domingo, 2 de enero de 2011

LA "INVERSIÓN SOCIAL": UN DESAFÍO PARA EL DESARROLLO PERUANO EN EL 2011 HACIA EL BICENTENARIO[1]

En los últimos años, el aspecto económico de nuestro país se ha caracterizado por la existencia de un mayor volumen de exportaciones y niveles de inflación controlados. Este acontecimiento, ha permitido una mejora (aun insuficiente) en la calidad de la "inversión social", la cual está marchando en beneficio de las personas más pobres de nuestro país.

La definición de la "inversión social" según la CEPAL
[2], alude a tres conceptos fundamentales asociados en primer lugar a la educación y cultura, en segundo lugar a la protección y empleo; y en tercer lugar, a la vivienda y desarrollo humano. La "inversión social" en nuestro país está en 9% con relación al PBI. Es clave que los componentes de esta inversión en el Perú se centren con mayor fuerza en los aspectos de educación, salud y nutrición para este 2011.

Desarrollo de la "Inversión Social" y Aspectos Claves a Prizorizar

En nuestro país, la innovación de las políticas sociales y su reforzamiento efectivo, son tareas fundamentales y urgentes, debido a que muchos de nuestros pueblos subsisten en condición de pobreza, viviendo al margen de las ventajas de la globalización; sufriendo también, las consecuencias demoledoras que acarrea este proceso (desigualdades sociales, inequidades económicas, pésima distribución de recursos, destrucción del medioambiente, etc).

EL ESTADO TIENE QUE HACER POSIBLE QUE LOS INDIVIDUOS QUE CONFORMAN UN HOGAR DE MUY BAJOS INGRESOS, CUENTEN CON LOS MEDIOS QUE LES PERMITAN GENERARSE UNA FUENTE DE INGRESO PERMANENTE

Una familia promedio de altos ingresos en el Perú, tiene 14 o 16 veces la capacidad de gasto de una familia en extrema pobreza; por lo tanto, el gasto público, no llega necesariamente a los grupos más vulnerables, teniendo alarmantes niveles de subcobertura y filtración; es decir, problemas de focalización.

Durante los últimos años han existido avances en materia de salud, educación y cobertura de los programas sociales; pero es de suma necesidad, implementar nuevos rumbos de estrategia para la modernización del sistema de producción y de las instituciones. El Estado tiene que hacer posible que los individuos que conforman un hogar de muy bajos ingresos, cuenten con los medios que les permitan generarse una fuente de ingreso permanente. El Estado debe dar prioridad a la provisión de aquellos medios que mejoren la calidad del capital humano: educación, salud, nutrición y debemos ir priorizando el tema del medioambiente como agenda política para el bicentenario.

Es responsabilidad de un Estado moderno y eficaz, asumir tareas sobre los niños y niñas con algún nivel de desnutrición, sobre las madres jefas de hogar, las madres adolescentes, los jóvenes desempleados, las poblaciones campesinas y nativas excluidas, las personas adultas mayores, la población discapacitada y otras poblaciones vulnerables. La idea, es que una buena política social, debe estar asociada con el crecimiento sostenido y la búsqueda constante del incremento de la productividad con "rostro humano".

El Estado debería por lo tanto, fortalecer el desarrollo de sus fuerzas productivas y promover una generación de ciudadanos capaces de canalizar sus energías hacia actividades productivas en el campo de la ciencia, tecnología, artes y humanidades. Es decir, herramientas que permitan el crecimiento económico y desarrollo humano de las personas y sus pueblos.

La característica estructural del problema de las pobrezas y la inequidad en nuestro país, requiere de una estrategia de largo plazo para su solución; nuestra visión temporal debe ser el Bicentenario. El problema aun se mantiene porque no ha existido una estrategia de largo plazo que integre la "inversión social" con la creación de la riqueza sostenida.

