miércoles, 6 de mayo de 2009

EXPLORANDO LUYA VI
CHANQUE: RECORRIENDO “LA IGLESIA” DE LOS ANTIGUOS LUYA Y CHILLAOS

Luya amaneció con un esplendoroso sol para este día. Nos esperaba una nueva aventura de conocimientos, el grupo de personas y guías que nos iban a acompañar hacia “Chanque”, estaban preparando ponchos para lluvia, equipos visuales, mochilas, almuerzos, refrigerio y repelentes.

Nuestro destino se encuentra al otro lado de uno de los ramales de la cordillera oriental, por lo que fue necesario contratar un vehículo que nos llevaría hasta cierto lugar estratégico para luego caminar dos horas más, y asi llegar a nuestro destino. A medida que avanzábamos en el vehículo, íbamos registrando la ecología que rodea a los pueblos de Lamud y Olto. Subiendo hacia el poblado de Olto, cruzamos el lugar donde queda el Santuario del Señor de Gualamita. Se observó una pequeña capilla rodeada de un campo abierto donde todos los 13 de septiembre se celebra el Hatunluya, una festividad donde se presenta y escenifica danzas, bailes y cantos de todos los distritos de la Provincia de Luya, cargados de tradicionalidad y profunda simbología folklórica.

EL RECORRIDO A CHANQUE NOS INVITA A OBSERVAR
HERMOSAS CATARATAS QUE BROTAN DEL INTERIOR
DE LAS MONTAÑAS

Llegando a Olto, nos dimos cuenta que nos habíamos insertado en un pueblo con bastantes tradiciones, donde algunas personas todavía hablan el quechua de esta zona. Inclusive nos mencionaron que en este lugar todavía se siguen elaborando mantos y túnicas, conocidas como “sentimientos”, que guardan relaciones estrechas con las pictografías de Chanque, continuando de esa manera la tradicionalidad prehispánica de los Luya y Chillaos.

El carro nos dejo en este pueblo y todavía nos esperaba dos horas de caminata. Una trocha carrozable inhabilitada por las constantes lluvias, era nuestra nueva ruta. A medida que avanzábamos, nuestro ambiente ecológico se iba transformando en una espesa vegetación de ceja de selva y selva alta. Ante nuestros ojos aparecían impresionantes montañas cubiertas de vegetación y neblina, a lo lejos y desde el interior de ellas aparecían imponentes, diversas cataratas que caían desde las parte altas de las montañas. Las alturas desde donde caen estas cataratas son tan altas que son semejantes a “Gocta”, la tercera catarata más alta del mundo, ubicada en esta región, por lo que bien cualquiera de estas cataratas tendría una altura considerable para competir con “Gocta”.

Con la ayuda de unos binoculares y el zoom de la cámara de video, pudimos ver lo impresionante de estas caídas de agua, sobretodo en esta época con el caudal alto que arrastran debido a las lluvias. Se observa que a los alrededores de las cataratas, existen árboles corpulentos de diversas especies como palmeras, alisos y otros que alojan a especies de animales propias de ceja de selva y selva alta.

ESTANDO EN LA MONTAÑA PERDIMOS LA RUTA Y EMPEZAMOS
A BUSCAR EL CAMINO DENTRO LA ESPESA VEGETACIÓN. NUESTRO OBJETIVO
ERA ENCONTRAR “LA IGLESIA”


Observando todos estos elementos ecológicos empezamos a descubrir que entre los farallones rocosos más altos de estas montañas se encuentran depositados a manera de sarcófagos y mausoleos, diversas momias pertenecientes a los Luya y Chillaos. El misterio y la sacralidad que esconden estas montañas, fue el motivo para que los antiguos pobladores escalen imponentes cerros para depositar en los farallones más altos a sus muertos, desde allí accederían directamente a la eternidad y la memoria de sus descendientes.

