jueves, 8 de noviembre de 2012

LA PROBLEMÁTICA DEL MEDIOAMBIENTE EN EL PERÚ

 
Analizar la problemática medioambiental del país es tener en cuenta tres grupos de posiciones y actitudes, según el analista en estos temas, Nicolo Gligo: las Tradicionales, Coyunturales y Futuras; donde se concentran diversas categorías para su mejor entendimiento. Hay que partir del hecho de que en nuestro país el tema medioambiental, no es parte de una agenda nacional, si se quiere hablar en términos de institucionalidad, como tema transversal en nuestras organizaciones públicas y privadas. Estas organizaciones, solo responden a través del “discurso” cuando se aborda la problemática; clara muestra de que no existe una política medioambiental que trascienda el ámbito de los grupos de ecologistas o las ONGs medioambientalistas. Entonces partimos en la mayoría de casos, de “discursos” medioambientalistas desde nuestro Estado.
Veamos en primera instancia las posiciones y actitudes TRADICIONALES. La problemática del medioambiente en nuestro país, débilmente ha formado parte del debate político; más aun, la temática del medioambiente ha sido “mal utilizada” por los políticos para “aprovecharse” de un beneficio personal que posteriormente les traiga réditos políticos. El medioambiente, como un arma para procesos políticos y electoreros. La política en el país, no aborda el tema medioambiental para solucionar sus problemas.
En el país la economía es el fin y no el medio, por tanto marchamos bien, si es que tenemos cifras azules en nuestra economía. Somos un país “economicocentristas”, que busca el desarrollo económico a expensas de un desarrollo social o medioambiental. Nos medimos en torno a los análisis costos-beneficios, convirtiendo a nuestros recursos medioambientales (depredación y explotación de los mismos) como instrumentos para alcanzar el crecimiento económico que ahora tenemos. La economía peruana prescinde del conocimiento medioambiental, y en ello basa su crecimiento a expensas de la explotación irracional y la no sostenibilidad de sus recursos. En lo que respecta a las tecnologías, no son necesariamente confiables si se quiere solucionar el problema medioambiental. En las actividades mineras por ejemplo, a pesar de su alta tecnología, siempre conllevan a procesos de contaminación, a si sea en su mínima expresión, que a lo largo de los años suman. Pero en el actual momento las tecnologías se hacen imprescindibles en algunos casos para la conservación ecológica.
Si bien es cierto, nuestras comunidades rurales son los actores claves para la conservación del medioambiente, no hay que caer en la conclusión que siempre será así. En una economía de lucro globalizante y arrolladora, hace que las comunidades sean “empujadas” a este tipo de economía, conllevando a que busquen la sobrevivencia, aunque ésta involucre la explotación y depredación de sus bosques para un beneficio economicista. Esto tampoco nos debe direccionar a  “anidarse” en las posturas ecologistas, porque el desarrollo social y humano (queramos o no) siempre acarreará costos medioambientales; por lo tanto a la ecología y sus recursos bióticos y abióticos, no hay que encapsularlos en conservacionismos radicales que impidan el desarrollo.
El segundo grupo de posiciones y actitudes COYUNTURALES, están actualmente implementándose en torno al medioambiente. A nivel institucional en el país, se han creado diversas organizaciones medioambientales estatales y no gubernamentales, que se consagró con un Ministerio del Ambiente. Este Ministerio ha conglomerado a todas las instituciones públicas en el tema, y se ha convertido en el sector clave en torno a la política medioambiental, a pesar que todavía no tiene un monto presupuestal adecuado y se haya convertido en un sector burocrático que limitadamente da solución a los problemas y conflictos socioambientales. Por otro lado, la problemática medioambiental se agudiza debido a la pléyade de normas, reglas y leyes que existen; tanto así, que se han convertido en ineficaces e ineficientes, ya que duermen en el “sueño de los justos” al momento de una problemática ambiental.
Otro causal que ha agravado esta problemática, es la privatización masiva o las continuas concesiones de tierras con fines economicistas, conllevando a que los empresarios o concesionarios hagan uso de los recursos naturales de manera depredacioncita, produciendo conflictos sociales y ambientales. Esto es lo que está viviendo actualmente nuestro país. A setiembre del 2013 la Defensoría del Pueblo reporta 167 conflictos activos y 71 conflictos latentes, la gran mayoría de ellos tienen su génesis en problemas socioambientales. Si no se redirecciona y reestructura los fines que persiguen estas privatizaciones, seguiremos confrontándonos en procesos conflictivos socioambientales, que desembocan en acciones perjudiciales para el Estado y sus ciudadanos.
El último grupo de posiciones y discusiones (las FUTURAS), esta conllevando que a mediano y largo plazo la problemática medioambiental se convierta en un debate a nivel mundial, pero lamentablemente los países desarrollados no son conscientes de esta problemática; más aun, no suscriben convenios multinacionales a favor del medioambiente, porque sus intereses se fundan en acciones cortoplacistas. En el Perú tenemos diversas problemáticas ambientales que ponen en riesgo ecosistemas “únicos” y variados, pero esto no reviste interés en países desarrollados que desconocen conocimientos y buscan el desarrollo a expensas de la explotación y depredación. A pesar de que el riesgo ecosistémico en nuestro país tiene su origen principal fuera de sus fronteras; con este cambio climático, debido al calentamiento global producido principalmente por la alta contaminación que emiten “países desarrollados”.
Por otro lado, la problemática medioambiental ha sido empoderada por ONGs, debido a la inactividad o limitado compromiso de nuestras instituciones públicas y académicas. Esto permitió y permitirá que las ONGs muchas veces se sigan “lucrando” por los altos financiamientos que provienen del exterior y otras veces se comporten como “actores políticos” que manejan el escenario de las relaciones entre Estado – Empresa – Comunidades; escenario que a luz de los hechos cotidianos, son negativos, perjudiciales y conflictivos.
Como país, con ecosistemas frágiles, se debería ser más estricto en el tema medioambiental, cuando implementamos relaciones comerciales con otros países. Deberíamos sobreproteger nuestros RRNN en los intercambios de productos que sustentan económicamente estas relaciones bilaterales o multilaterales. Esto podría reflejarse con el intercambio de productos alimenticios orgánicos y no orgánicos que se da entre el Perú con los países que comercializan productos transgénicos, que ponen en riesgo nuestra producción orgánica.
El tema medioambiental es transversal a las diversas problemáticas estructurales del país; así hay que concientizarlo y empoderarlo a nivel institucional y de la ciudadanía. Cuando logremos hacerlo, podremos confluir en un desarrollo sostenible y articulado a nivel social, económico, cultural; y sobre todo a nivel ecológico. Es una tarea pendiente de un Estado fuertemente institucionalizado y de las personas comprometidas, dentro de un equilibrio horizontal entre el hombre y su ecología.