La falta de armonía entre las políticas económicas y sociales, ha sido la causa de que no haya habido un desarrollo sostenible con equidad. La política social, debe superar los esfuerzos de alivio de la pobreza y apuntar al fortalecimiento de las labores propias de los ministerios de Salud, Educación, Justicia, Producción, Mujer, Agricultura, entre otros sectores. El trabajo tiene que ser ARTICULADO entre Estado, empresa privada y sociedad civil

Se debe seguir fomentando la participación de las instancias locales y regionales en el diseño y el control social del gasto, y de esa manera facilitar los canales que trasladen las iniciativas de gestión y control social del uso de los recursos al poder local organizado.

EL ESTADO DEBERÍA POR LO TANTO, FORTALECER EL DESARROLLO DE SUS FUERZAS PRODUCTIVAS Y PROMOVER UNA GENERACIÓN DE CIUDADANOS CAPACES DE CANALIZAR SUS ENERGÍAS HACIA ACTIVIDADES PRODUCTIVAS

Por otro lado, muchos de nuestros países no están preparados a nivel de infraestructura física, financiera, humana e institucional para competir en los mercados internacionales; existiendo en estos países, la persistencia e incluso empeoramiento de las distancias económicas entre las economías de los países desarrollados y los pobres en el espacio económico mundial. Ante el proceso de globalización, son indispensables políticas específicas de formación de recursos humanos, alivio y superación de la pobreza e inclusión social.

Es necesario entonces un desarrollo a largo plazo, donde se consolide factores endógenos de acumulación de capital, cambio técnico y transformación social. Aprovechar los beneficios de la globalización requiere preparar adecuadamente a la población y a las empresas, lo cual implica tener políticas específicas en favor de una mayor competitividad y equidad con visión de inclusión y rostro humano.

Superar la pobreza requiere que los esfuerzos de personas, empresas y el sector civil sean adecuadamente complementados por la labor del Estado. La política social del Estado, deben poner en marcha mecanismos y procesos para estimular las potencialidades de las personas; y de esa manera, generar oportunidades para los más pobres, dotando al país recursos de capital humano, aptos para iniciar el crecimiento económico y desarrollo humano.

Los factores que contribuyen a la persistencia de la exclusión social y por ende de la pobreza en nuestro país, se deben al limitado nivel educativo, exclusión con respecto a los servicios de salud, ausencia de mercados de trabajo, de crédito y de productos, etc.

La historia de nuestro país nos dice que existen altos niveles de inequidad distributiva. Las estadísticas muestran la preocupante inequidad del gasto privado familiar, y la filtración y subcobertura de la "inversión social". Esta filtración y subcobertura de los diferentes programas sociales de educación, salud y nutrición ponen al descubierto el bajo impacto relativo de la "inversión social" en el bienestar de los más necesitados.

Entre los desafíos pendientes, se debe adoptar un sistema de financiamiento per cápita de los servicios de educación y salud, de manera que cada subregión reciba recursos proporcionales a la población objetivo que se pretende atender. Se requiere una descentralización real en la asignación de recursos financieros y una descentralización real en la gestión de la provisión de servicios, no sólo hasta el nivel regional, sino hasta el nivel de los mismos establecimientos proveedores de los servicios.

En educación se debería priorizar el problema de costo de oportunidad de enviar al niño al colegio mediante la implantación de un programa de transferencias monetarias y no monetarias condicionadas a la asistencia efectiva a clases. En salud se debe poner énfasis en la necesidad de una mayor equidad en el financiamiento, mediante un sistema per cápita; y que estos recursos, se manejen de manera descentralizada en las direcciones regionales. En nutrición, conviene que se establezca con claridad lineamientos de política y también los lineamientos en el nivel operativo, buscando la fusión de los programas alimentarios en unos cuantos.

SUPERAR LA POBREZA REQUIERE QUE LOS ESFUERZOS DE PERSONAS, EMPRESAS Y EL SECTOR CIVIL SEAN ADECUADAMENTE COMPLEMENTADOS POR LA LABOR DEL ESTADO

En el Perú es necesario enfatizar y poner en práctica la idea de un "buen gobierno" que haga referencia al diseño y la construcción de instituciones, la naturaleza y transparencia de los procedimientos de toma de decisiones, la representación de intereses y mecanismos de resolución de conflictos, y los límites de la autoridad y la rendición de cuentas de los responsables de política y líderes.

