RETOS DEL FUTURO GOBIERNO REGIONAL DEL
BICENTENARIO
Este domingo 9
de diciembre en Amazonas, se elige al Gobernador Regional de nuestro
Bicentenario como país, y éste, tiene que asumir
responsabilidades diversas para cerrar las brechas que persisten en nuestro
departamento y activar sus
potencialidades rumbo justamente a nuestros 200 años. Lamentablemente la región
no cambia o lo ha hecho muy poco, porque sigue sumida con problemas que, en vez
de solucionarse, se agravan cada día.
Haciendo
un análisis de pobreza en Amazonas, desde hace años venimos transitando el
puesto tercero y/o cuarto como departamento más pobre del país, ahora ubicados en un nuevo “cinturón de pobreza” junto a distritos de la sierra y selva norte del país. Nuestra región cuenta con 10 distritos
ubicados entre los 150 más pobres del Perú, con una tasa de pobreza que oscila
entre el 65,7% y el 91.7%. Uno ubicado en la provincia de Condorcanqui (El
Cenepa), cinco en Luya (Pisuquia, Santa Catalina, San Jerónimo, Lónguita y
Cocabamba), tres en Chachapoyas (Sonche, Chuquibamba y Chiliquin) y uno en
Bagua (Imaza). Por otro lado, de los 84 distritos existentes en el
departamento, 42 de ellos están por encima del 50% de pobreza, albergando los
distritos más pobres Condorcanqui con 3, Luya con 16 y Chachapoyas con 13.
Según datos últimos
del INEI-2017, Amazonas se encuentra en el segundo grupo de departamentos
(junto a Apurímac, Ayacucho, Huancavelica, Huánuco, Loreto, Pasco, Puno) con
una pobreza monetaria de 35% como
promedio, muy alto si se compara con la pobreza monetaria de Ica que solo
tiene una media de 3.5%.
Por otro lado,
el Instituto Peruano de Economía, publicó un informe sobre el Índice de
Competitividad Regional 2018, y lamentablemente otra vez Amazonas se
ubicó en lo más fondo del hoyo. Seguimos entre las seis
regiones menos competitivas (puesto 20 de 25 regiones), solo por encima de
Huancavelica, Huánuco, Loreto, Puno y Cajamarca.
En cuanto a
educación regional, hoy ocupamos el puesto 18 entre las menos
competitivas, y todavía seguimos en el tercio inferior en educación a
nivel país. En lo concerniente a la competitividad
regional en Infraestructura, somos penúltimos, solo superados por Loreto.
En lo referente a la competitividad sobre salud
regional, nos ubicamos entre los 5 departamentos con peores servicios de
salud a nivel nacional. Nuestra competitividad
laboral, se mantiene en el tercio inferior y nos ubicamos en el puesto 16 de entre 25 regiones.
La anemia en
nuestras niñas y niños amazonenses de 6 a 36 meses de edad supera el 51% al año 2017, y somos la segunda región con mayores embarazos adolescentes en el país,
solo superado por Loreto. Otro dato a tomar en cuenta, es que somos la segunda
región más deforestada después de San Martín, y no contamos con un plan
ambiental regional para resarcir ese daño.
Para términos
de este análisis, solo muestro algunos de los indicadores regionales; y a pesar
del vasto potencial que guardamos, es paradójico que siempre Amazonas se ubique
“cerrando filas” en cuanto a indicadores económicos, ambientales y sociales se
refiere. ¿Qué está fallando?, la respuesta a mi parecer es
la limitada y casi nula “gestión eficaz y de impacto” de las
instituciones que deciden nuestro desarrollo, empezando por las gestiones
de los diversos Gobiernos Regionales que hemos tenido.
Es por eso que
el nuevo gobierno regional, el del Bicentenario, tiene diversos retos para
“cambiar la cara” de Amazonas, por ende, necesita de un trabajo de
gestión acorde con las potencialidades que tiene nuestra región; así:
RETO
1: Dejar de ser una de las regiones más pobres del país, y
tener como meta la disminución de la pobreza en Amazonas al 20 %, rumbo hacia
el Bicentenario.