miércoles, 17 de octubre de 2012

UNA REALIDAD A VOCES: LA PÉSIMA CALIDAD DE VIDA EN AMAZONAS

 
Un último estudio de la Revista Perú Económico sobre la calidad de vida en las ciudades del Perú, basados en 8 indicadores (estabilidad política, desarrollo económico, actividad empresarial, calidad de vida, medio ambiente y desastres, infraestructura y conectividad, nivel de seguridad y modernidad) arroja que las tres primeras ciudades del Ranking con mejor calidad de vida son Lima, Arequipa y Trujillo (en ese orden). La última ciudad con peor calidad de vida es Huancavelica y la penúltima está Bagua Grande, ciudad que representa a nuestra región (y no Chachapoyas) por tener mayor población y posee un importante movimiento comercial.
Este es un indicador preocupante que muestra que Amazonas tiene diversas carencias para la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos. Según el estudio, a nivel de los indicadores (política, economía, empresa, medio ambiente, calidad de vida, infraestructura y conectividad, seguridad y modernidad), estamos por los suelos, pésimos; por debajo del promedio nacional.
Es muy lamentable que esta situación sea la característica de las ciudades de nuestra región, y nos muestren a nivel nacional como una de las regiones con problemas álgidos. Nosotros como amazonenses quizás comentemos que vivimos bien, nuestra tierra es pacífica, es un pedacito de cielo, es el paraíso; eso no lo negamos y la experiencia de vida nos lo demuestra a cada momento; pero la calidad de vida va más allá de nuestro “conformismo” de vivir como vivimos en Amazonas. Existen estándares e indicadores que justamente miden la calidad de vida y que nuestra condición de convivencia, nos impiden ver la verdadera situación en la que deberíamos estar viviendo en las ciudades y pueblos de Amazonas.
Tenemos riquezas arqueológicas, excelentes paisajes ecológicos, potencial agropecuario, gente amable y con esperanzas; pero solo lo tenemos como una potencialidad; la gran tarea es aprovechar sosteniblemente este potencial para mejorar esa calidad de vida que todavía no estamos visionando; o en todo caso, no nos quieren hacer ver.
Veamos algunos indicadores negativos que nos ubican en el penúltimo lugar a nivel nacional: no tenemos vuelos comerciales, deficientes caminos y carreteras, servicios institucionales limitados (salud, educación, agricultura, etc), altas tasas de desnutrición y analfabetismo, exclusión a campesinos, nativos y poblaciones vulnerables, limitada productividad agropecuaria y empresarial, desarrollo urbanístico desordenado y limitado, deficientes servicios básicos, creciente incapacidad y corrupción entre nuestras autoridades. Sería cansado seguir enumerando más indicadores que nos están mostrando a nivel nacional como los peores, en materia de calidad de vida.
¿Qué está pasando en nuestra región?, es la pregunta clave a responder. La responsabilidad cae directamente en una generación de autoridades y funcionarios que nos han ido gobernando, y han seguido cavando negativamente esta nuestra situación actual. No hay que ser mezquinos y reconocer que se han hecho obras que han aliviado limitadamente la situación caótica, pero al momento de poner en una balanza, la realidad dura nos muestra que las cosas y hechos negativos han caracterizado a los gobiernos regionales y locales del departamento.  
Hay que resarcir esta situación preocupante, caótica y negativa que lo cargamos como una cruz. Cada uno de nosotros, los ciudadanos amazonenses, aportará para salir de esta situación; pero necesitamos de líderes capacitados, de guías que nos tracen el nuevo rumbo de Amazonas. Los ciudadanos tenemos esperanzas, tenemos capacidades para mejorar la calidad de vida; pero es necesario que los líderes potencien y pongan en acción estas capacidades, estas potencialidades, estas esperanzas.
Amazonas, sus ciudades (Chachapoyas, Bagua, Luya, Lamud, Mendoza, Jumbilla, Santa María de Nieva, Bagua Grande), sus pueblos pueden tener una mejor calidad de vida; hay que ver más allá de nuestra “realidad encapsulada”, de nuestro conformismo convivencial. Que nuestras autoridades, que nuestros intelectuales, que nuestros líderes nos hagan visionar la verdadera realidad, para que a partir de ésta sepamos ver nuevas oportunidades, nuevas esperanzas; un nuevo desarrollo amazonense para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.   

lunes, 20 de agosto de 2012

LAS REVOCATORIAS: ¿UN PASO ADELANTE O HACIA ATRÁS?


La revocatoria es un instrumento democrático que tienen los ciudadanos como parte de sus derechos fundamentales a la participación política, está reconocida constitucionalmente en la Carta Magna (Artículo 2, numeral 17) e implica un proceso de destitución de sus cargos a las autoridades elegidas. Este instrumento permite destituir de sus cargos a los alcaldes, regidores, presidentes regionales, vicepresidentes y consejeros regionales que han perdido legitimidad del voto popular por diversas acciones que incumben la vida personal o la gestión de la autoridad electa.

Una gestión poco transparente o ineficiente, cargados de tintes de corrupción o problemas personales como juicios y delitos, son las características principales que tienen las actuales autoridades que están en proceso de revocatoria. Aunque hay que reconocer que muchas revocatorias están cargados de “matices políticos”, propios de los partidos, movimientos o personas que perdieron las elecciones en su distrito, provincia o región; y que lamentablemente no dejan trabajar a una autoridad elegida.

Pero una revocatoria, ¿significa un avance o retroceso para la comunidad?, esa es una pregunta que debemos analizar. Tenemos autoridades elegidas que prometieron el “oro y el moro”, nombrándose “salvadores” e indispensables; pero lamentablemente no han demostrado en su gestión las promesas electorales “endulzadas” para los ciudadanos. También tenemos autoridades que se presentaron “limpios y pulcros” como candidatos, y ahora resulta que arrastran diversas denuncias judiciales por violaciones, robos, asesinatos, corrupción, etc.; es decir y tomando términos coloquiales, “unas joyitas” completas.

Respondiendo la pregunta. Este tipo de autoridades electas resultan ser un RETROCESO para el desarrollo de nuestros pueblos, y lamentablemente la culpa no solo es de esta autoridad ineficiente, poco transparente, que no cumple con sus promesas, cargado de juicios y valores morales por los suelos; también lo tiene la culpa el votante que no se informa adecuadamente sobre sus candidatos o que en todo caso, “vende” su voto por un “plato de lentejas” (una bolsa de azúcar, un polito, una caja de cervezas, un chuchuhuasi, una fiesta social, etc) y las consecuencias lo estamos conociendo hoy. No sabemos elegir, descartamos a las personas probas y capaces, y elegimos “aprendices de políticos y gestores”.

Pero también la culpa recae en los partidos políticos y movimientos regionales, que no poseen un potencial adecuado de políticos, profesionales y técnicos idóneos, con valores, transparentes y con probada capacidad en el manejo de la gestión pública a nivel político y técnico. En Amazonas y el país tenemos esta deficiencia, y los resultados ahora revientan como pus de una llaga.

Señores electores, ciudadanos, ahora lamentamos la situación de estas autoridades; pero acaso no diste tu voto a sabiendas que eran candidatos inexpertos, con procesos judiciales, poco transparentes, pero si con suficientes monedas para comprar tu voto. Pues amazonense, recapacita. Tú tienes el poder para saber elegir y encumbrar el desarrollo de tus pueblos y tus hijos.

Señores autoridades revocadas, o mejor dicho ex candidatos y futuros candidatos; el ejemplo parte de ustedes. Transparenten a su pueblo que los elige, eligió y elegirá, digan la verdad, no prometan más allá de lo que no puedan cumplir o de su inexperiencia en gestión, o no escondan sus “anticuchos” judiciales y morales. El mayor daño posterior, no será para ustedes, sino para ese distrito, provincia o región que confió su voto en ustedes; o en otros términos reales, compraron su voto. Las personas más vulnerables agradecerán tu sinceridad, transparencia y capacidad de gestión.

Partidos y movimientos regionales, organícense y seleccionen personas aptas, verdaderamente capaces y con altos valores morales para desempeñar cargos públicos al servicio de los ciudadanos. No seleccionen al más simpático, voluntarioso o al que más invierte en la campaña o tiene dinero para comprar votos. Necesitamos partidos y movimientos fuertes con adecuados estándares en su factor institucional y humano.