Seguimos bajando con dirección a una quebrada, los árboles, ramas y montes de la espesa selva empezaron a cubrirnos por completo. Cruzamos abruptamente la quebrada e iniciamos nuestra caminata por la ruta que nos conduce a nuestro objetivo. A medida que íbamos subiendo por la espesa vegetación el camino iba poco a poco desapareciendo entre el monte. El crecimiento apresurado del mismo, hizo que nos perdamos de nuestra ruta.

Mientras estábamos perdidos y tratando de recuperar la trocha, observamos algunas especies de pájaros que revoloteaban sobre nuestras cabezas, sobretodo loros y halcones. A lo lejos escuchábamos los gritos del mono de cola amarilla, una especie en extinción, también escuchamos gritos de los osos y pumas que recorren los alrededores en busca de comida.

Junto con los guías y acompañantes empezarnos a ubicarnos en el espacio para encontrar la ruta, me interne dentro de los matorrales y árboles, y sentía los chicotazos y punzones que me proporcionaban las ramas sobre mis piernas y brazos, causándome heridas sangrantes. En una de esas ocasiones, me dispuse a cruzar agachado unos matorrales, y sobre mi espalda cayó una tarántula, que puso en alerta a un guía que venía detrás mío y pudo deshacerse del insecto.

PARTE DE LAS SIMBOLOGÍAS O FOLKLORE COSMOVISIONARIO
DE LOS ANTIGUOS LUYA Y CHILLAOS. ESTE ERA UN SITIO SAGRADO
DONDE LOS POBLADORES ACCEDÍAN PARA ADORAR A SUS DIOSES

Sufriendo y luchando contra la naturaleza dentro de esa espesa vegetación, logramos encontrar el camino principal. Alertamos a los demás mediante silbidos, para no provocar a ningún animal feroz, y empezamos a recorrer la ruta. Subiendo por un empedrado de escalinatas y a pocos metros de nuestro destino, nos decidimos a “chacchar” coca con todos los acompañantes. Mientras realizábamos este acto ritual, para poder ingresar al lugar protegido por los espíritus que habitan esta montaña, se contaba que en estas montañas habitan seres como el “Purunmacho”, “Shapingo” (diablo), el duende, la “madre” de los árboles y animales, las “solpeculebras” (inmensas serpientes), etc.

Después de protegernos espiritualmente con el “chacchado”[1] de la coca decidimos ingresar a “La Iglesia”, conocida así por los actuales pobladores porque refieren que las personas antiguas, venían a escuchar los sermones que impartían sus sacerdotes en este lugar sagrado. Al ingresar a esta área, lo primero que observamos es una gran pared rocosa a manera de cueva, donde se han pintando diversos motivos pictográficos utilizando tres colores: rojo, amarillo y blanco.

Estando frente a este colosal arte de los antiguos Luya y Chillaos, recién entendimos la capacidad visionaria y el complejo mundo cosmovisionario que tenían. Lo que resalta en este panel artístico son diversos mantos o túnicas que pertenecieron a los guerreros o sacerdotes, y hoy los pobladores de Olto lo elaboran de la misma manera y los llaman “sentimientos”. También notamos la presencia de seres antropomorfos y zoomorfos asociados a complejas figuras estilizadas que es muy difícil de descifrarlas, pero que para los guías y pobladores están asociadas a los animales y plantas que habitan esta zona. Se distingue figuras que representarían pumas, venados, ciempiés, al sol, la luna, loros, serpientes, hombres extranjeros, cetros, chakanas, etc. Todas estas figuras representadas artísticamente de manera estilizada sobre el farallón rocoso.

INGRESANDO A UNA DE LAS CATARATAS DE CHANQUE PARA
OBSERVAR SU ESPACIO DONDE SEGÚN LOS MITOS HABITAN
SERES SOBRENATURALES

En un trabajo anterior mencioné a manera de hipótesis que estas simbologías fueron elaborados por los artistas Chillaos, guiados por los sacerdotes o chamanes, todos ellos en un estado de conciencia ampliada debido a la ingesta de sustancias psicoactivas como el toe, san pedro y ayahuasca, esta última traída de la selva baja. En estas condiciones es que se lograba plasmar simbologías estilizadas que representaban deidades, actividades cotidianas y rituales, elementos de la naturaleza y cultura, que muchas veces los ojos occidentales no los pueden “descifrar”, atribuyéndolos a situaciones extrañas relacionándolas con elementos extraterrestres.