Realidad y Calidad del Gasto en Nuestro País

A continuación observaremos el desarrollo y principales características de la "inversión social" que ha tenido el Estado a través de las dos últimas décadas:

1. Existe un incremento de la calidad del gasto que mayormente se ha destinado a remuneraciones. Esto ha tenido un alza en la provisión de los servicios sociales.

2. Ante nuestra realidad palpable es necesario preguntarse: ¿La asignación de recursos es la adecuada actualmente? La respuesta en definitiva es negativa, ello conlleva a que:

* Las regiones con mayor índice de pobreza sigan postrados en la exclusión social y económica.

* No exista una metodología clara de asignación de recursos por parte del Estado.

* Exista rigidez de la asignación de gastos.

* Falta de una metodología en la asignación de recursos bajo el principio de equidad.

* El gran problema es la filtración y subcobertura de los recursos a personas que se benefician, muchas de las cuales no representan la población objetivo de los programas; o personas en pobreza que no reciben el beneficio.

3. Existe un problema de gestión en la "inversión social", por lo tanto hay que fortalecer la gerencia social de los programas sociales.

4. Existe rigidez del gasto, ello conlleva a que se este reduciendo el gasto flexible, teniendo menor margen de maniobra.

5. En cuanto a la "inversión social" en los niños, se está haciendo mayores gastos per cápitas en educación, gastando más en la población adolescente.

6. En salud, se está invirtiendo mayormente en la salud de los niños peruanos.

LAS POLÍTICAS SOCIALES, DEBEN PONER EN MARCHA MECANISMOS Y PROCESOS PARA ESTIMULAR LAS POTENCIALIDADES DE LAS PERSONAS; Y DE ESA MANERA, GENERAR OPORTUNIDADES PARA LOS MÁS POBRES

Propuestas y Desafíos del 2011 para el Bicentenario

* Debe existir una reforma tributaria para elevar la inversión. Existen recursos como el canon que podrían incorporarse.

* En cuanto a la calidad del gasto e inversión debe existir voluntad política de los gobiernos venideros.

* Hay que avanzar en el tema de integridad y articulación.

* Hay que avanzar también en el proceso de descentralización y organizaciones sociales. Es necesario ver más allá del concepto, como fortalecimiento de las instancias.

* Hay que fortalecer el tema de las gerencias sociales.

* Hay que evaluar los programas sociales de manera independiente.

* Protección de partidas presupuestales específicas sobre todo las que están dirigidas a cumplir los objetivos del milenio.

* Un sistema de información veraz es clave en la "inversión social". Potenciar aspectos como el monitoreo de la "inversión social".

* Avanzar en establecer estándares de gasto realizando ciertos límites a través de los ratios
[3].

La "inversión social" hacia el Bicentenario, es muy importante dentro del sector público; por lo tanto, hay que implementar y reforzar una mejor reforma tributaria para optimizar y perfeccionar el gasto público del Estado. Para ello, es preciso seguir mejorando la calidad (eficiencia y eficacia) de la "inversión social" que vaya en favor de las poblaciones más vulnerables del país.
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[1] El siguiente documento constituye un comentario, análisis y propuestas actualizadas del autor tomando como referencia la conferencia del economista Eduardo Padilla de la PUCP.

[2] La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) es una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas y su sede está en Santiago de Chile. Se fundó para contribuir al desarrollo económico de América Latina, coordinar las acciones encaminadas a su promoción y reforzar las relaciones económicas de los países entre sí y con las demás naciones del mundo. Posteriormente, su labor se amplió a los países del Caribe y se incorporó el objetivo de promover el desarrollo social.

[3] Los Ratios, son coeficientes o razones que proporcionan unidades contables de medida y comparación, a través de las cuales, la relación (por división) entre sí de dos datos cuantitativos directos, permiten analizar el estado actual o pasado de una organización, en función a niveles óptimos definidos para ella.