martes, 19 de agosto de 2014

LAS TARAS DEL SISTEMA ELECTORAL
 
 
Cuando era estudiante de secundaria en el Colegio Blas Valera siempre me enseñaron que uno de los “cuatro poderes” en nuestro país era el sistema electoral, encabezado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE); y esto es tan cierto porque este sector se encarga funcionalmente de “instalar” a los candidatos – y más adelante posibles autoridades –  en los procesos electorales democráticos a nivel nacional, regional y local. Una vital función que conlleva a comprender, el porqué de ser conocido como el “cuarto poder”.
 
El JNE y sus órganos complementarios, es la entidad que al fin y al cabo tiene entre sus manos el desarrollo de un país, una región o una localidad; si dentro de sus principios de selección, esta entidad logra satisfactoriamente reclutar dentro de los procesos electorales a los mejores candidatos; tanto en hojas de vida, planes de gobierno y transparencia de todo tipo.
 
Lamentablemente lo mencionado anteriormente es una “casuística ideal”, una exclamación teórica; porque en estos días el JNE y sus jurados especiales a nivel departamental, están en los “ojos de la tormenta” por tener ciertos comportamientos dudosos y hasta a veces comportamientos que lindan con la vergüenza y el mal accionar de ciertos funcionari@s.
 
El Sistema Electoral en el Perú necesita urgentemente una reingeniería, porque no puede ser que su máxima entidad como el JNE pueda admitir candidatos que ahora son autoridades y estén ligados a la prostitución y la trata de menores como lo acontecido recientemente con un Congresista de Loreto. No puede ser que existan hasta tres Presidentes Regionales en la cárcel y uno corrido, por actos de corrupción o asesinatos, y previamente hayan sido admitidos como candidatos por el JNE. Es  inadmisible que la política peruana sea representada por autoridades como algunos congresistas que solo recurren a la vociferación e insulto de todo tipo, como algún congresista muy conocido de nuestro Amazonas. Así existen muchos ejemplos para exponer.
 
Uno de los pilares para mejorar la política y tener candidatos, y subsecuentemente autoridades idóneas, es el sistema electoral y ésta debería ser complementada con la educación política del ciudadano y el fortalecimiento de los partidos y movimientos políticos. Es muy necesario que el Congreso y las entidades respectivas dejen sus pretensiones personalistas y partidarias, y reformulen a través de leyes y normas, el accionar del JNE. Se tiene que fortalecer los filtros de elección de candidatos para no tener aproximadamente 1400 candidatos con diversos problemas judiciales que van desde la violencia familiar, hurto agravado; hasta asesinatos y narcotráfico.
 
Nuestro sistema electoral tiene que imitar positivamente los procesos electorales de países en desarrollo, de acá cerca nomás, de nuestro vecino Chile. En estos países por el simple hecho que un candidato haya tenido “INDICIOS” de corrupción, narcotráfico, trata de menores, violencia familiar, violación sexual, peculado, etc;  es un antecedente válido para que “inmediatamente” sea desaforado del proceso electoral democrático. Mientras que en el Perú, son tan débiles las normas electorales que todavía es necesario que exista una sentencia firme vigente para poder excluir a un candidato, sin importar su pasado o indicios fuertes y comprobados, con algún tipo de acciones antisociales que van contra el Estado o los derechos fundamentales de las personas.
 
Tan mal estamos que los Jurados Electorales Especiales bajo su consigna “la ley está hecha” está aceptando listas electorales que han ocultado sus antecedentes judiciales en sus hojas de vida; más aun, han “hecho pasar” a candidatos que se han “limpiado judicialmente”, dentro de la podredumbre estructural del Ministerio de Justicia. Mientras esto ocurre “de taquito” el JNE, dicta tachas e improcedencias contra candidaturas que nunca y por ningún motivo, ni siquiera tuvieron indicios de corrupción, mala gestión, violencia familiar o peculado. ¡Qué injusto es el Sistema Electoral peruano!
 
Todas estas “taras” y limitaciones del Sistema Electoral lo sufrimos al final, nosotros los ciudadanos. Tan solo mirar las autoridades que tenemos, con diversos juicios y comportamientos que colindan con actos delincuenciales; nos debería conllevar a exigir que el JNE sea reestructurado, porque gran parte de las autoridades que tenemos es culpa del Sistema Electoral al permitir candidatos con problemas diversos de toda índole. Los ciudadanos peruanos, y los amazonenses en particular, no nos merecemos esto. Al fin y al cabo lo que está en juego, es nuestro desarrollo y porvenir.

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