𝐅𝐄𝐋𝐈𝐙 𝐁𝐈𝐂𝐄𝐍𝐓𝐄𝐍𝐀𝐑𝐈𝐎 𝐏𝐄𝐑𝐔́
Este portal es un espacio que me permite construir reflexiones y artículos sobre diversas problemáticas que aquejan a nuestro país y la Región Amazonas. Abordo diversas temáticas como gobernabilidad, desarrollo humano, desarrollo económico, interculturalidad, ecología, descentralización, nutrición, turismo, cultura, educación y otros. Espero servirles, tener sus puntos de vista y comentarios de cada uno de vosotros.
martes, 27 de julio de 2021
domingo, 13 de junio de 2021
- UCHURACCAY (Huanta, Ayacucho): Ganó el Profe con 87%.
- OXAMARCA (Celendín Cajamarca): Ganó el Profe con 84%.
- ANGUIA (Chota, Cajamarca): Ganó en Profe con 96%.
- PUCACOLPA (Huanta, Ayacucho): Ganó el Profe con 90%.
- PICHOS (Tayacaja, Huancavelica): Ganó el Profe con 93%.
- JOSÉ SABOGAL (San Marcos, Cajamarca): Ganó el Profe con 82%.
- CACHACHI (Cajabamba, Cajamarca): Ganó el Profe con 63%.
- SALLIQUE (Jaen, Cajamarca): Ganó el Profe con 93%.
- CUJILLO (Cutervo, Cajamarca): Ganó el Profe con 87%.
- HUASMIN (Celendín, Cajamarca): Ganó el Profe con 93%.
- SAN ISIDRO (Lima, Lima): Ganó Keiko con 88%.
- MIRAFLORES (Lima, Lima): Ganó Keiko con 85%.
- YANAHUARA (Arequipa, Arequipa): Ganó Keiko con 71%.
- SAN BORJA, (Lima, Lima): Ganó Keiko con 84%.
- JESÚS MARÍA (Lima, Lima): Ganó Keiko con 75%.
- PUEBLO NUEVO (Ica, Ica): Ganó el Profe con 53%.
- AREQUIPA (Arequipa, Arequipa): Ganó Keiko con 59%.
- PUEBLO LIBRE (Lima, Lima): Ganó Keiko con 78%.
- MAGDALENA DEL MAR (Lima, Lima): Ganó Keiko con 79%.
- PACOCHA (Ilo, Moquegua): Ganó Keiko con 59%.
viernes, 11 de junio de 2021
- En el distrito más pobre de Amazonas, El Cenepa, ganó esta vez el Profe, en primera vuelta lo hizo el ex Presidente Ollanta.
- En el distrito menos pobre de Amazonas, Chachapoyas, ganó el Profe Castillo, tal como lo hizo en la primera vuelta.
- En el segundo distrito más pobre de Amazonas, Santa Catalina en la provincia de Luya, ganó el Profe, la primera vuelta lo hizo Keiko.
- En la provincia más pobre de Amazonas, Condorcanqui (la séptima más pobre del país), barrió esta vez el Profe, en la primera vuelta lo había hecho Ollanta.
- En el distrito más poblado de Amazonas, Bagua Grande, ganó el Profe Castillo, tal como en la primera vuelta.
- En el distrito con menos población, Recta en Bongará, ganó el Profe, en la primera vuelta Lescano se había llevado el triunfo.
- En la provincia más poblada de Amazonas, Utcubamba, ganó el Lápiz de Castillo, como en la primera vuelta.
- En el distrito donde se encuentra la Fortaleza de Kuelap, Tingo (provincia de Luya), como en la primera vuelta, esta vez también ganó Keiko.
- En el distrito alfarero de Amazonas, Huancas (Chachapoyas), ganó nuevamente el Profe.
- En el distrito más pobre de Chachapoyas, Sonche, esta vez ganó el Profe y en la primera vuelta lo hizo Keiko.
- En la Provincia de Bongará, su distrito más pobre, Corosha votó en su mayoría por el Profe Castillo, como en la primera vuelta.
- En el distrito más pobre de Bagua, que es Imaza, literalmente les digo que barrió el Profe.
- En el distrito más pobre de Rodríguez de Mendoza, Vista Alegre, ganó nuevamente el Profe Castillo.
- En el distrito de Jazán, el más poblado de Bongará, otra vez ganó el lapicito.
- En el distrito más poblado de la provincia de Luya, Camporredondo, nuevamente ganó el Profe Castillo.
- Omia, el distrito más poblado de Rodríguez de Mendoza, como en la primera vuelta, ganó el Lápiz.