Las próximas elecciones regionales y municipales, seguramente nos traerán las mismas sorpresas de siempre; aparecerán salvadores, capacitados de cambiar nuestro atraso regional, conocedores de nuestra realidad provincial y distrital, nos “degustaran” con sus promesas de “puentes donde no hay ríos”; y los ciudadanos caerán nuevamente en los “hilos” poco transparentes de nuestra cada vez alicaída política regional. Sepamos elegir, tenemos hombres y mujeres amazonenses, verdaderamente capaces y probas que puedan guiar el desarrollo de Amazonas, desde ahora concienticémonos y empoderemos que cada cuatro años tenemos el “poder único” de saber elegir nuestras autoridades y el desarrollo de nuestra región.

lunes, 6 de agosto de 2012

UN “NUEVO SNIP” CON ROSTRO SOCIAL, DESCENTRALISTA E INCLUSIVO

El Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), es una herramienta pública que fue “construido” en una etapa en la que el presupuesto nacional tenía diversas limitaciones y por ello su lógica para aprovechar adecuadamente los recursos, aunque también tuvo un carácter para evitar la corrupción. En este sentido, el SNIP se crea para ser un filtro que pueda hacer eficiente el gasto público a través de proyectos presentados por los diversos niveles de gobierno (municipalidades provinciales y distritales).

Actualmente el Estado peruano cuenta con "estándares adecuados" de presupuesto público por lo que la lógica del SNIP, no solo tiene que ir hacia la inversión en infraestructura, sino también al aspecto social, educativo y capacitación social. Es necesario hacer reajustes en el SNIP que prioricen la elaboración de proyectos sociales que incidan en la capacitación, formación y educación de los ciudadanos y grupos sociales del país.

Muchos procesos de conflictividad y exclusión en nuestro país, son causas de un SNIP centralizado, lento y hasta veces ineficiente. Hay que hacer de este instrumento más ágil e inclusivo, que permita que los proyectos sean dinámicos y puedan llegar más rápido hacia los gobiernos subnacionales. Por otro lado hay que capacitar a los técnicos a utilizar el SNIP bajo las nuevas perspectivas. Por lo tanto creo que el SNIP tiene que agilizar, hacer eficiente, ser descentralista e inclusivo y sobretodo estar alineado también a proyectos sociales de capacitación, formación social y educación.

Por otro lado este instrumento fue construido bajo la visión del desarrollo basado en "fierro y cemento", alineado a proyectos de infraestructura; que bien el Perú lo necesita, pero no dejando de lado el aspecto productivo y social. La reforma del SNIP debe ser orientada a promover proyectos de piscicultura, conservación de restos arqueológicos y cultura viva de los pueblos, el repotenciamiento agropecuario, proyectos turísticos, teniendo incidencia directa en la lucha contra la pobreza, la inclusión y la productividad del país.

Estos reajustes ante los cuestionamientos del SNIP, también fomentarían proyectos productivos, medioambientales, prevención de desastres, seguridad ciudadana y de desarrollo de capacidades humanas que permitirían dar un giro hacia el aspecto postergado en nuestro país: El Desarrollo. No solo necesitamos crecer, como lo estamos haciendo; los proyectos del SNIP también deben permitir el desarrollo de las personas más vulnerables, pobres y excluidas.

Así, uno de los problemas más álgidos que tenemos actualmente en torno a la inseguridad ciudadana, podría ser revertido con el “nuevo SNIP” elaborando proyectos de seguridad ciudadana (temas de delincuencia y prevención de desastres) que tendrían un carácter preventivo y social complementándose con la característica "represiva" que actualmente tiene; es decir, la seguridad ciudadana tendría que tener proyectos sustentados en torno a cambio de comportamientos, capacitaciones laborales, talleres y capacitaciones para prevención en desastres.

Trabajar a mediano y largo plazo en el cambio generacional a nivel formativo y educacional en diversos temas como seguridad ciudadana, proyectos productivos y educativos, proyectos turísticos o medioambientales, etc; con un SNIP reformulado, estos proyectos nos son más "componentes o actividades", sino proyectos en sí. El cambio cualitativo, el cambio de comportamientos, la transición generacional ciudadana que tanto necesita nuestro país para un verdadero desarrollo.

viernes, 20 de julio de 2012

LOS CONFLICTOS SOCIALES HAY QUE ENTENDERLOS Y SOLUCIONARLOS 

 
Los conflictos sociales son inherentes a los pueblos y realidades del país, solo hay que saber entenderlos y solucionarlos. Cuando uno se acerca al conocimiento profundo de nuestras realidades entenderemos que la “explotación de los recursos”, mejor dicho el uso calculado de los recursos por parte de las comunidades, poseen intrínsecamente trasfondos culturales. Históricamente se han construido así, bajo el paradigma de una relación equilibrada entre Hombre – Naturaleza. El territorio responde a una construcción social. Las comunidades andinas y amazónicas, “personifican” a sus recursos naturales lo que conlleva a que la relación sea equilibrada y conservacionista. Lamentablemente la racionalidad occidental ha ingresado con fuerza que ha sobrellevado a que las comunidades vean sus recursos desde una “racionalidad mercantilista” que inclusive ha traído como consecuencia, la depredación de los recursos.

Cuando los recursos naturales son “encapsulados” como mercancías, pues deviene en problemas y conflictos dentro de las comunidades. La intromisión de una racionalidad diferente al uso calculado de los recursos, permite la aparición de diversos tipos de conflictos, tal como ahora existen y cada día lo sentimos. Esta es una tarea del Estado: hacer entender a las comunidades de la importancia de sus recursos para el desarrollo.

Pero estas comunidades nunca han estado exentas a luchas internas para el aprovechamiento de sus recursos. Los conflictos en el interior de los pueblos por el aprovechamiento de los recursos siempre han existido, los conflictos han sido una manera de solucionar las “crisis comunales”, pero la concepción de estos conflictos no se mueven dentro de una lucha por la “riqueza” de los recursos; el motivo es por el aprovechamiento de los mismos para la sobrevivencia, y no a partir de los recursos, generar excedentes económicos.

Por lo tanto los conflictos son propios de un ciclo natural, social e histórico de las comunidades por el aprovechamiento de sus recursos. El problema es cuando a estos recursos se les da un valor monetario, un valor mercantilista; es decir, se les asigna el cliché de “RIQUEZA”. Este concepto obviamente construido desde la lógica occidental; mas no así desde la concepción comunal. Entonces, en conclusión el uso de los recursos siempre ha sido motivo para problemas y conflictos dentro de las comunidades; el concepto de “riqueza” que se les ha asignado a llevado la conflictividad a un grado mayor, ya no entre comunidades; sino entre éstas con el Estado y el sector privado.

Este conflicto tripartito (Comunidad-Estado-Empresa) se activa muchas veces cuando entran en conflicto las racionalidades. La racionalidad mercantilista y la racionalidad del uso sostenible de los recursos por parte de las comunidades.

Éstas entienden que sus bosques, ríos, lagunas, animales, plantas, etc; son parte de un mundo personificado y es en esta racionalidad donde descansan sus actividades agrícolas, ganaderas; de caza, pesca y recolección. Esta racionalidad no entiende nuestro Estado y para solucionar este problema, es necesario el “diálogo intercultural” como un instrumento para prevenir estos conflictos tripartitos que nos está “desgastando” como Nación.

La discusión va más allá de una discusión técnica de aprovechamiento y “explotación” de los recursos, de una discusión con la presencia del Presidente, los Ministros, autoridades regionales o locales, los voceros y representantes comunales. La discusión más que un entendimiento de posiciones debería ser el aprendizaje y difusión de conocimientos: es decir CONOCERNOS ENTRE PERUANOS.

El desconocimiento entre peruanos, nos encamina a conflictos y/o exclusiones. En la Amazonía, por ejemplo, existen comunidades “voluntariamente” aisladas; es decir, que viven alejados de la “civilización”. Pero ese voluntario aislamiento no se ha construido porque nunca tuvieron contacto con la “civilización”; al contrario, muchas de estas comunidades decidieron alejarse porque justamente se dio este contacto, que se ha producido en la mayoría de los casos cuando el Estado y la empresa, irrumpen en sus territorios para explotar los recursos.

