miércoles, 15 de enero de 2020

CARTA DEL DR. FEDERICO KAUFFMANN DOIG A 
ELMER TORREJÓN PIZARRO, A PROPOSITO DE KUELAP 


Lima, 08.01.2020

Estimado Elmer: 

Lo felicito por su valiente escrito de defensa del valioso patrimonio cultural que hemos heredado de los antiguos peruanos, en particular al problema que atraviesa nuestro Kuélap.  

En el caso que atañe a este monumento, en cuanto a lo referido a su actual estado de conservación deplorable, debemos recordar que, durante siglos, desde que fue construido, sus murallas no sufrían daño.  La desgracia se inició tan solo hace medio siglo, cuando con "fines turísticos" la vegetación arbórea que prosperaba sobre las dos plataformas terminó siendo talada.  

Aquello obstruyó los sumideros aún detectables y que por canales subterráneos evacuaban el agua de la lluvia.  Todo esto debido a que después de la tala, en el transcurso del tiempo se formó un grueso estrato de tierra originado por la hojarasca, que terminó por clausurar los mencionados sumideros.  

Es de esta manera que el agua de las lluvias de los últimos decenios, al caer sobre las plataformas y carecer como originalmente de los ductos que permitían el drenaje, al filtrarse han ido dilatando el interior de las plataformas conformado por tierra y piedras.  

Como consecuencia la masa interior de las plataformas comenzó a presionar las murallas que las circundan.  Esto de tal manera que sectores de las murallas comenzaron a colapsar, como quedó expuesto tan solo en los últimos 3 – 5 decenios.  Aquello lo evidencia una comparación de fotografías y dibujos antiguos de Kuélap, con la deplorable imagen que hoy ofrece lo que fue un soberbio monumento del pasado ancestral de los chachapoyas.  

Los sectores de las murallas que comenzaron a colapsar hace unos 50 años, han venido siendo reconstruidos.  Pero lo remendado ha vuelto a derrumbarse debido por las razones ya expuestas, y estos y otros tramos seguirán colapsando una y otra vez mientras no se tenga habilitado el sistema de drenaje que inteligentemente emplearon los antiguos.  

Concluyo por lo expuesto en estas líneas, que la destrucción de Kuélap o Kuélape solo puede detenerse cuando se disponga de un plan maestro elaborado por expertos y luego de haber sido puesto a revisión de la Unesco. 

Estimado amigo Elmer Torrejón, nuevamente mis felicitaciones por emprender la cruzada que permita salvar de la destrucción este grandioso monumento de nuestra cultura, sólo equiparable con nuestro Machu Picchu.  Como usted remarca, es sensible la incompetencia demostrada por las autoridades del Ministerio de Cultura.  En efecto, particularmente ahora que Sonia Guillén ha sido nombrada Ministra de Cultura, arqueóloga que cometió una inconducta cuando todavía funcionaba el INC, al presente Ministerio de Cultura; la misma que fue puesta al descubierto por los auditores del Ministerio de Educación (Informe Nº 019-97-OAI/UCF) y que costó la destitución del entonces Director del INC así como del Director General de Patrimonio Cultural.  Como sabemos Guillén ha sido designada para ocupar el cargo, amparada directamente por el Presidente Vizcarra, a dedo y por lo mismo sin que tomara en cuenta que en nuestro país contamos con profesionales calificados. 
  
Estimado Elmer, una vez más lo felicito por su clamor de denunciar que nuestro patrimonio peligra por la inacción del Ministerio de Cultura, en particular el monumento de Kuélap.  Y por favor salúdeme a su padre, mi estimado amigo Marino, quien brindó valioso apoyo a una de nuestras expediciones arqueológicas cuando transitaba por Luya.  

Lo saluda atentamente,
Federico Kauffmann Doig

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