- En uno de los distritos con mayor tasa de desnutrición crónica en niños menores de 5 años en Amazonas, el distrito de San Cristóbal, en Luya, ganó nuevamente el Profe.
- En el distrito de Río Santiago (Condorcanqui), donde según Defensoría del Pueblo, existe un Conflicto Socioambiental, donde Comunidades Wampis exigen a mineros ilegales el cese de sus actividades, esta vez barrió el Profe Castillo, en primera vuelta se había llevado el triunfo Ollanta.
- En Amazonas, tierra del baguazo, de la Fortaleza de Kuelap, de una de las cataratas más altas del mundo: Gocta, hogar de los Awajún y Wámpis, de los Carajía y Revash, del Marañón y el Utcubamba, en esta segunda vuelta otra vez se llevó el triunfo el Profe Pedro Castillo con el 66.7%.
lunes, 26 de abril de 2021
LA JUSTICIA Y EQUIDAD,
UN RETO DEL BICENTENARIO
Empezaré este análisis diferenciando ambos
términos. La justicia consiste en la
aplicación del derecho positivo para dar a cada uno según sus méritos, ya
que todas las personas somos iguales
ante la ley y sus efectos nos alcanzan sin distinción alguna. La Equidad en cambio, es la capacidad de
impartir justicia partiendo del principio de la igualdad, considerando las necesidades individuales y las
circunstancias de cada ciudadano.
En nuestro Perú podemos decir que, estos
principios son parte de la retórica de
los discursos y los documentos institucionales, que han demarcado
generacionalmente la historia del país. El Principio de Justicia, comenzó a ser “injusticia” desde cuando
los españoles pusieron sus pies sobre nuestro territorio, que lo podemos
resumir en lo siguiente: “los españoles y sus hijos criollos viviendo en Lima
con sus privilegios, y los indios en sus pueblos o en un socavón minero, para
alimentar a los gamonales”.
Este escenario, es un
símil con la realidad actual, solo han cambiado los personajes y/o actores. Los privilegios para las
grandes ciudades, y el resto, el patio trasero del país. La justicia solo es para los pocos, para las minorías; mientras que, para
la gran mayoría, la justicia sigue siendo una gran panacea que buscan los
excluidos para poder activar sus derechos. El panorama al Bicentenario es: los pocos que siempre manejan la justicia y
crean las desigualdades; y al otro lado, los muchos que reciben la justicia
parcializada de acuerdo a sus posibilidades.
Si la justicia todavía es una quimera
inalcanzable para muchos/as en nuestro país de hoy, LA EQUIDAD ES UN SUEÑO. La equidad desde el concepto de igualdad,
se puede decir que es un gran reto para las generaciones futuras que tiene que
construirse sosteniblemente. Claramente, no
somos un país igualitario o equitativo. El crecimiento económico de las
últimas dos décadas, admirado en el mundo, no ha significado cerrar las brechas
de desigualdad; al contrario, los ha
ampliado.
El Perú en los últimos 20 años, ha tenido un crecimiento vertiginoso de su economía,
gracias principalmente a sus recursos de exportación
de materia prima como los minerales; y si bien, ello ha permitido reducir
la pobreza, NO HA SIGNIFICADO CREAR
IGUALDAD, debido a que ese crecimiento económico, no ha mejorado aspectos
vitales como la educación, la salud,
seguridad alimentaria o acceso a servicios e infraestructura básica;
componentes claves para construir equidad e igualdad y por consiguiente mejorar
la calidad de vida, más allá de superar las “líneas de pobreza”.
Si entonces, la justicia todavía no ha llegado
a las poblaciones vulnerables del país, difícilmente
les ha llegado la equidad e igualdad. La Justicia y Equidad, supone tener
un país con una Nación construida,
con un Estado fuerte, con una clase política responsable y con inversión privada solidaria. Eso no ha
ocurrido todavía en nuestro país; por tanto, la Justicia y Equidad solo es
accesible para los que ostentan los
diversos tipos de poderes públicos y privados; las masas, el pueblo caminante, o los excluidos de nuestras fronteras,
ellos no conocen estos principios.