Este “choque de culturas” ha conllevado justamente a que las comunidades eligiesen seguir el camino que para el grupo social es el más beneficioso. La visión del desarrollo en muchas comunidades del país, son diferentes a la nuestra. Es una visión de desarrollo emparentada con el manejo y conservación de su medio ambiente y la sobrevivencia, pero esto no quiere decir que estas comunidades no convivan exentas con los conflictos u otro tipo de problemas. Conflictos y problemas con una lógica interna de grupos sociales, pero también conflictos y problemas que se relacionan con el contacto con el mundo exterior, con otras culturas.

El progreso, las invenciones tecnológicas, el crecimiento económico, el “desarrollo” desde la visión occidental; ha cambiado positivamente al mundo; pero también ha traído consecuencias negativas. Las comunidades de nuestro país, tienen todo el derecho de acceder o rechazar esta visión del desarrollo o en todo caso adecuarlos a la visión del desarrollo comunal – nacional. Construir el desarrollo desde lo local, desde la comunidad. Esta es una agenda pendiente del Estado y su relación con las comunidades. Si es que trabajaríamos en estos temas lograríamos disminuir los conflictos sociales que tenemos y por ende reducir los diversos tipos de pobrezas que encontramos en este país pluricultural.

jueves, 21 de junio de 2012

“EXPLOTACIÓN vs INCLUSIÓN”: EL DILEMA DE NUESTRO DESARROLLO


El Perú es un país pluricultural y multiétnico que trasciende el actual momento en que vivimos. Nuestro territorio actual desde épocas preincas fue pluricultural y llegó a ser concentrado en un territorio llamado Tahuantinsuyo. Con la llegada de la cultura occidental (española), el panorama étnico de nuestro país logro complejizarse aun más desde el punto de vista cultural, apareciendo los mestizajes culturales.

Creo que actualmente las políticas culturales de inclusión están disociadas de las actividades de explotación[1] de recursos y “visibilización” de las poblaciones originarias; porque éstos últimos responden a una necesidad de un Estado occidental que históricamente ha “excluido” a las poblaciones nativas y campesinas; es decir, el concepto de integración de este nuestro Estado siempre ha respondido primero a explotar para luego ver “como integramos”; y lamentablemente en nuestro país no ha ocurrido lo contrario: primero integrar luego “explotar”.

Por lo tanto la relación entre “explotación e inclusión” en nuestro país, históricamente nunca se ha dado, se hacen y han hecho los esfuerzos para asociarlos, pero lamentablemente no se ha consolidado en nuestro espectro cultural y étnico, menos en el aspecto político o económico. Clara muestra de esto son los conflictos sociales que han ocurrido y ocurren en nuestro país por temas de conservación de bosques, tierras, el agua; etc. Las poblaciones nativas y campesinas miran a la “explotación” de sus recursos como un fenómeno que depreda su mundo donde conviven. El Estado lamentablemente nunca ha empoderado lo contrario; la “explotación” como creador de riqueza para mejorar la calidad de vida.
Este es una de las disociaciones que existen. La integración actual que vemos está respondiendo a conceptos culturales, mas no así a conceptos económicos o políticos; y éstos últimos son justamente aquellos que “gobiernan” en las actividades de explotación de los recursos. El “diálogo intercultural” recién en los últimos años “se está queriendo institucionalizar”, anteriormente la explotación de los recursos no respetaba ningún tipo de derechos de los indígenas; claro ejemplo son las matanzas de indígenas amazónicos que se hacían en la Época del Caucho.

La población indígena, lamentablemente ha visto que la explotación de sus recursos en sus territorios no ha solucionado sus problemas de primera necesidad, ello ha permitido la constante aparición de conflictos sociales, que son aprovechados políticamente por “pseudolíderes” de los excluidos. La disociación entre “explotación e inclusión” es una careta de los actuales conflictos sociales que vivimos.
El Perú, “un mendigo sentado en un banco de oro”, como paradigma, se construye justamente en torno en base a la visión mercantilista de explotación de los recursos primarios. En tiempos de nuestra autonomía, este término no habría tenido razón de ser, porque las poblaciones de nuestro territorio (Pre Incas e Incas) supieron aprovechar equilibradamente sus recursos para convertirse en una sociedad influyente en las Américas junto a las culturas centroamericanas. El “mendigo sentado en un banco de oro”, en nuestro país se activa con la conquista por parte de la sociedad occidental. Los españoles encontraron un imperio de aproximadamente 10 millones de habitantes, en pocos años esta población llegó a un millón de habitantes y una de las causas de esta situación fue el trabajo forzoso para justamente explotar los recursos de este “país mendigo”. Actualmente seguimos explotando nuestros recursos pero hay pobreza y el desarrollo es muy limitado.

La pobreza generacional de las comunidades campesinas y nativas, incita a repensar el país desde este paradigma; pero tampoco la explotación de los recursos ha permitido que nuestras comunidades dejen de ser los “mendigos”. Donde estamos fallando entonces. Volvemos al punto inicial, la disociación entre la “explotación e inclusión”. El banco de oro donde se asienta el Perú como mendigo, solo es visto por la sociedad occidental, específicamente por el mercado. Para el poblador nativo rural, desde la visión antropológica y étnica, el “banco de oro” lo representan sus ríos, sus cerros, sus lagunas, sus animales, sus bosques, su sabiduría, etc; la “mendicidad” en la que viven no se explica por la falta de recursos, sino por un tema histórico que deviene desde la llegada de la sociedad occidental: la explotación y exclusión de la población indígena.
Las poblaciones pobres que viven asentadas en potenciales mineros por ejemplo, las que están “sentadas en un banco de oro”, después de tanto tiempo de explotación minera, siguen siendo pobres y con problemas críticos para satisfacer sus necesidades primarias. El paradigma mental es entonces, también un paradigma real. La realidad te muestra que la explotación de los recursos de nuestro país ha llegado a ahondar el tema de la distribución de las riquezas. Mientras que algunos aprovechan ostensiblemente el “banco de oro” de nuestro país; los otros excluidos siguen “sentados” como mendigos en su territorio. Este es el paradigma real del término en cuestión.

Los paradigmas mentales, desde la educación tienen que construirse desde las realidades de nuestros pueblos y comunidades. Las teorías y enfoques tienen que crearse y construirse desde lo local. Ese es el trabajo arduo de un “nuevo Estado” para hacer del país más equilibrado en cuanto a crecimiento y sobretodo desarrollo; dentro de un marco de inclusión, diálogo democrático y uso calculado de los recursos.




[1] Explotación vista desde el concepto occidental de usos de los recursos con fines de creación de riqueza; mientras que en los términos conceptuales de las comunidades nativas y campesinas el uso de los recursos responde a satisfacer las necesidades de sobrevivencia.

lunes, 21 de mayo de 2012

SE BUSCA EN AMAZONAS: A LAS AUTORIDADES Y SUS PROPUESTAS DE DESARROLLO


Hace un año y medio aproximadamente las autoridades regionales y municipales están “sentadas” en sus respectivas instituciones, y ya nuestros representantes del congreso, van a cumplir un año “adornando” los pasillos del hemiciclo. Hace dos años escribí una carta similar a ésta y Amazonas se ubicaba entre las 8 regiones más pobres y necesitadas del país, actualmente seguimos ubicados dentro de ese bolsón de regiones más pobres. ¿Qué se ha hecho, qué se está haciendo? Lamentablemente muy poco o casi nada.