Estos símbolos guardan y evocan las manifestaciones mágico-religiosas y el folklore sagrado de los antiguos Luya y Chillaos, por ello la riqueza cultural, para asociar el folklore con los restos arqueológicos de esta provincia, sabiendo que estas pictografías manifiestan en sus simbologías, elementos culturales que todavía practican los pobladores actuales.

Terminada la visita a “La Iglesia”, emprendimos la caminata hacia una de las cataratas que rodean estas montañas, hábitat donde se “cobijan” los espíritus de los duendes, sirenas, “shapingos”, “solpeculebras” y donde se producen los “encantamientos” o desaparición de las personas. Cruzando nuevamente la espesa selva arribamos al pie de una hermosa catarata, rodeada de orquídeas y palmeras, que caía desde una altura aproximada de 200 metros. La caída de sus aguas ha formado una piscina natural de aguas oscuras que incita a la creación de historias relacionadas con los seres sobrenaturales mencionados. En este espacio podemos sentir y entender directamente el áurea que lleva a las personas a creer en la existencias de “shapingos”, duendes y “solpeculebras”.

Las aguas de esta piscina natural calmaron nuestro cansancio y fatiga, y decidimos refrescarnos dentro de sus aguas. A medida que íbamos registrando visualmente y consumíamos los refrigerios que habíamos traído, escuchábamos los cantos de las aves y los gritos de mamíferos salvajes que rodean esta catarata. Por la tarde decidimos dejar este “paraíso terrenal” y emprender nuestra caminata hacia Luya, ello involucraba nuevamente cruzar el bosque que nos rodeaba. Tomamos el camino de vuelta y llegamos nuevamente a la quebrada, desde donde emprendimos la caminata hacia el pueblo de Olto.

EN LO MÁS ALTO DE LA MONTAÑA DE CHANQUE CON UNA INTENSA LLUVIA FILMANDO UNOS SARCÓFAGOS QUE SE ENCONTRABAN OCULTOS POR LA NEBLINA EN UNO DE LOS FARALLONES ROCOSOS

A las 6 de la tarde llegamos a Luya y por la noche empezamos a planear las actividades de nuestro futuro destino pero también nos preguntábamos porque nuestro Amazonas siendo tan rico en riquezas ecológicas y culturales seguimos postrados en la pobreza extrema y exclusión, más aun cuando desde el gobierno regional y los congresistas no hacen nada para encaminar y visionar el desarrollo regional en todos sus aspectos, y como observe en esta mi visita a Amazonas, están más inmiscuidos en una reelección, parasitando aún más la pobre e incipiente política regional de nuestros pueblos.

¿Acaso las autoridades todavía no se han dado cuenta de la pobreza y exclusión de los pueblos amazonenses y del potencial agropecuario, ecológico y cultural que tienen para el desarrollo regional? Dirán entonces que necesitan otro “periodito” para completar sus proyectos regionales. Como se dice en la región: “Laushitos”[2] los amazonenses para aguantar otro periodo más de subdesarrollo y pobreza de nuestra región y pueblos por culpa de los actuales autoridades y su falta y/o ineficiente visión de desarrollo regional. Nosotros nos acostamos y sabíamos que al siguiente día Amazonas nos esperaba para mostrarnos sus riquezas, valores y esperanzas de sus gentes. (Continúa en: Explorando Luya VII)
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[1] Es el masticado de la coca acompañado de cal que realizan los campesinos amazonenses en sus diversas actividades agropecuarias y rituales.

[2] Término propio de la Región Amazonas que se refiere al sentido de pena o compasión hacia los semejantes.

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