jueves, 4 de noviembre de 2010

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER: UNA DURA REALIDAD EN NUESTRO PAÍS

Observar cotidianamente los diversos casos de violencia que se cometen contra las mujeres, nos estremecen en lo más profundo y nos fortalece como sociedad para seguir luchando contra este problema social en nuestro país. Es que en pleno Siglo XXI, con los avances tecnológicos y la globalización, no se puede concebir ver una mujer sangrando la cara o mostrando huellas de maltrato sobre su cuerpo, por el simple hecho de no poder comprender al otro y excluir el diálogo moderado.

La violencia hacia la mujer tiene efectos graves a nivel físico, psicológico y social, causando trastornos emocionales y físicos, depresiones, problemas de salud, disminuye su productividad, limita el desarrollo comunal y acentúa la pobreza. Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar Continua 2004-2005, 4 de cada 10 mujeres de 15 a 45 años han sufrido alguna vez violencia física por parte de su pareja, y cada minuto 2 mujeres son agredidas por su cónyuge.

El Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES) es el ente estatal encargado de aliviar esta problemática, a través de los Centros de Emergencia Mujer-CEM y otros órganos sectoriales. En un estudio (1) realizado el 2009 en el Perú, ha reportado que cada mes mueren aproximadamente 12 mujeres asesinadas por parejas o ex-parejas.

Del 2002 al 2008 los CEM han reportado 200 mil casos de mujeres maltratadas y/o violentadas. La Organización Mundial de la Salud refiere que una de cada 5 mujeres en Lima y Cusco, han sufrido abuso sexual en la infancia; es decir, fueron forzadas a realizar actos sexuales contra su voluntad, amenazándolas e intimidándolas psicológicamente.

Para poner un ejemplo, hasta agosto de 2009, el MIMDES ha identificado 93 casos de mujeres que fueron asesinadas (feminicidio (2)) y 30 mujeres que lograron sobrevivir al intento de asesinato o tentativa de feminicidio. El mayor número de estos casos se reporta en Lima. Según el Centro Flora Tristán, entre enero del 2004 y julio del 2007, 403 mujeres fueron asesinadas debido a problemas de violencia y discriminación.

Como se observa, las cifras reflejan que todavía estamos transitando en espacios donde la mujer de todos los sectores sociales, convive constantemente con el riesgo de sufrir alguna agresión e incluso de atentar contra su vida, tal como se observa periódicamente en los medios de comunicación. Es necesario erradicar esa idea que asigna a la mujer un espacio cerrado, promoviendo y fortaleciendo espacios donde ellas hagan usos de sus capacidades, aptitudes y cualidades.

El Estado peruano a través del MIMDES y otros estamentos, tiene que seguir fortaleciendo una serie de acciones y políticas de atención, prevención y apoyo a las personas involucradas en hechos de violencia familiar y sexual, contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de la población, no permitiendo que estos hechos de violencia no solamente se constituyan en un registro estadístico.

Asimismo, se debe promocionar y fortalecer a la mujer como un ente activo en el desarrollo del país, de esa manera se contribuirá hacer frente al problema de violencia; protegiendo, promocionando y brindando acceso a las mujeres a los diversos servicios y espacios dentro de la sociedad. Es necesario fortalecer y actualizar el Registro de Víctimas de Feminicidio, para identificar a las personas afectadas y ofrecerles apoyo legal, psicológico y social necesario que facilite el acceso a la justicia y reparación.

Las mujeres violentadas y maltratadas tienen que denunciar tales hechos. Los CEMs y la Línea 100 brindan apoyo a todas aquellas mujeres que sufren en carne propia la violencia. Estos servicios públicos especializados y gratuitos, de atención integral y multidisciplinaria, para víctimas de violencia familiar y sexual, brindan orientación legal, defensa judicial y consejería psicológica, procurando la recuperación del daño sufrido y prestando asistencia social.

El 25 de noviembre fue declarado Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer, por tal motivo debemos sensibilizarnos todos y todas, con el fin de reducir la violencia contra la mujer y movilizar a mujeres y varones en favor de una actitud de tolerancia cero a la violencia, denunciando los actos de maltrato contra la mujer.