Nuestra región no tiene un claro horizonte y más bien no se conciben adecuados enfoques con sus respectivos proyectos para el desarrollo amazonense. Con preocupación se recibe noticias desde Amazonas donde las autoridades y funcionarios regionales con su accionar, ahondan la desesperanza entre los pobladores. Los Consejeros Provinciales en la región no poseen un conocimiento pleno de su territorio y población, no conciben una gestión óptima a través de políticas y proyectos provinciales. Las municipalidades con problemas presupuestales, y lo más lamentable sus autoridades sin un conocimiento básico de gestión. Ni que decir de nuestros congresistas, dos “marionetas decorativas” que responden las presiones de su partido; más no así, las demandas y necesidades de los pueblos amazonenses que los eligieron.

En nuestro Amazonas, débilmente se discuten planes y políticas regionales, las autoridades se sumergen en discusiones bizantinas, propias de una informalidad, improvisación y falta de visión política que les caracteriza. Como es posible, que después de año y medio, no exista una visión clara de desarrollo para Amazonas. Una región (entendida ésta como construcción social), no se erige correctamente si es que vivimos sumergidos en estos avatares de desconfianza, desinformación, y lo que es peor, sin una brújula de óptima gestión política que nos indique el adecuado rumbo de la región. La falta de de una visión de desarrollo regional compartido y la limitada voluntad y disposición de la clase política local, regional y congresal ha generado en el campo social, un limitado impacto de las intervenciones, destinadas a la superación de la pobreza en los pueblos amazonenses.

Señores autoridades, no podemos seguir jugando con la esperanza de nuestros pueblos, no podemos estar “improvisando” gestiones a beneficio personal, cuando nuestras poblaciones se encuentran en extrema pobreza y excluidas de la sociedad nacional. Seguimos eligiendo una clase política “incipiente” y cargada de informalidad, que juega con las voluntades ajenas de los pueblos, haciéndonos creer un “paraíso ilusorio”, cuando nuestro Amazonas es una realidad palpable que lo hemos observado históricamente con los ojos vendados, sin rescatar sus potencialidades; y obviando, la pobreza y exclusión de sus pobladores.

Las autoridades no deben seguir viendo la pobreza, inequidad y exclusión de nuestra gente como problemas que responden únicamente a factores económicos; sino, sacar las vendas de los ojos y observar también que estos problemas responden a procesos histórico-socioculturales que ustedes, señores autoridades, no lo saben entender hasta ahora.

De allí que las nuevas propuestas políticas no deben seguir cayendo en el juego de comprender la realidad amazonense con simplismo, vinculándolo solo a los niveles del crecimiento económico y a estrategias de redistribución asistencial; sino, se debe repensar la región y sus posibilidades, forjando una unidad básica en torno a visiones compartidas y a objetivos comunes; y no a visiones, segregacionistas propios de actores políticos enajenados. Reconociendo y valorando nuestra diversidad y potencial cultural y ecológico, que muchas veces los hemos obviado olímpicamente a través de nuestra historia regional.

Amazonas ya no puede seguir esperando. Ya no puede seguir siendo una región de experimentos, donde las autoridades improvisan propuestas refundadas en una apreciación personal utopista, cerrando los ojos hacia la verdadera realidad que muestran los pueblos de la región.

Señores autoridades: el campesino o el nativo amazonense, los hombres y mujeres de los pueblos y ciudades de la región, ya están cansados de mentiras y falsas promesas, porque se dan cuenta del alto potencial que tienen en sus chacras, sus bosques, sus restos arqueológicos, sus costumbres, sus cataratas, lagunas, ríos, etc; pero chocan con la realidad al darse cuenta que sus expectativas y esperanzas se esfuman en las propuestas (o falta de ellas) simples e improvisadas de sus autoridades congresales, regionales y municipales. No podemos nuevamente “desperdiciar” la oportunidad de ser una de las regiones más desarrolladas del país. Nuestra gente, históricamente, es creadora e innovadora, y conviven de la esperanza que algún día, como nuestros antepasados, seremos “grandes guerreros”, luchando por el desarrollo amazonense.

Señores autoridades, no esfumen con sus conductas y acciones, la visión de desarrollo de nuestros pueblos. Como hace dos años, nuevamente preguntamos a las autoridades congresales, regionales y municipales, ¿han sido capaces de debatir y proponer propuestas viables, aceptables y sostenibles para nuestra región? El “modus vivendi” de la experiencia política de ustedes indica que lamentablemente NO, salvo rarísimas excepciones de algunas autoridades. Siguen actuando como hace dos años, como hace cinco años, como hace 10 años; como dicta la historia política regional de Amazonas. Sin visión sostenible del desarrollo amazonense.

Los pueblos amazonenses esperan que la oportunidad actual para su desarrollo, no se vaya de las manos. Las autoridades deben entender que cuando se empieza mal se termina mal. Esperamos que estemos equivocados y que en los próximos meses, elaboren y pongan en acción estrategias y planes de desarrollo para nuestros pueblos empobrecidos y excluidos. Los pueblos de Amazonas siguen a la expectativa de lo que ustedes hagan. Esperemos entonces que no trunquen con nuestras esperanzas y oportunidades, que ahora si lo tenemos más que nunca.

martes, 20 de marzo de 2012

EDUCACIÓN RURAL: SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS PARA SU DESARROLLO DESDE LO LOCAL

Segunda Parte

La Influencia de la Cultura y Ecología

La educación en las áreas rurales de nuestra amazonia, ande o costa, corresponde a un espacio mucho más amplio que esta en estrecha relación con su medio ambiente y cultura, por el hecho de que las personas viven en contacto estrecho con estos aspectos.

La educación en estas áreas, tendría que basarse en el estudio de los espacios regionales, ya que existen diferentes tipos de culturas que provienen desde épocas prehispánicas con un desarrollo propio de sus civilizaciones; por ende, un desarrollo cultural autónomo basado en sus propios espacios y tiempos, en la variabilidad.

Los aspectos sociales, económicos y hasta políticos en los espacios rurales, están relacionados estrechamente con la simbología que dictan los cánones culturales en relación con su ecología. En un inicio, los aspectos simbólicos, se construyen a partir de una educación doméstica que deviene de generaciones pasadas.
Estos aspectos se materializan en la variada tradición oral, musical, danzaria, gastronómica; en suma, en toda esta plataforma cultural que ha construido el hombre peruano rural en relación con su naturaleza.

Se ha producido entonces una “corresponsabilidad” entre el hombre y su medio ambiente que ha hecho que la naturaleza de vida al hombre, y éste rinda culto y proteja a los elementos de su ecología.

EL PROCESO DE DESCENTRALIZACIÓN DEBE HACER UN USO MUY EXTENDIDO DEL ESPACIO PÚBLICO DONDE SE PUEDA IMPARTIR UNA EDUCACIÓN BILINGÜE, INCLUSIVA; Y EL CONOCIMIENTO LOCAL Y REGIONAL, SIGNIFIQUE EL CÓDIGO COMUNICATIVO ENTRE LAS CULTURAS.

La educación domestica en el área rural consiste en un aprendizaje primario, donde las personas adultas mayores cumplen el rol pedagógico entre los jóvenes y niños. Son ellos los que te enseñan a “domesticar” el mundo natural a través de tradiciones orales, que más que narraciones, son normas “consuetudinarias” que rigen el desarrollo de los pueblos, manteniendo un orden, estructura, funcionalidad y formas de vida.

No se trata de entender una relación univoca con otro ser vivo o social semejante, sino, entender la relación estrecha de los hombres y la sociedad en su conjunto con un “ser personalizado” que da vida: la naturaleza. Es en este aspecto que radica la diferencia entre un hombre o sociedad de la selva o ande, con nuestras sociedades occidentales. El respeto y hasta el culto a la ecología.

Mientras que nosotros “involucionamos”, destruyendo nuestro entorno ecológico y homogeneizando culturas por medio de la alienación; los pueblos rurales evolucionan, protegiendo el medio ambiente y repotenciando sus identidades culturales diversas.