Este es un gran reto del Perú camino al
Bicentenario, hacer de la Justicia y
Equidad, una herramienta democrática y de derechos, donde “todos se mojen”
con el crecimiento económico, y el desarrollo no sólo sea la negación para las
grandes masas, y el beneficio para los pocos. Los 200 años de nuestra
República, de inequidad e injusticias, se han reflejado en el voto del 11 de abril,
donde, LOS OTROS PERÚs, manifestaron
su voto por una opción que los escuchó. "Hablaron los ignorados, y no los ignorantes". Mientras tanto:
¡Esto es el Perú de
hoy!
miércoles, 14 de abril de 2021
domingo, 28 de marzo de 2021
Las últimas encuestas, nos muestran que el
candidato presidencial que va por
delante, no supera el 15% de
intención de voto, y existe casi un
30% que no sabe por quién votar o no cree en ninguno de los candidat@s, por
tanto, no votará por alguno de ellos o ellas. Esta es la realidad a solo dos semanas
de las elecciones generales, este es el
panorama de la política peruana del Bicentenario.
La verdad, no me imaginaba que el Perú en la
celebración de sus 200 años de “independencia”, su política iba a estar por los suelos, y es que, desde
hace muchas décadas, nuestra política ha caído en la más profunda
desconfianza y animadversión (solo
el 32 % de los peruanos confía en los partidos políticos) por parte justamente
de los ciudadanos, que vemos en la política un canal para asignar nuestro
poder, a representantes que administrarán ese poder para dar solución a
nuestras problemáticas y plantear soluciones.
Son los políticos muchas veces “improvisados e
informales”, los que acentúan la preocupante condición de la política
peruana actual, los que han hecho de la política un medio para satisfacer
necesidades particulares, postrando el concepto y accionar político a una
paupérrima situación y desacreditación generalizada por parte del ciudadano. El político peruano,
a vísperas del Bicentenario, no entiende que el poder asignado a su persona, es
para mejorar la calidad de vida del colectivo. ¡En fin, NO entiende los que es
la POLÍTICA en mayúsculas!
Pero la política, la “verdadera política” no es
mala, no es nauseabunda como lo creemos o nos lo han hecho creer
generacionalmente. La política es una ciencia social que nace
“científicamente” allá por el siglo V a.c.; en los albores de Atenas, una de
las ciudades de la Cultura Griega. Justamente, un griego como Aristóteles,
definió “naturalmente” al hombre
como un animal político. Las definiciones clásicas de la
política están referidas al “ejercicio
del poder”. El sociólogo Max Weber definía a la política como una
vocación, donde las personas aspiran el poder ya sea entre el Estado o
dentro de un Estado. Weber definía la
política relacionada directamente con el accionar de un Estado.
Sobre política se ha escrito y dicho en demasía
a nivel teórico y práctico. La POLÍTICA debemos entenderla como la
gestión del poder, emanado de los ciudadanos, para mejorar las condiciones de
vida de las poblaciones. Una gestión del poder por parte de autoridades
elegidas democráticamente. Como lo menciona el Sociólogo Sinesio López, la
política como esa capacidad de dirección, diseño y gestión de
la acción dentro de determinados marcos institucionales y de determinadas
condiciones estructurales para obtener algunos resultados deseados:
desarrollo, democracia, estabilidad,
eficacia y efectividad, gobernabilidad, integración sistémica, integración
social. En suma: calidad de vida.
En la política, siempre se debe velar por el
bien común, por el
bienestar de los ciudadanos. Pero nuestra realidad política, nos muestra lo
contrario, LA CORRUPCIÓN Y LOS
PRIVILEGIOS son el sello de la política peruana camino a su Bicentenario. Hay
tres actores principales de esta
situación que venimos lamentando hace muchas décadas: Primero, en
nosotros LOS CIUDADANOS que no
sabemos elegir o no nos comprometemos a hacer política educativa. Tenemos mucho
de culpa, y es necesario que también nosotros entendamos y conozcamos lo que es
la “política verdadera”. La política no es regalar nuestro voto a
cualquier candidato/a que te regala un polo, una bolsa de azúcar, un tarro de leche, una cerveza
o una fiesta popular rimbombante, o porque te ofrecen cosas que no están a su
alcance, como resulta con los actuales
candidat@s al Congreso.
En segundo lugar,
la culpa está en un SISTEMA ELECTORAL
obsoleto que ha conllevado a elegir autoridades que a veces no representan
adecuadamente a su población; es necesario realizar
ajustes en los temas de “distritos electorales y “voto preferencial”. Además,
el JNE debería fortalecer sus filtros
para que nos representen verdaderos políticos, en base a una meritocracia; y no “políticos” que cuenten con
antecedentes penales, judiciales y policiales o estén adeudando al Estado.
Mínimo tienen que tener un conocimiento de su realidad, al menos haber hecho un ANÁLISIS FODA de su localidad o Región.