En este mes de lucha contra la no violencia femenina, las mujeres tienen que hacer respetar sus derechos, denunciando los hechos de violencia, así dignificarán su condición de madre, de hija, de hermana, de mujer. La sociedad tiene que estar más vigilante y demostrar menos tolerancia ante la violencia femenina, recuerda que esa mujer que la miras llorando, sangrando o con rasgos de violencia sobre su cuerpo podría ser tu madre, tu hermana, tu amiga. Las mujeres merecen vivir en paz, cordialidad y respeto porque también aportan activamente al desarrollo del país.
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(1) ¿Qué hacemos frente al Feminicidio? Estadísticas y líneas de atención desde los Centros Emergencia Mujer. Boletín Estadístico Nº 2. MIMDES-PNCVFS. Primera edición. Lima Setiembre 2009.

(2) El Ministerio Público considera como feminicidio a la muerte violenta de mujeres por el hecho de serlo, y se produce en condiciones especiales de discriminación. El feminicidio es entendido como el genocidio contra la mujer.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen abordaje del tema y muy acertada la difusión de los servicios gratuitos que ofrece el MIMDES.
El problema de la violencia hacia la mujer en el Perú, sigue siendo grave. Los casos de mujeres que mueren a manos de sus parejas ponen el dedo señalando que la protección que se brinda en el Estado no es suficiente. Los programas sociales no cubren todavía todos los aspectos claves para la protección y atención de la violencia hacia la mujer, como es la reeducación de varones agresores, las campañas nacionales de sensibilización en medios de comunicación, los programas para la independencia financiera, ni tampoco la rehabilitación frente a los daños psicológicos que ha generado el maltrato. Les corresponde entonces, a las familias y a la sociedad empujar acciones en estos aspectos críticos, que todavía están pendientes en la política social del Estado Peruano. La responsabilidad es de todos y todas, no permitamos que la violencia siga avanzando.

Lic. Teresa Viviano Llave
Red Peruana de Promoción del Buen Trato
www.hablemosdelbuentrato.com

ELMER ANTONIO TORREJÓN PIZARRO dijo...

Muy buen comentario Teresa, creo que todavía hay mucho que hacer por parte del estado y la sociedad para abordar eficientemente este problema. Tu dices con mucha categoría que la responsabilidad es de todos y todas, y eso hay que fortalecer para acabar con la violencia en todos sus sentidos. Un saludo.

lady dijo...

uaa profesor me parecio una informacion muy importante xq yo tengo un familiar q esta pasando esto pero ambos se maltratan fisicamente y psicologicamente pero apesar q uno le habla no entienden pero ahora q se un poco mas del tema les voy a comentar
chevereeeeeeeee

Enrique Odar Rojas dijo...

Nuestro más grave problema es la educación. A más ignorancia, más machismo y otras taras similares. El segundo gran problema es la indiferencia y la falta de responsabilidad de los llamados a intervenir. En primer lugar deberían ser los gobiernos locales, es decir las municipalidades respectivas, a través de los Consejos Ciudadanos de la Familia, que algun día se crearán, llenando el vacío existente. Creo sin embargo, que el enfoque sigue sin ser el correcto. Actualmente de cada diez casos de violencia familiar, por lo menos dos vícimas son hombres. La violencia familiar, sea física, normalmente del hombre, en principio físicamente mejor dotado, sicológica en la mayoría de los casos por parte de la mujer y de sometimiento, físico y sicológico a los menores, por parte de los padres o hermanos mayores tiene una sola raíz: la violencia misma. La tolerancia cero, el castigo y la protección debe ser para cualquiera que la sufra en el hogar. Se llevarían más de una sorpresa al actualizar los estudios y análisis al respecto. Nadie, por motivo alguno, tiene el derecho de maltratar a otro, menos dentro del hogar. La falta de educación, el olvido y postergación del estado y la desidia de los gobiernos locales seguirán siendo el caldo de cultivo de la violencia dentro y fuera de nuestros hogares.

ELMER ANTONIO TORREJÓN PIZARRO dijo...

Enrique, excelente comentario que alimenta al artículo, un abrazo.