Entonces la educación rural es pues un mundo creado, recreado y construido a partir de relaciones que parten desde el espacio doméstico. Los niños y jóvenes aprenden a partir de un conocimiento primario de su mundo ecológico y social.

Los mitos, leyendas, creencias, danzas, ritos son sus principales “asignaturas” (si es que se le quiere llamar desde la visión occidental) donde aprenden conocimientos que devienen desde tiempos históricos. Conocimientos que enseñan a identificarse con una cultura autóctona, con un espacio ecológico respectivo, con un pueblo que rinde culto a un río, a una montaña, a una serpiente, a la naturaleza en pleno.

Conocimientos que enseñan que la cultura es un elemento clave en el desarrollo de una sociedad, y donde también se enseña que el mundo ecológico es un “ser viviente personificado”, que rige muchas veces la vida de los hombres y sus pueblos. Por lo tanto, la cultura, es la herramienta principal que pragmatiza el culto y respeto a los elementos de la ecología.

Las manifestaciones tradicionales en el Perú rural representan las primeras formas de aprendizaje educativo. La variedad de estas tradiciones encierran todo un conjunto de conocimientos que van cimentando la educación autóctona de los pueblos.

LA EDUCACIÓN DOMESTICA CONSISTE EN UN APRENDIZAJE PRIMARIO DONDE LOS ANCIANOS(AS) CUMPLEN EL ROL PEDAGÓGICO ENTRE LOS JÓVENES Y NIÑOS. SON ELLOS LOS QUE TE ENSEÑAN A “DOMESTICAR” EL MUNDO NATURAL A TRAVÉS DE TRADICIONES ORALES, QUE MÁS QUE NARRACIONES, SON NORMAS “CONSUETUDINARIAS” QUE RIGEN EL DESARROLLO DE LOS PUEBLOS, MANTENIENDO UN ORDEN Y FORMAS DE VIDA.

Por lo tanto estas formas de educación tienen que ser respetadas e incluidas dentro de las políticas educativas del Estado, ya que son propias de pueblos que han ido experimentándolo por milenios de años y por lo tanto tienen validez científica.

La Educación Bilingüe y el Dialogo Intercultural para una Educación Inclusiva
y Descentralizada

Un diálogo eficaz dentro de las comunidades sociales implica desarrollar las competencias y las capacidades de las personas dentro de la comunicación social.

Un diálogo equitativo se da entre individuos autónomos y bien formados. En un contexto multilingüe y pluricultural como el peruano, la educación bilingüe ofrece una atención diferenciada precisamente porque pretende una educación de calidad que resulte cultural y lingüísticamente pertinente.

La educación bilingüe en nuestro Perú, históricamente y generacionalmente asume la lengua materna como vehículo clave para la optimización del proceso cognitivo de los educandos e impulsa el aprendizaje de una segunda lengua.

El aprendizaje de y en las dos lenguas, al mismo tiempo que contribuye a lograr un bilingüismo aditivo y estable, desarrolla las potencialidades cognitivas, afectivas y psicomotoras de los educandos, permitiendo que el conocimiento local también sea una forma de conocimiento científico porque se ha ido desarrollando y practicando en las comunidades rurales por milenios de años.

La educación bilingüe en el Perú ha dejado de ser una modalidad experimental y aislada. Ahora es una modalidad reconocida oficialmente dentro del sistema. Por el momento su alcance se focaliza en la educación inicial y primaria de una parte de las poblaciones rurales, tanto del ande como de la amazonia. Debemos considerar la educación bilingüe como un instrumento clave para el "empoderamiento" de un gran número de personas pertenecientes a las poblaciones quechua, aymará o de la amazonia.

Sería deseable también que la población urbana hispanohablante se introdujera en el conocimiento de los códigos culturales y lingüísticos vigentes en las zonas rurales a fin de facilitar los intercambios y los entendimientos en la construcción conjunta de la vida en sociedad. Por el momento, la educación bilingüe en el Perú es unidireccional: son las poblaciones no hispanohablantes las que, a partir de su lengua y cultura, acceden al castellano y otros universos culturales.

Sin embargo, en casos puntuales, se produce la situación inversa: hispanohablantes urbanos que aprenden una lengua vernácula, como se hace en algunas escuelas de la ciudad del Cuzco; o una comunidad castellanizada, que reaprende su lengua, como sucede con los Cocama-Cocamilla en la zona amazónica.

NUESTRA REALIDAD EN CADA MOMENTO NOS DESCUBRE EL CLARO ENTORNO PLURICULTURAL. ES POR ELLO QUE UNA EDUCACIÓN DESCENTRALIZADA E INCLUSIVA, COMO PROCESO, DEBE DE REVALORIZAR LAS CULTURAS, PUES SOLAMENTE EN LA MEDIDA EN QUE LAS CULTURAS TRADICIONALES DE NUESTRO PAÍS REFUERCEN SU AUTOESTIMA GRUPAL, VEREMOS POSIBLE A TRAVÉS DE LA DESCENTRALIZACIÓN UNA RELACIÓN DE HORIZONTALIDAD DEMOCRÁTICA.

En el actual momento de descentralización se debería aprovechar la educación de la mayoría de la población desde el aspecto del bilingüismo y la interculturalidad. Esto si se tiene en cuenta, que la descentralización no solamente significa una redistribución de funciones o un “descongestionamiento” del poder por parte de los gobiernos que dirigen el Estado, sino también, un entroncamiento de culturas diversas (diríamos el Perú profundo) que esperan la oportunidad de darse a conocer y formar parte de esta sociedad nacional (para nuestros términos diríamos el Perú Oficial) que históricamente los ha excluido; y la educación, sería el canal más idóneo.

Nuestra realidad en cada momento nos descubre el claro entorno pluricultural en el que nos movemos, es por ello que una educación descentralizada, como proceso, debe de revalorizar las culturas; pues solamente, en la medida en que las culturas tradicionales de nuestro país (amazónica, andina y afroperuana) refuercen su autoestima grupal, veremos posible a través de la descentralización una relación de horizontalidad democrática y no de verticalidad dominante con la cultura de la sociedad envolvente.

Una educación descentralizada e inclusiva, a través de un respaldo político – institucional, debe hacer viable el encuentro armonioso de las culturas a través del dialogo intercultural. Las identidades personales y comunitarias, que iremos redescubriendo con el proceso descentralizador, solo podrán sostenerse obedeciendo ese carácter de integración y síntesis que nacerá desde la descentralización, para ello deben de constituirse y afirmarse las culturas.

Es decir, una convivencia que responda a las marginaciones de todo tipo, pero también que rompa el letargo de encerrarse en si mismas y por lo tanto de empobrecerse y sucumbir.

La educación descentralizada e inclusiva desde el enfoque intercultural debe buscar impulsar a las culturas y no tanto rescatarlas o salvarlas para que sean revalorizadas; sobretodo en la amazonia y en el ande, donde existen diversos pueblos con ricas culturas que desde nuestros “ojos occidentales” son revaloradas como culturas exóticas. Por ello, creo que no es tanto una actitud de repliegue al pasado, sino de impulso al despliegue de las potencialidades de los pueblos excluidos en el presente y en el futuro.

Creo que desde el Estado y sus instituciones educativas, se debería impulsar el concepto de la pluralidad de racionalidades. Sería limitante para nosotros pensar que existe una sola racionalidad o un único orden de conocimientos lógico valido para todas las sociedades en todos los espacios y tiempos existentes.

Nuestra tarea en el proceso de una educación descentralizada e inclusiva es buscar los vasos comunicantes entre las diversas racionalidades de nuestro país, y creo que un primer paso es justamente el conocimiento y reconocimiento de las potencialidades (llamémoslo diversidad cultural, ecológica, agropecuaria) de los pueblos, dentro de un área geográfica y humana diversa.

