EL TELEFÉRICO LLEGÓ PRIMERO QUE LAS CARRETERAS
“El avión llegó primero que el camión” reseña una histórica frase amazonense, acuñada allá por mediados del
siglo pasado, para hacer referencia que a Chachapoyas llegó primero un avión
antes que una carretera. Esta frase, cual realidad paralela, en pleno Siglo XXI
y rumbo a conmemorar el Bicentenario del país, cobra vigencia en nuestro
Amazonas actual, porque primero llegó un Teleférico muy moderno y
costoso, antes que carreteras, “verdaderas carreteras” debidamente
pavimentadas y ensanchadas; es decir, carreteras que cumplan todas las
especificaciones de viabilidad técnica y social.
Veamos: primero llega un Teleférico a Kuelap antes que una carretera
decente que nos traslade a este icono cultural; es más, se construye un
teleférico sin existir una carretera sostenible que comunique a los pueblos que
rodean Kuelap como Tingo, María, Lónguita o Choctamal ¡Al final y al
cabo que interesa la calidad de vida de estos pobladores humildes, más
nos interesa “llenar los ojos de los turistas” con nuestro Teleférico!,
pensaran los hacedores de política y gestión a nivel nacional y regional.
Se invierte en un Teleférico, (a propósito, una inversión positiva
que ha hecho crecer el turismo en Amazonas), pero desde hace años la carretera
a Rodríguez de Mendoza es una “bicapa delgada con huecos”, donde
mueren inocentes niños y policías, y donde todos los días arriesgan sus
vidas, muchos amazonenses. ¡Ohhh casualidad, existía Rodríguez de
Mendoza y una “carretera de la muerte” para los medios nacionales!, claro pues,
existe en el mapa del Perú porque han muerto niños y policías, y eso es
NOTICIA. Pasarán los días, se olvidará todo, y la carretera a Mendoza seguirá
siendo una “bicapa delgada con huecos”, hasta que ocurra (Dios no lo
quiera), otros accidentes mortales, y nuevamente seamos noticia nacional.
Puedo mencionar el sufrimiento injustificable que tienen nuestros
hermanos de Lonya Grande, Ocallí o Camporredondo, que hasta el momento no
tienen una CARRETERA, lo que tienen es una “trocha de la muerte”
donde todos los años hay accidentes lamentables, y muchas veces esta
ruta es intransitable en época de lluvias. No quiero mencionar las lamentables
carreteras que tenemos en nuestras provincias norteñas de Bagua, Utcubamba
y sobre todo Condorcanqui, que ni siquiera tiene carreteras.
Desde hace mucho tiempo la provincia milenaria de Luya, dónde se
encuentran la Fortaleza de Kuelap y los Sarcófagos de Carajía; donde para
variar, se encuentra el Teleférico, estamos luchando desde hace décadas
contra la ineficiencia de las sucesivas autoridades regionales y el olvido
del Gobierno Nacional por no poder construir una carretera asfaltada de tan
solo 17 kilómetros. Pero nosotros NO SOMOS NOTICIA NACIONAL, a pesar
de nuestras protestas realizadas en Amazonas y Lima, no somos noticia nacional porque
en esas protestas NO MURIERON PERSONAS, no estamos en la coyuntura
nacional porque todavía no hay accidentes mortales en la actual
carretera Cáclic-Luya-Lamud, a pesar que la historia de esta carretera, guarda
lamentables accidentes con la muerte de inocentes luyanos.
Las obras de nuestra carretera están paralizadas, y sabemos hasta
el hartazgo quien es el responsable directo de dicha paralización. No
quiero desanimar a mis paisanos de Mendoza, pero la pregunta salta a la vista: “si no se puede pavimentar una carretera de 17
km que conduce a Luya y Lamud, teniendo un presupuesto asignado, ¿será posible
construir un pavimentado de más de 80 km entre Chachapoyas y Mendoza?”
Es entendible esta duda en nosotros, debido a que no se soluciona todos los problemas,
negligencias y entrampamientos administrativos y judiciales que vienen
rodeando a la carretera Cáclic-Luya-Lamud, y que viene impidiendo el reinicio
de la obra.
Se viene la época de lluvias en nuestro departamento, y sus carreteras
se tornan más peligrosas, y es un riesgo que tomamos al transitarlas. Es
manifiesto la inestabilidad del terreno que ha dejado el abandono de las
obras en la carretera Cáclic-Luya-Lamud, se están produciendo deslizamientos,
caída de rocas y empozamientos, que vienen amenazando y poniendo en peligro
la vida de nuestros paisanos que a diario circulan esta arteria vial.
¡Estamos advertidos!, no queremos tener accidentes o muertes en nuestra carretera
debido a su mal estado, ya que la responsabilidad si ocurriese algún suceso
lamentable, serán el Gobierno Regional,
la empresa constructora y la empresa supervisora por ser los actores
principales de la paralización de las obras en nuestra carretera.
Hay que seguir en la línea de
solicitar la intervención del Gobierno
Nacional, para dar solución al entrampamiento que existe entre el Gobierno
Regional y la empresa constructora, y así poder reiniciar las obras. ¡No queremos más Baguazos para hacer
reclamar nuestros derechos como amazonenses!
Somos una región con ingentes
potencialidades y riquezas, pero como vemos, y camino a nuestro Bicentenario, NO tenemos carreteras viables y sostenibles.
Es muy paradójico saber que en nuestra historia regional primero llegaron los aviones y teleféricos, MÁS NO CARRETERAS ADECUADAS, por eso nosotros los ciudadanos, solicitamos
al Gobierno Nacional y Regional, nuestro derecho justo del mejoramiento y construcción de las carreteras para evitar más
muertes de inocentes amazonenses.