocta, etc cuando suceden este tipo de acontecimientos que hacen daño a nuestros recursos culturales y ecológicos.

Creo conscientemente que la actividad turística y agropecuaria serán los dos ejes claves para el desarrollo de nuestra región, pero viendo este tipo de acontecimientos no creo personalmente que podamos desarrollar sosteniblemente el desarrollo turístico en nuestra región. Imaginémonos por un momento que pensaran los turistas extranjeros cuando observen la sistemática destrucción de nuestra cultura y ecología.

Como cualquier admirador de las grandes obras realizadas por nuestros antepasados, se sentirán molestos y recapacitarán de nuestro bajo nivel cultural y educativo que poseemos; esto resarcirá negativamente en que no recomendarán a otros turistas que visiten nuestra región, conllevando a un ínfimo desarrollo del turismo, tal como lo vemos hoy en día.

Nuestra cultura y ecología son el máximo valor que tenemos en nuestra región, y no podemos seguir destruyéndolos ya que de esta manera estamos limitando el desarrollo de nuestros pueblos y la región.

Nuestros purunmachos, así como nuestros bosques y cataratas nos pertenecen; tomemos conciencia de una vez que todos esos elementos culturales y ecológicos nos sacaran de la exclusión y la pobreza, si es que nuestras autoridades e instituciones educativas implementen políticas adecuadas de conservación, investigación y fortalecimiento de identidad en torno a nuestras potencialidades.

“No esperemos que los espíritus de nuestras momias se vuelquen contra nosotros. No dejemos que sigan destruyendo nuestro pasado. No hagamos que los antiguos Luya y Chillaos se levanten de sus sarcófagos de Carajía, para decirnos del valor y significado que esconden en sus tumbas”

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