Esperamos que esta propuesta de la educación descentralizada busque el reconocimiento de las diferencias, no como un limitante para con este proceso; sino como, recursos potenciales para el desarrollo integral del país. Los vasos comunicantes que anotaba anteriormente responden a la construcción de un espacio de dialogo intercultural, primero entre las diversas culturas, y segundo, entre éstas y la cultura envolvente.

La educación descentralizada debe de significar el motor propiciante del dialogo intercultural. Descubrir la naturaleza dialógica de la conciencia humana, del lenguaje, de la cultura y las relaciones sociales, debe de ser uno de sus mas grandes desafíos porque el discurso dialógico representa la base para las relaciones democráticas en una sociedad diversa y pluricultural como la nuestra.

ES POR TANTO LA EDUCACIÓN DESCENTRALIZADA UN PROCESO DE ENTENDIMIENTO Y RESPETO DE LAS LÓGICAS Y RACIONALIDADES NO SOLAMENTE DE NOSOTROS, SINO TAMBIÉN DE LOS EXCLUIDOS, DE LA DIVERSIDAD, EN SUMA DE LOS OTROS. CREO QUE DESDE LA EDUCACIÓN, LA DESCENTRALIZACIÓN PUEDE APORTAR MUCHO EN EL MANEJO DE LA DIVERSIDAD CULTURAL

Es necesario que el proceso de la educación descentralizada e inclusiva, se refresque con enfoques teóricos plausibles con la realidad que se está redescubriendo. La perspectiva intercultural de respeto y tolerancia de las diferentes racionalidades y conocimientos también ha de influir en la forma de percibir la democracia y el desarrollo del país.

La alternativa de una educación descentralizada de nuestro país debe aceptar que seguiremos viviendo en el pluralismo y la heterogeneidad, buscando consensos y espacios de dialogo que permitan organizar y solucionar posibles conflictos en base a un cuidadoso equilibrio.

Es por tanto la educación descentralizada e inclusiva un proceso de entendimiento y respeto de las lógicas y racionalidades no solamente de nosotros, sino también de los excluidos, de la diversidad, en suma de los otros.

Desde la educación, la descentralización puede aportar mucho en el manejo de la diversidad cultural. Una descentralización educativa con una visión de interculturalidad respondería a la inoperante educación formal y homogénea que se imparte en la actualidad en la escuela.

El proceso de descentralización debe hacer un uso muy extendido del espacio público donde se pueda impartir una educación bilingüe, inclusiva; y el conocimiento local y regional, signifique el código comunicativo entra las culturas; de esa manera, se garantiza en este espacio público una igualdad de oportunidades precisamente para acceder a los bienes sociales necesarios.

martes, 7 de febrero de 2012

EDUCACIÓN RURAL: SITUACIÓN ACTUAL Y PERSPECTIVAS PARA SU DESARROLLO DESDE LO LOCAL

Primera Parte

Introducción

La población total del país asciende aproximadamente a los 30 millones[1]. Gran cantidad de niños y jóvenes trabajan en actividades agrícolas, pecuarias, artesanales o domésticas. Este trabajo es rutinario, de muy baja productividad y escasa rentabilidad. Además, influye en la inasistencia a clases y en el bajo rendimiento escolar. El sistema educativo peruano tiene unos 60[2] mil centros educativos aproximadamente, más de 18 mil programas no escolarizados y alrededor de 400 mil docentes tanto estatales como particulares, y llega a 30 mil centros poblados.

Actualmente el Estado peruano invierte el 3,4% del Producto Interior Bruto (PIB), aproximadamente. Con el gasto público, está financiando básicamente las remuneraciones docentes y no es posible asignar mayores recursos a las escuelas. Las familias contribuyen en el financiamiento de la educación pública, a pesar de que la educación en el Perú es gratuita. Así, los bajos niveles de educación permanecen asociados a la pobreza total o extrema, a las zonas rurales y al nivel educativo de los padres.

La educación en el área rural es la menos favorecida, y lo muestran los índices de ingreso, permanencia, egreso y logro de aprendizajes. Esta disparidad en la capacidad de pago explica en buena medida las diferentes condiciones físicas y recursos de las escuelas de las zonas pobres y rurales en términos de servicios básicos, material educativo, calidad de construcción del local, etc.

La Educación Rural en la Actualidad

En los pueblos rurales del Perú, a nivel educativo, existe una buena proporción que realizaron la primaria completa o asistieron los primeros años a la educación primaria, aunque la gran mayoría no asistió a este nivel educativo. Pocas personas asistieron a la educación secundaria y una mínima proporción a la educación superior.


LA EDUCACIÓN RURAL, NO PUEDE IR PEOR. LA REALIDAD ACTUAL LO CONFIRMAN. EXISTEN DESENCUENTROS ENTRE LOS INTERESES EDUCATIVOS DE LAS COMUNIDADES CON LOS INTERESES DE LA “EDUCACIÓN OCCIDENTAL”. EL PUNTO DE PARTIDA DE LA EDUCACIÓN, NO TIENE RELACIÓN CON LA VIDA REAL DE ALGUNA COMUNIDAD O PUEBLO RURAL.


En las zonas rurales del país, el bajo nivel de educación es una constante, debido a que los padres por “cumplir” envían a sus hijos a la escuela. Al observar que sus hijos ya no se dedican a las labores agrícolas o domésticas, los retiran de la escuela para que puedan trabajar al lado de ellos.


Cabe recalcar que anteriormente, la educación primaria solamente se dictaba hasta los primeros años de la escuela, debido a que el Estado no podía implementar grados superiores en los pueblos rurales. En suma, en las áreas rurales, no existe una cultura de la educación debido a la desinformación de los padres y falta de apoyo por parte del Estado.


Gran parte de las mujeres no asistieron (y no asisten) a la escuela, y esto es un problema en los pueblos rurales, porque muchos tienen un idioma materno diferente al castellano y por lo tanto la educación no es bilingüe, limitando el ingreso de personas quechuahablantes u de otros idiomas nativos; o en todo caso, aprendiendo el castellano en estas escuelas y olvidándose del idioma materno.


Las mujeres son las más desfavorecidas al momento de dedicarse al tema de la educación. Mientras que algunas no han tenido apoyo para terminar la educación primaria, y menos la secundaria, otras lo han terminado en ciudades grandes porque en las comunidades no existen las instituciones para brindar la educación secundaria. Otro de los problemas generalizados actualmente en nuestras comunidades rurales.


Lamentablemente hay una buena proporción de población analfabeta que debido a diversos factores no realizaron sus estudios. Estos factores se resumen en hechos de que a temprana edad falleció uno de los padres, y por ende no tenían los medios económicos para hacerlo; o en todo caso, la madre o el padre no quería enviarles a la escuela por priorizar las labores agrícolas, de pastoreo o las actividades domésticas.


Las mujeres no asisten a la escuela o colegio porque hasta ahora existe una “cultura machista rural” que refiere que las mujeres no deberían estudiar y solo avocarse a la casa. En décadas pasadas, este era uno de los más grandes problemas con las mujeres rurales, es por eso que muchas de ellas siguen “arrastrando” la pobreza de manera generacional.


La ausencia de participación en la educación por parte de las mujeres ha permitido que el tema de la pobreza entre éstas, sea más marcado, conllevando a pertenecer a una condición social baja y obviamente generando alta tasa de pobreza entre esta población, más aún si no pudieron casarse o quedaron viudas. En épocas pasadas la educación de los hijos en los pueblos rurales no ha sido prioridad entre los padres, porque para éstos lo más importante era que los hijos varones ayuden en las chacras y las mujeres en los quehaceres de la casa; aunque los hijos varones, eran matriculados en las escuelas públicas, mientras que las mujeres siempre han sido marginadas en la educación pública.


