lunes, 1 de agosto de 2016

EL OLLANTA HUMALA QUE SE NOS FUE
 
 
Los momentos más conmovedores de un Presidente de la Republica, hablando en términos de “política emocional” deben ser cuando asumen el cargo y cuando lo dejan. Son dos momentos que reflejan las antípodas para el caso peruano, porque en el Perú muchas veces un Presidente es recibido entre vítores, aplausos y altos grados de aceptación; y es despedido entre pifias, reclamos y niveles pésimos de aprobación popular.
 
Ahora que los flashes y las cámaras apuntan al nuevo Presidente PPK, es necesario voltear el reflector y analizar el quinquenio del Presidente Humala; un Presidente que no tuvo la muñeca política adecuada, porque tal vez se hubiese ido con un puntaje aceptable como los Presidentes Toledo y García. Es que el Perú es muchas veces “castigador” con los Presidentes salientes, y allí están las muestras: ex presidentes en la cárcel, con denuncias y juicios diversos o defenestrados por el voto popular.
 
Ollanta Humala entró con la ambición de derrotar la inseguridad ciudadana y la pobreza, lo primero fue un desastre porque la inseguridad aumento en el país, pero lo segundo en cambio es bueno resaltar, porque su maquinaria de programas sociales se constituyeron quizás en lo más destacable de su gobierno, porque tanto Qali Warma, Pensión 65, JUNTOS o Beca 18, se han constituido en los pilares de lucha contra la pobreza y mejora de los niveles educativos. Se invirtió en el capital social con estos Programas, y eso es bueno, los frutos se verán en 15 o 20 años, el esfuerzo siguiente es mejorar su focalización.
 
La nota oscura del gobierno de Humala fue la “intromisión política” de su esposa en asuntos del Estado. La señora Nadine tenía todo el derecho de participar activamente en el Gobierno de su esposo, pero desde otra óptica, siguiendo los estándares constitucionales sin opacar a su esposo. En un país machista y patriarcal, la intromisión política de la esposa del Presidente no se veía del todo bien, sabiendo que existen añejos “sabuesos políticos” que a la primera intervención de Nadine en el escenario político, potenciada por su alta popularidad, comenzaron a calificarlo y desprestigiarlo hasta tal punto de estar por debajo del 10% de aceptación.
 
La política peruana, si es que se puede llamarlo POLITICA, es esto; una maquina demoledora de carne, que no deja HACER ni HACE nada; y ante ello no tener una estrategia política y actores políticos activos, terminas hecho trizas, terminas como el Gobierno del Presidente Humala. No solo bastan los TECNICOS para gobernar, sino también los hacedores y pensadores de POLÍTICA.
 
Veamos, a la pareja Humala – Heredia los espera una etapa difícil, judicialmente hablando; pero a la vez podría ser un potente mecanismo político que los reivindicaría al 2021 (sobre todo a Nadine), si es que salen bien librados de estos procesos judiciales que, digámoslo, no existen pruebas contundentes para sancionarlos, lean a Rosa María Palacios, una abogada conocedora de estos temas.
 
Pero reflexionemos, y aclarando que soy independiente en cuanto a posturas políticas; en lo referido a infraestructura, educación e inversión social el Gobierno de Humala NO fue malo, al contrario es digno de destacar su actuación a nivel de provincias. Los programas sociales, educativos y de infraestructura se han expandido a nivel nacional.
 
Por ejemplo, los amazonenses no debemos ser mezquinos y reconocer que el Gobierno de Humala, como ningún otro Gobierno estuvo siempre entre nosotros, inaugurando diversas obras o implementados proyectos o programas. Veamos: colegios emblemáticos en Luya-Lamud, carreteras y puentes en Bagua y Condorcanqui, hospitales y centros médicos en diversas provincias, el Programa JUNTOS interviene en todas las provincias, Qali Warma viene atendiendo en los centros educativos con desayunos y almuerzos, Pensión 65 beneficia a los campesinos y nativos amazonenses, programas laborales primera vez ingresaron a nuestro departamento, el COAR viene formando a los futuros dirigentes y pensadores amazonenses con educación de calidad, están en proyectos la ejecución de diversas carreteras para construcción y asfaltado; y cerrando con broche de oro, el primer teleférico para el transporte de turistas en el Perú se hizo en Kuelap.
 
Es necesario también reconocer las cosas buenas y no hacer leña del árbol caído. Si Amazonas todavía sigue sumergida en la pobreza y el abandono, mucho se debe a nuestros Congresistas, autoridades regionales y locales que no mueven un dedo; el Gobierno Nacional, este último quinquenio, hizo mucho y esperemos que PPK fortalezca su intervención. Nosotros los amazonenses no debemos quedarnos con las manos cruzadas, también poner el hombro desde la trinchera donde nos encontremos. El Ollanta Humala que se nos fue, ha dejado la valla alta en Amazonas, está en tod@s nosotros el reto de superarlos para el desarrollo de Amazonas y el país.

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