LA DESCENTRALIZACIÓN: PILAR DE LA INTEGRACIÓN Y DESARROLLO AMAZONENSE
Los últimos 15 años se ha caracterizado por
la puesta en marcha de un proceso
descentralizador, cuya principal característica ha sido la creación de presidencias regionales con
el fin de que cada departamento tenga autonomía
en su gestión. Se han ido llevando a cabo diferentes procesos de “descongestionamiento del poder central”
conllevando a que muchos de los programas y presupuestos gestionados desde
Lima, se canalicen hacia los gobiernos
subnacionales y puedan manejarse “desde lo local”.
En suma, se está tratando que los gobiernos
subnacionales asuman protagonismo real y
participativo en la cogestión del Estado, buscando la integración, el
desarrollo humano y crecimiento económico. Para el Perú, el proceso de la
descentralización está de acuerdo a las necesidades de integración, desarrollo y crecimiento de las regiones, pero su estrategia
de intervención desde el Estado, no
responde a las realidades diversas que caracterizan al Perú heterogéneo.
Los enfoques concebidos para la
descentralización muchas veces caen en la “latencia
luminosa” del discurso, y otras veces no se adaptan a las realidades
locales de nuestro país multidiverso. Entonces cabe preguntarnos lo siguiente: ¿se esta realizando adecuadamente la
descentralización cuando nuestros derechos son vulnerados cada día?, ¿existe
igualdad de oportunidades, cuando vemos que los ricos se hacen más ricos y los
pobres más pobres?, ¿existe democracia participativa cuando los más vulnerables
son informados a través de medios de comunicación que obvian las problemáticas
que aquejan a los ciudadanos?, ¿se está superando la pobreza, cuando desde el
Estado se lo “institucionaliza” por medio de programas sociales
asistencialistas?, ¿existe un verdadero desarrollo económico local, cuando
todavía la agricultura, ganadería y turismo adolecen de un impulso para su
crecimiento y desarrollo?
La descentralización en nuestro país implica
un conjunto de acciones destinadas a potenciar
el autodesarrollo de las regiones, teniendo como base sus recursos
agropecuarios, turísticos, culturales, ecológicos, etc. El Estado tiene que
dotar “herramientas” necesarias y
estratégicas para que los gobiernos subnacionales gestionen el desarrollo
viable, aceptable y sostenible de sus pueblos. Como Estado debemos tomar
conciencia que no solamente descentralización significa transferencia de
recursos humanos y materiales, sino también transferencia y constante “intercambio reciproco” de capacidades.
El Estado entonces no solamente actúa como un ente unívoco de impartir
conocimientos sobre el proceso, sino también que tiene que ser un receptor de aprendizajes y experiencias
de los entes locales, cumpliendo de esa manera uno de los fines que persigue la
descentralización: la participación igualitaria de todos los grupos sociales.
Para la Región Amazonas el proceso descentralizador es de vital importancia, ya que implica poner en valor nuestros recursos
agropecuarios, culturales y ecológicos al momento de actuar en este espacio
competitivo de la globalización. El gobierno regional debe cumplir un papel
fundamental para impulsar el crecimiento económico y desarrollo humano de la
región. Las autoridades regionales tienen que construir una misión que involucre tener propuestas claras y
sinceras, de acorde a nuestra realidad regional. Esto deberían entender, los nuevos “inquilinos” del Gobierno Regional a
elegirse este octubre próximo. Propuestas que se enmarquen en los
siguientes puntos que vienen a constituir la “transformación deseada”, para
nuestra región:
1. Constituirse como el principal
centro nororiental exportador de
productos agropecuarios (café, arroz, ganado, papa, etc.), no solamente al
mercado nacional, sino también una economía insertada con el mercado
internacional.
2. El mayor destino turístico
del norte y nororiente del Perú, para ello las autoridades y la población
tienen que plantearse una plataforma de actividades para resguardar, restaurar
y poner en valor la riqueza arqueológica, ecológica y cultura viva.
3. Fortalecer la educación
regional, teniendo como punto de avanzada el conocimiento de nuestra
realidad social, económica y cultural de los pueblos amazonenses. Construir un
sistema y currícula de educación regional.
4. Una región activa en el
desarrollo del país, donde sus pueblos (excluidos actualmente), estén
insertados en la sociedad nacional; participando de sus problemas y poniendo
bases para construir los pilares del desarrollo.
5. Una región unida y
mancomunada; donde todas las provincias y distritos, busquen conjuntamente
el desarrollo, dejando de lado ese actual divisionismo regionalista y de
provincias que no conlleva a nada.
6. Para las nuevas autoridades, es de suma necesidad buscar la articulación de los pueblos y formar un
solo bloque regional, iniciando un dialogo regional donde participemos
todos, y demos aportes para atacar en bloque las problemáticas de la región.
La
descentralización es un espacio importante que se debe aprovechar para el crecimiento y desarrollo en Amazonas.
Para ello tenemos que reconceptualizar nuestros enfoques teniendo en cuenta lo local, respetando los
conocimientos y las libertades de todas las poblaciones en especial las más vulnerables y excluidas. Hay que
preparar a nuestros ciudadanos, para afrontar los nuevos retos que implica la
descentralización, para ello hay que
crear conciencia, impartir e intercambiar conocimientos tanto desde el
Estado y desde lo local. Tratemos entonces de aprovechar este proceso para el crecimiento económico y desarrollo humano
de nuestro Amazonas.