EL OLLANTA HUMALA QUE SE NOS FUE
Los momentos más conmovedores de
un Presidente de la Republica, hablando en términos de “política emocional” deben ser cuando asumen el cargo y cuando lo
dejan. Son dos momentos que reflejan las
antípodas para el caso peruano, porque en el Perú muchas veces un
Presidente es recibido entre vítores, aplausos y altos grados de aceptación; y
es despedido entre pifias, reclamos y niveles pésimos de aprobación popular.
Ahora que los flashes y las
cámaras apuntan al nuevo Presidente PPK, es necesario voltear el reflector y analizar el quinquenio del Presidente
Humala; un Presidente que no tuvo la
muñeca política adecuada, porque tal vez se hubiese ido con un puntaje
aceptable como los Presidentes Toledo y García. Es que el Perú es muchas veces “castigador” con los Presidentes salientes, y allí están las muestras:
ex presidentes en la cárcel, con denuncias y juicios diversos o defenestrados
por el voto popular.
Ollanta Humala entró con la
ambición de derrotar la inseguridad
ciudadana y la pobreza, lo primero fue
un desastre porque la inseguridad aumento en el país, pero lo segundo en
cambio es bueno resaltar, porque su
maquinaria de programas sociales se constituyeron quizás en lo más destacable
de su gobierno, porque tanto Qali Warma, Pensión 65, JUNTOS o Beca 18, se han
constituido en los pilares de lucha
contra la pobreza y mejora de los niveles educativos. Se invirtió en el
capital social con estos Programas, y eso es bueno, los frutos se verán en 15 o 20 años, el esfuerzo siguiente es mejorar
su focalización.
La nota oscura del gobierno de
Humala fue la “intromisión política” de
su esposa en asuntos del Estado. La señora Nadine tenía todo el derecho de participar activamente en el
Gobierno de su esposo, pero desde otra óptica, siguiendo los estándares constitucionales sin opacar
a su esposo. En un país machista y
patriarcal, la intromisión política de la esposa del Presidente no se veía
del todo bien, sabiendo que existen añejos
“sabuesos políticos” que a la primera intervención de Nadine en el escenario
político, potenciada por su alta popularidad, comenzaron a calificarlo y desprestigiarlo hasta tal punto de estar por debajo
del 10% de aceptación.
La política peruana, si es que se
puede llamarlo POLITICA, es esto; una maquina
demoledora de carne, que no deja
HACER ni HACE nada; y ante ello no tener una estrategia política y actores
políticos activos, terminas hecho trizas, terminas
como el Gobierno del Presidente Humala. No solo bastan los TECNICOS para
gobernar, sino también los hacedores y
pensadores de POLÍTICA.
Veamos, a la pareja Humala –
Heredia los espera una etapa difícil, judicialmente
hablando; pero a la vez podría ser un potente mecanismo político que los reivindicaría al 2021 (sobre todo a
Nadine), si es que salen bien librados de estos procesos judiciales que,
digámoslo, no existen pruebas contundentes para sancionarlos, lean a Rosa María
Palacios, una abogada conocedora de estos temas.
Pero reflexionemos, y aclarando
que soy independiente en cuanto a posturas
políticas; en lo referido a infraestructura, educación e inversión social el Gobierno de Humala NO fue malo, al
contrario es digno de destacar su actuación a nivel de provincias. Los
programas sociales, educativos y de infraestructura se han expandido a nivel
nacional.
Por ejemplo, los amazonenses no debemos ser mezquinos y
reconocer que el Gobierno de Humala, como ningún otro Gobierno estuvo siempre
entre nosotros, inaugurando diversas obras o implementados proyectos o
programas. Veamos: colegios emblemáticos en Luya-Lamud, carreteras y puentes en
Bagua y Condorcanqui, hospitales y centros médicos en diversas provincias, el
Programa JUNTOS interviene en todas las provincias, Qali Warma viene atendiendo
en los centros educativos con desayunos y almuerzos, Pensión 65 beneficia
a los campesinos y nativos amazonenses, programas laborales primera vez
ingresaron a nuestro departamento, el COAR viene
formando a los futuros dirigentes y pensadores amazonenses con educación de
calidad, están en proyectos la ejecución de diversas carreteras para construcción
y asfaltado; y cerrando con broche de oro, el
primer teleférico para el transporte de turistas en el Perú se hizo en Kuelap.
Es necesario también reconocer
las cosas buenas y no hacer leña del árbol caído. Si Amazonas todavía sigue
sumergida en la pobreza y el abandono, mucho
se debe a nuestros Congresistas, autoridades regionales y locales que no mueven
un dedo; el Gobierno Nacional, este último quinquenio, hizo mucho y esperemos que PPK fortalezca su intervención. Nosotros
los amazonenses no debemos quedarnos con las manos cruzadas, también poner el
hombro desde la trinchera donde nos encontremos. El Ollanta Humala que se nos
fue, ha dejado la valla alta en
Amazonas, está en tod@s nosotros el reto de superarlos para el desarrollo
de Amazonas y el país.