RETO 2: Potenciar
la educación regional a nivel primario y secundario para dejar
ese pésimo puesto 18 en cuanto a indicadores educativos.
RETO 3:
Contamos con pilares básicos de potencialidades y uno de ellos es la actividad
agropecuaria, donde necesitamos hacer de la región el principal
centro agropecuario del nororiente peruano, incentivando la
agroindustria y agroexportación regional, con el impulso de proyectos de
irrigación regional y puesta en valor de “productos estrella”.
RETO
4: El turismo debe convertirse en una actividad pilar
y complementaria para el desarrollo regional, por ello debemos encaminarnos a
ser el segundo destino turístico del país después del Cusco. Las
potencialidades turísticas son inmensas y diversas para llegar a serlo. Hay que crecer más allá que un Teleférico a
nivel turístico.
RETO
5: Ejecución de un Programa
Regional de Seguridad Ciudadana, junto a los diversos actores
institucionales y civiles, para hacer frente a la delincuencia, la inseguridad
y la impunidad que tanto daño nos viene haciendo.
RETO 6: Impulso
y gestión para la construcción y pavimentación de troncales viales: Cáclic
– Luya – Lamud; Chachapoyas-Aeropuerto, Chachapoyas-Rodríguez de Mendoza, Tingo –
Kuelap y pueblos aledaños; carretera Luya – Cohechan – Vista Hermosa – Ocalli –
Camporredondo – Lonya Grande – Corral Quemado; carretera Durán – Saramiriza, y
potenciar los accesos terrestres y fluviales a los pueblos y
pasos fronterizos de Bagua y Condorcanqui.
RETO
7: Implementación de un Programa Regional de Salud y Seguridad
Alimentaria, que consista en un trabajo conjunto con instancias
nacionales para una lucha decidida contra la desnutrición y anemia que
afecta a los niños y madres de las poblaciones Awajun-Wampis y las comunidades campesinas.
Disminuyamos la anemia de nuestros niños rurales que actualmente bordea
casi el 51%.
RETO 8: Construcción
del Plan Regional Anticorrupción para hacer
frente a la corrupción institucional en la región, y uno de sus
puntos claves estará en la contratación de personas idóneas, sin indicios de
corrupción; acompañado de sanciones administrativas a los
funcionarios que se refugian en este mal. Eliminemos
la “cultura del diezmo” en Amazonas.
RETO
9: Dejar de ocupar el segundo lugar como departamento más deforestado,
haciendo de Amazonas un “pulmón ecológico” líder en la
reforestación con proyectos y actividades para la protección de los
bosques de neblina, el agua y la biodiversidad. No más contaminación de ríos y quema de bosques.
Estos
son “grandes retos”, que
necesitan de autoridades y funcionarios regionales que estén a la
altura de los desafíos, acorde al “nuevo rostro” que necesitamos hacia el
Bicentenario. Lastimosamente he tenido acceso a los planes de gobierno, y no
encuentro un profundo análisis de estos retos a modo de propuestas; y lo más triste es observar los
“debates” en los medios de comunicación y redes sociales, que solo se
circunscriben a insultos, diatribas, campaña sucia y amenazas, por parte de los
seguidores de los actuales candidatos. NO HAY EQUIPO TÉCNICO, NO HAY
PROPUESTAS, NO SE ASUMEN RETOS, MENOS RESPONSABILIDADES; EN SUMA, NO HAY POLÍTICA REGIONAL.
Aquí presento
al próximo Gobierno Regional, algunos retos y/o desafíos que deberían
tomarse en cuenta, ya que la población amazonense lo demanda con urgencia. Cualquiera
sea el ganador, tiene usted próximo Gobernador Regional, mi último libro
publicado (PROPUESTAS Y COMPROMISOS PARA AMAZONAS. "Rumbo
al Bicentenario"),
que les servirá para profundizar un modelo de desarrollo para nuestra región, y
cerrar las brechas que venimos arrastrando desde hace décadas, y que por
consiguiente, nos conlleve hacia una nueva ruta para el desarrollo de Amazonas.
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