lunes, 5 de agosto de 2024

 LA MUJER EN LA CULTURA LUYA Y CHILLAOS

El rol femenino en nuestra cultura Luya y Chillaos fue tan importante para el reordenamiento y la organización social y religiosa de esta civilización. La organización simbólica tripartita de nuestras civilizaciones pre incas nororientales, pues ocasionaba tensiones y conflictos interétnicos. Como lo menciona el antropólogo Peter Lerche, el símbolo del Zig zag, (como simbología masculina) geográficamente abarcaba toda el área de nuestra cultura; evidenciados hoy en los restos arqueológicos de Kuelap, Complejo Vilaya, Complejo Pajatén, Macro, etc.

El problema que surge, es sobre el otro par de símbolos femeninos que se distribuían hacia el Norte (Rombo) y al Sur (Grecas), en relación al área de confluencia de los tres símbolos, que se ubica actualmente en los alrededores de los actuales distritos de San Francisco del Yeso y Cocabamba (Provincia de Luya) y Leymebamba en la Provincia de Chachapoyas.

Los grupos étnicos, no podían mantener esta estabilidad ante el poder simbólico femenino de carácter bélico y de subsistencia. La situación era aún más crítica cuando por falta de alimentos y posibles guerras, las mujeres de los Luya y Chillaos, presionaban “moralmente” a los hombres. Entonces, en estos procesos de emergencia, se observaba más el peso femenino en la sociedad. Estos acontecimientos, podrían indicarnos que en estos grupos étnicos “el factor femenino tenía no solo bastante peso, sino era a veces decisivo” como lo sugiere Peter Lerche.

Un relato contado por Garcilaso de la Vega nos narra que cuando llega Huayna Cápac hacia estos territorios, para calmar una rebelión y realizar un riguroso castigo a sus habitantes, se presentó ante él una mujer. Fue ésta con un séquito de seguidoras, las que intervinieron como mediadoras para que no destruyeran y masacraran a los antiguos pobladores de estas zonas. Este relato nos indicaría el papel importante a nivel de mediadora política, que jugo la mujer en esta cultura.

Garcilaso menciona que los hombres “acordaron desamparar sus pueblos y casas y huir a los montes…[ ]…Los viejos que quedaron con las demás gente inútil acudieron a una matrona que había sido mujer de Túpac Yupanqui, para que fuese a suplicar al inca, su hijo, los perdonase…[ ]…salió a toda diligencia acompañada de otras muchas mujeres y fue al encuentro del inca para solicitarle clemencia y perdón para sus etnias…[ ]...al cual el inca le respondió: Vuélvete en hora buena a los tuyos y perdónales en mi nombre…”.

Es en el aspecto religioso, en que las antiguas mujeres Chillaos, sobresalieron marcadamente. De ahí, podemos inferir que sus altos conocimientos del mundo sobrenatural, que poseían, les concedían estatus social respetable dentro de estas sociedades. En la actualidad las mujeres curanderas son respetadas por los pobladores de nuestra Provincia de Luya. Cada pueblo tiene sus curanderas, donde su poder de curar y hacer daño es respetado y valorado en el interior de cada pueblo.

El profesor Waldemar Espinoza, mencionando un documento de Calancha, escrito en 1639, nos narra que “existen grandes hechiceros y herbolarios de ponzoña con mucha facilidad, sin que haya faltar del tiempo en que pretendan que muera, porque según los días, los meses o años en que quieren que muera, así confeccionan las ponzoñas…las mujeres también se dedicaron a esas prácticas y fueron las mujeres mucho más hábiles que los hombres en la preparación de brebajes”.

Es necesario anotar con relación a esta cita que varios cronistas nos mencionan que, en estos territorios, habitaban los brujos y hechiceros más temidos del antiguo Perú; que incluso tuvieron la osadía de dar muerte con uno de sus brebajes al mismísimo inca. Espinoza Soriano, citando a Vizcarra, nos dice que el Curaca “Chuquimis, envió a sus hombres con hierbas y brebajes venenosos para Huayna Capac, quién posteriormente murió en Tumipampa”. Posiblemente, la intención de este curaca era la de liberar a sus etnias de los huestes imperiales, teniendo como estrategias, a la habilidad de sus brujos y hechiceros, y a la efectividad de sus brebajes.

Se concluye entonces, que la mujer en estos territorios jugó un importante papel no solo en la estructura familiar, sino también dentro de la escena social, económica, política y religiosa de la cultura. Es debido a ese poder femenino y su influencia marcada sobre la sociedad, que estos grupos y en especial los Luya y Chillaos, poseían un rasgo bélico de carácter ofensivo y defensivo, que hacía imposible su dominación por parte de los conquistadores Incas. Éstos, utilizaban diferentes estrategias militares para derrotarlos, sin alcanzar sus objetivos.

Varias incursiones militares, no bastaron para que los Incas llegasen a conquistarlos totalmente. La conquista Inca sobre los Luya y Chillaos se debió a que usaron la estrategia Inca de reunir a la población joven rebelde entre mujeres y varones y llevarlos como mitmacunas a poblar otros territorios muy alejados a su cuna de origen; de esa manera, se aminoraba el espíritu rebelde e indomable de los antiguos hombres guerreros de estos territorios, como el de los Luya y Chillaos.

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Este artículo lo escribí tomando como base mi tesis sustentada en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.