En tercer lugar,
están los PARTIDOS POLÍTICOS, que
deberían ser los llamados a ejercer la política, ofreciendo adecuados y coherentes candidatos/as
que los ciudadanos elegirán. La debilidad institucional de nuestros
partidos, ahonda la crisis de gobernabilidad y representatividad en el
país. Los partidos políticos deberían buscar y fortalecer la formación de las
preferencias de los ciudadanos haciéndolas dinámicas, permitiendo de esa
manera que los diversos grupos
sociales expresen sus intereses y canalicen sus demandas por medio de
los partidos y eligiendo verdaderos POLÍTICOS.
En nuestro Bicentenario, me ilusioné que la POLÍTICA
peruana era buscar el bien común, donde el poder representado y
legitimado que te confiere la población, buscaría un espacio de
convivencia y mejora de calidad de vida. Me imaginé una POLÍTICA con una
gestión del PODER para construir espacios, donde el desarrollo
y la gestión sostenible sea la bandera de las autoridades elegidas; sea
la bandera de los “verdaderos políticos”. Soñé a tod@s unidos, políticos responsables junto a una población comprometida,
luchando y levantándose frente a una pandemia.
Pero desperté:
¡SÓLO FUE UN SUEÑO INCUMPLIDO, UNA ILUSIÓN
BICENTENARIA!
sábado, 13 de marzo de 2021
¿UNA NUEVA CONSTITUCIÓN EN EL PERÚ?
Empezaremos diciendo que la Constitución de
1993, para esas décadas (1990 y 2000), estuvo
contextualizada a su tiempo, toda vez que estábamos saliendo de una profunda crisis económica, que implicaba fortalecer
el Título Económico de dicha constitución, aunque ella haya permitido que
muchas de nuestras empresas estatales estratégicas, sean vendidas, por ejemplo.
Podemos decir que dicha constitución, aparecida en una dictadura, ha
permitido el crecimiento económico del país a cambio de sacrificar algunos derechos sociales, ambientales y laborales. Pero
los tiempos y épocas han cambiado, si bien dicha constitución ha permitido un crecimiento económico del país, de
manera sostenible en los últimos 25 años; ello no ha permitido desarrollar un
aspecto importante y paralelo: el
desarrollo humano o el impulso social de nuestro país. Al contrario, las desigualdades y brechas sociales se han
agudizado.
La pandemia que estamos viviendo, ha desnudado la profunda crisis en nuestras
instituciones y sectores claves como salud y educación. El acápite
Económico de la Constitución de 1993, no ha permitido que ni siquiera se pueda
tener el número suficiente de Camas UCI a nivel nacional, no ha permitido la
implementación de productores de oxígenos clínico, no ha facilitado la
aparición y desarrollo de una clase de investigadores y científicos en nuestras
universidades, que estén desarrollando una vacuna contra el COVID-19; la
Constitución de 1993, no ha conllevado a
mejorar nuestra clase política y funcionarios, evitando de esa manera los
problemas generacionales como la corrupción y los privilegios.
Esos problemas no han logrado solucionarse
desde nuestra principal herramienta
jurídica: la Constitución Política de 1993. Es más, esta constitución no ha
permitido tener una clase política idónea, para poder solucionar las
problemáticas del país. Hoy nomás, en los últimos 15 años, vemos que los
gobiernos centrales, gobiernan (valga la redundancia) en la línea de la ingobernabilidad. La experiencia última nos ha
demostrado que la gobernabilidad en nuestro país, no ha sido respaldada por
nuestra Constitución: hemos tenido 03
Presidentes de la República en apenas 2 meses, y 02 Congresos en 05 años.
Por tanto, es necesario hacer algunos ajustes claves y estratégicos en la
Constitución Política para fortalecer la gobernabilidad, fortalecer
nuestras instituciones, llevar a cabo una verdadera
reforma estructural del Estado y hacer una lucha frontal contra la corrupción y
los privilegios. La Constitución de 1993, está desfasada en el contexto
actual que vivimos, es de suma necesidad su cambio en Títulos importantes como
el TÍTULO III referido al RÉGIMEN
ECONÓMICO, o el CAPÍTULO XIII, referido al SISTEMA ELECTORAL, entre otros.
Creo que esta discusión se tiene que realizar apenas logremos superar la pandemia. En
estos momentos, no es necesario la discusión para el cambio de Constitución
Política. En estos momentos el Estado, la Sociedad y la Empresa Privada se tienen que concentrar en hacer frente al
COVID-19 y lograr adquirir la mayor cantidad de vacunas posibles, para aplicarlas a toda nuestra población peruana.