LAS TARAS DEL SISTEMA ELECTORAL
Cuando era estudiante de
secundaria en el Colegio Blas Valera siempre me enseñaron que uno de los
“cuatro poderes” en nuestro país era el
sistema electoral, encabezado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE); y
esto es tan cierto porque este sector se encarga funcionalmente de “instalar” a los candidatos – y más
adelante posibles autoridades – en los procesos electorales democráticos a
nivel nacional, regional y local. Una vital función que conlleva a comprender,
el porqué de ser conocido como el “cuarto poder”.
El JNE y sus órganos
complementarios, es la entidad que al fin y al cabo tiene entre sus manos el desarrollo de un país, una región o una
localidad; si dentro de sus principios de selección, esta entidad logra satisfactoriamente reclutar
dentro de los procesos electorales a los
mejores candidatos; tanto en hojas de vida, planes de gobierno y
transparencia de todo tipo.
Lamentablemente lo mencionado
anteriormente es una “casuística ideal”,
una exclamación teórica; porque en estos días el JNE y sus jurados
especiales a nivel departamental, están en los “ojos de la tormenta” por
tener ciertos comportamientos dudosos y
hasta a veces comportamientos que lindan con la vergüenza y el mal accionar
de ciertos funcionari@s.
El Sistema Electoral en el Perú
necesita urgentemente una reingeniería,
porque no puede ser que su máxima entidad como el JNE pueda admitir candidatos
que ahora son autoridades y estén
ligados a la prostitución y la trata de
menores como lo acontecido recientemente con un Congresista de Loreto. No
puede ser que existan hasta tres
Presidentes Regionales en la cárcel y uno corrido, por actos de corrupción
o asesinatos, y previamente hayan sido
admitidos como candidatos por el JNE. Es inadmisible que la política peruana sea
representada por autoridades como algunos congresistas que solo recurren a la vociferación e insulto de todo tipo,
como algún congresista muy conocido de nuestro Amazonas. Así existen muchos
ejemplos para exponer.
Uno de los pilares para mejorar la política y tener candidatos, y
subsecuentemente autoridades idóneas, es
el sistema electoral y ésta debería ser complementada con la educación
política del ciudadano y el fortalecimiento de los partidos y movimientos
políticos. Es muy necesario que el Congreso
y las entidades respectivas dejen sus pretensiones personalistas y
partidarias, y reformulen a través de
leyes y normas, el accionar del JNE. Se tiene que fortalecer los filtros de elección de candidatos para
no tener aproximadamente 1400 candidatos
con diversos problemas judiciales que van desde la violencia familiar,
hurto agravado; hasta asesinatos y narcotráfico.
Nuestro sistema electoral tiene
que imitar positivamente los
procesos electorales de países en desarrollo, de acá cerca nomás, de nuestro
vecino Chile. En estos países por el simple hecho que un candidato haya tenido “INDICIOS” de corrupción, narcotráfico, trata de menores, violencia
familiar, violación sexual, peculado, etc; es un antecedente
válido para que “inmediatamente” sea desaforado del proceso electoral
democrático. Mientras que en el Perú, son tan débiles las normas electorales
que todavía es necesario que exista una
sentencia firme vigente para poder excluir a un candidato, sin importar su
pasado o indicios fuertes y comprobados, con algún tipo de acciones antisociales que van contra el Estado o los derechos fundamentales
de las personas.
Tan mal estamos que los Jurados
Electorales Especiales bajo su consigna “la ley está hecha” está aceptando
listas electorales que han ocultado sus
antecedentes judiciales en sus hojas de vida; más aun, han “hecho pasar” a candidatos que se
han “limpiado judicialmente”, dentro de la podredumbre estructural del Ministerio de Justicia. Mientras esto
ocurre “de taquito” el JNE, dicta tachas
e improcedencias contra candidaturas que nunca y por ningún motivo, ni siquiera tuvieron indicios de
corrupción, mala gestión, violencia familiar o peculado. ¡Qué injusto es el Sistema
Electoral peruano!
Todas estas “taras” y
limitaciones del Sistema Electoral lo sufrimos al final, nosotros los
ciudadanos. Tan solo mirar las
autoridades que tenemos, con diversos
juicios y comportamientos que colindan
con actos delincuenciales; nos debería conllevar a exigir que el JNE sea reestructurado, porque gran parte
de las autoridades que tenemos es culpa del Sistema Electoral al permitir candidatos con problemas diversos
de toda índole. Los ciudadanos peruanos, y los amazonenses en particular,
no nos merecemos esto. Al fin y al cabo lo que está en juego, es nuestro desarrollo y porvenir.
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