LAS MUJERES NO ASISTEN A LA ESCUELA O COLEGIO PORQUE HASTA AHORA EXISTE UNA “CULTURA MACHISTA RURAL” QUE REFIERE QUE LAS MUJERES NO DEBERÍAN ESTUDIAR Y SOLO AVOCARSE A LA CASA. EN DÉCADAS PASADAS, ESTE ERA UNO DE LOS MÁS GRANDES PROBLEMAS CON LAS MUJERES RURALES, ES POR ESO QUE MUCHAS DE ELLAS SIGUEN ARRASTRANDO LA POBREZA DE MANERA GENERACIONAL.


Esta situación, como mencione anteriormente, es generalizada en los pueblos rurales de la amazonia y el ande, y les confiere un status bajo dentro de la sociedad haciendo de ellas una población vulnerable con altos índices de carencias y en situaciones de pobreza extrema.

En las comunidades rurales es característica la ausencia escolar entre los niños, debido muchas veces a que no son matriculados en las escuelas públicas o en todo caso en estos pueblos no existen instituciones educativas, y si las hay, están muy alejadas de las comunidades rurales ya que involucra caminar horas para poder llegar a un centro educativo cercano.

Cabe anotar que a diferencia de nuestras ciudades donde conocemos con el término colegio tanto al nivel primario como secundario, en los pueblos rurales lo llaman colegio al nivel secundario, mientras al nivel primario le denominan "escuela". Esto sería un importante dato a tomar en cuenta a la hora de analizar e interpretar la educación rural en nuestros pueblos.

La educación rural no puede ir peor. Existen desencuentros entre los intereses educativos de las comunidades con los intereses de la “educación occidental”. El punto de partida de la educación, no tiene relación con la vida real de alguna comunidad o pueblo rural.

Los referentes familiares y comunales no son relevantes como columnas estructurantes del sistema educativo rural. La “educación occidental” parte de lo que no es, las comunidades y pueblos, parten de su vida inmediata. La tradición y la historia de las comunidades no son ejes esenciales del currículo de la “educación occidental”, las lenguas de las comunidades, menos. Se da más bien, una castellanización compulsiva, un desencuentro de conocimientos. Los ideales de sobrevivencia y de futuro no corporativizan el proyecto educativo rural.



ES IMPRESCINDIBLE EL RECONOCIMIENTO DEL DERECHO A SER EDUCADO EN SU PROPIA CULTURA Y EN SU PROPIA LENGUA, SOBRETODO EN ESTE PROCESO GLOBALIZADOR DEVORANTE Y ACULTURIZADOR. LA CONCIENCIA DE DERECHOS HUMANOS CADA VEZ MÁS CRECIENTE, TAMBIÉN LLEGA A LOS DERECHOS CULTURALES.


Polan Lacki, un agudo observador brasileño, de la realidad educativa latinoamericana rural, la califica del fracaso de una educación rural y urbana, que ofrece “el circo antes del pan”. La realidad concreta nos indica que, después de concluir o abandonar la escuela fundamental o media, la gran mayoría de los educandos rurales, en una primera etapa, van a dedicarse a actividades agropecuarias, como productores o como empleados rurales, en las cuales fracasan, entre otras razones, porque la “educación occidental” prefirió enseñarles la historia del Imperio Romano y el Renacimiento Francés, en vez de enseñarles a producir, administrar predios rurales y comercializar las cosechas con mayor eficiencia, ignorando que este es el primer requisito para que puedan incrementar sus ingresos; y gracias a ello, sobrevivir con dignidad en el medio rural.


Otro de los problemas es que en las escuelas no hay textos contextualizados para la lectura de los alumnos. El Ministerio de Educación ha gastado anualmente, varios millones de soles para proveer a las escuelas de textos de diversas especialidades, particularmente de lectura. Pero los docentes no tienen el hábito a la lectura y, por tanto, no pueden hacer que los alumnos lean y comprendan lo que leen.


Un Nuevo Rostro para la Educación Rural en el País


Actualmente, los textos que están llegando a las escuelas rurales, no se contextualizan dentro de la realidad del área rural. Por otra parte, el currículo básico de primaria, no insiste en áreas fundamentales como la lectura, escritura el cálculo y los valores.

En la época de emergencia educativa que vivimos, la vuelta a lo esencial es urgente. Lo esencial para cualquiera de estas alternativas, son los libros de texto o de cultura básica con una elaboración que parta desde las diversas realidades de los pueblos. No se puede seguir enseñando las vocales o el alfabeto en la escuela rural, tomando como ejemplos modelos foráneos y occidentales que nada tienen que ver con los elementos culturales y ecológicos que conforman el espacio de nuestros pueblos

Para empezar a dar un nuevo rostro a la educación rural, lo primero que debe tenerse claro es que no podemos establecer un sistema educativo ni curricular, ajeno a la propia identidad de los pueblos y sin inclusión. Nos guste o no, su idiosincrasia. No se trata de inventar nada, simplemente se trata de recuperar la óptica que fue siempre la nuclear y fundamental en nuestros pueblos: la Cultura.

La cultura se construye y reconstruye desde sí misma en los pueblos rurales. La cultura es un núcleo en relación con otros aspectos (economía, política, sociedad, etc.). A partir del meollo cultural, la relación con estos aspectos, tiene posibilidad de prosperar de manera sostenible, viable y aceptable.


LOS TEXTOS QUE ESTÁN LLEGANDO A LAS ESCUELAS RURALES, NO SE CONTEXTUALIZAN DENTRO DE LA REALIDAD RURAL. PARA EMPEZAR A DAR UN NUEVO ROSTRO A LA EDUCACIÓN EN NUESTRO SPUEBLOS, LO PRIMERO QUE DEBE TENERSE CLARO, ES QUE NO PODEMOS ESTABLECER UN SISTEMA EDUCATIVO NI CURRICULAR, AJENO A LA PROPIA IDENTIDAD DE LOS MISMOS.

Esencialmente, es el modelo de vida histórico cultural que sirve de eje a la organización de su vida personal, familiar y social en los pueblos rurales. Endógenamente, tiene historia y por tanto, presencia prístina en el concierto de culturas. Este es el hecho histórico que ha marcado a las poblaciones rurales y que deberían mistificarse generacionalmente por medio de un nuevo tipo de educación que parta desde dentro; es decir, desde los mismos pueblos, desde lo local, de la inclusión.

Es imprescindible el reconocimiento del derecho a ser educado en su propia cultura y en su propia lengua, sobretodo en este proceso globalizador devorante y aculturizador. La conciencia de derechos humanos cada vez más creciente, también llega a los derechos culturales. Esta resaca frente a la prepotencia de las olas globalizantes tiene la fuerza de la sobrevivencia y del grito por la identidad y la diversidad cultural. No hay dos personas iguales, ni culturas similares, todos somos diferentes. En este sentido, van las referencias a la situación de la educación rural.

La inclusión progresiva de lo ecológico en la educación, como referente básico humano, es un referente esencial de constitución y estabilidad cultural. Constituye el referente esencial de constitución y diferenciación entre lo rural y lo urbano.

Las actividades agropecuarias y silviculturales son las principales actividades propias de las zonas rurales del Perú. Lo económico hace referencia a su vida tradicional y al trueque como recurso básico de complementación productiva. Lo político exige una autoridad desde su historia y de sus patrones sociales. Lo cultural, hace referencia a su acervo cultural acumulado hasta hoy en su propia idiosincrasia cultural. (Continuará en la Segunda Parte)

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[1] Instituto Nacional de Estadística e Informática. Censo Nacional 2007


[2] MINEDU